CAPITULO 11

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Sabía que estaba mal romper la casi promesa que le había hecho a su padre.

En parte todo fue culpa de esa chica. Si rechazo. Mierda, el solo recordarlo hacía que la poca culpa que CASI tenía se fuera. ¡Ja! Porque ni siquiera tendría ese mísero sentimiento por ella.

Ella solo lo irritaba.

Por eso no se sentía culpable de estar caminando, de nuevo, al pub dónde terminarían lo que ella no quiso seguir.

No le importaba lo que le dijera su padre a esa chica.

En ese momento pareció haber olvidado lo que su padre le había hecho la última vez.

El enorme ego que tenía lo acompañó siempre, hasta que en el momento decisivo algo no funcionó, no era que estuviera mal físicamente, estaba sano, dispuesto a hacerlo, pero ¿Por qué su... Amigo, no cooperaba?

La chica pelirroja frente a él pareció mirarlo entre confusa y decepcionada. ¿Era este el gran Sasuke Uchiha? ¿Aquel del que tanto hablaban las chicas?, ¿En serio?.

Fue un gran golpe bajo para su gran y enorme ego. Lo fué. Y definitivamente su odio lo tenía la peliazul.

Mierda.

Fue la única palabra en la que pensó mientras intentaba reanimarse. Imaginó a cada una de las chicas que estaban ahí, en esos atuendos que dejaban mucho para la imaginación, pero entonces hubo otro problema: no podía imaginarse a ninguna.

Su mente se nublaba, por más que se forzaba no daba resultado, hasta que llegó el recuerdo de la noche anterior, no del cuerpo sino de los labios carnosos, rosas, suaves que no supo si pasó o si se imaginó en ese momento pero dijeron su nombre en un susurro.

Entonces cuando menos se lo esperó ya había terminado. Y a su mente solo llegó otra puñalada a su ego: precoz.
Nunca había durado tan poco.

Definitivamente ahora la chica lo miraba decepcionada.

No supo cómo, pero salió hecho furia.

En la salida ni siquiera notó al peliblanco que lo esperaba con la espalda recostada en la pared. Kakashi solo lo siguió en silencio hasta que logró comprender la situación. Estaba claro que estaba enojado con su esposa, por algo se había dirigido al pub en vez de su casa, y también estaba claro que alg no le había permitido terminar su asunto dentro del pub pues había salido antes y con un maldito genio del diablo.

Tanta fue su furia que al subirse al auto azotó la puerta, hastiado le gritó.

-Qué esperas, vámonos.

Kakashi no hizo más que seguir órdenes del pequeño Uchiha.


~🪷~

Se encontraba tensa, con los nervios a flor de piel.

Sasuke aún no regresaba y le preocupaba que el lugar en el que estuviese fuera el que se imaginaba.

Una mala y extraña sensación se quedó en ella. Más allá de su resentimiento hacia él, más allá de la culpa que ella sentí, más allá de todo lo malo que los había unido... Era quizá por la noche que habían compartido.

Era inevitable pensar. No durmió en casi toda la noche y no dejó de pensar en el en todo el día. Por más que intentaba no hacerlo recordaba una y otra vez lo que habían hecho.

Un rojo precioso se hacía en sus mejillas.

Nunca antes había besado así a alguien, y, en realidad, nunca antes había besado.

Su primer beso...

...Fue un cuervo.

Sin pensarlo se llevó la yema de su dedo índice a sus labios y los rozó tratando de recordar el tacto de esa noche. Pero no sé compraba con lo que el Uchiha había hecho, él había movido sus labios de forma suave y al mismo tiempo intensa, sabiendo dónde y cómo hacerlo, incluso su lengua...

¡Por kami! ¡Qué estaba pensando!

-Vaya, si alguien te viera diría que eres un tomate en vida.

Esa voz. La voz de la misma persona que había usado los labios en los que tanto había pensado, los ojos en los que se hundía al recordar todo el día...

Esa voz se transformó en una burla pícara.

-¿En qué piensas?

Una pregunta y una sonrisa de lado, unos ojos que sabían lo que pasaba. Una voz que se burló cuando ella esquivó la mirada girando hacia otro lado.

¿Qué tenía el cuervo que la hacía sentirse tan... rara?

No, no se iba a dejar llevar otra vez.

Tomó conciencia. Él, Sasuke, ya estaba de regreso, por un momento pensó...

Pensó... Que él ya estaría en otro lugar haciendo quién sabe qué...

Pero él había regresado a casa...

Eso la tranquilizó en sobremanera. Pero no precisamente había pensado en su padre, sino en la persona frente a ella...

-P-pensé que... Estaría en el trabajo...

-¿Seguirás hablándome de usted después de lo que hicimos ayer?

Hinata se enrojeció de nuevo, uniendo sus cejas en señal de... ¿Molestia? ¿Esa era su cara?

En ese momento el pelinegro pensó que no se veía para nada aterradora.

Era divertido.

-M-me iré a acostar....

Oh, estaba nerviosa.

Una sonrisa malévola se formó en sus labios.

En cuanto la chica pasó frente a él para dirigirse a su habitación un impulso lo sacudió. Rápida y silenciosamente se acercó a ella y sopló suavecito en su oído logrando asustarla.

Entonces notó que también sus orejas se coloreaban de rojo, y que, sus ojos de cerca eran aún más cristalinos cuál perlas recién pulidas, brillantes ante la broma que me había hecho, tan cerca como anteriormente pero tan lejos que ella pudo escapar.

A pesar de que aún podía tomarla del brazo y hacerla suya de nuevo no lo hizo y no supo por qué.

Lo único que sí logró comprender, es que esa noche tampoco iba a poder dormir bien.


En cambio, la ojiperla después de haber entrado a su habitación, se quedó estática frente a la puerta, sopesando lo que había pasado. Tratando de callar sus latidos con una mano en su pecho.

Algo no estaba bien.

Algo estaba cambiando.

En ambos.

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Holaaaa, ¿Cómo están? Espero que bien ❤️‍🩹

¡Nuevo capitulo!

Estaba pensando en escribir un especial de navidad, ¿Les gustaría?

Espero que la pasen bien con su familia estás fechas. ❤️

Atte: Autora-chan 🌼

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2023 ⏰

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