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— ¿Cariño estás molesto?— cuestionó con tono suave — Lo digo porque no has dicho ni una sola palabra desde que hemos venido de el club ese.

El castaño estaba tendido en su cama, cuánto detestaba salir de su zona de confort, estaba apunto de hacer un berrinche pero recordó que ya no era un niño, lentamente se enderezó y pensó en lo que iba a decirle.

— Deberías dejar de usar los guantes cuando ya estás en casa nieto.

— No, nos desviamos del tema y no, me siento bien con ellos — señaló sus guantes de tela negros— jamás me platicaste lo del matrimonio arreglado, sabes que no soporto estar a lado de gente extraña — sus manos se hicieron puños conteniendo el enojo.

Minho no quería a alguien, menos su compañía, no sabía como actuar con personas que no sean, su abuela. Aunque entiende en parte su preocupación, quizás deba idear un plan con todo afán de detalles para detener esto.

"Piensa maldito cerebro"

— Ni siquiera es una boda en sí, pero necesito de alguien para que te cuide y  proteja, para que no se pierda todo lo que hemos hecho hasta ahora.

La anciana tomó asiento como pudo en un sofá, su decisión no fue tomada con desesperación, sino más bien con vario tiempo de meditación y reflexión.

— Contacté a unas cuantas chicas, pero no sé, debo evaluar su capacida-

— ¿Una niñera?, ¿vas a casarme con una niñera? — abrió su boca indignado — no soy dependiente de nadie y si quiero comprar algo de la calle, pues se lo ordeno a uno de los drones, abuela no quiero, se lo ruegooo

— La decisión está tomada, te casarás la semana entrante y créeme, el matrimonio puede que ayude a la empresa.

La cabeza del castaño fué procesando la información, y de la nada una brillante idea apareció en su mente, una muy curiosa.

Extorsionar alguien podría ser fácil si se tiene el poder suficiente y los contactos necesarios. Aunque no importa lo que busque, el no tiene conocidos con los cuales se lleve "bien" para llevar a cabo dicho plan, algo se le ocurrirá con el tiempo, o esa es la idea.

— Vale, pero no exija que quiera o valore a esa persona, no prometo nada luego, abuela.

Esta asintió más cómoda y contenta con la respuesta, esperaba primero una negación pero también una aceptación, conociendo el lado empático de su nieto, era fácil hacerlo comprender.

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—¿Ya acabó tu turno? — asintió cansado y exhausto un rubio — a las coreanas les encantan los extranjeros con buen cuerpo, y  cuando bailan así, incluso yo me volvería gay.

— ¿Me invitas un trago?, no estoy muy animado hoy — su cabeza chocó con la mesa con un sentimiento estrés en el interior, ¿a quien no le cansaba trabajar?.

Quizás si era un "cualquiera", aún seguía trabajando de la maceta más fácil que puede, pero el dinero que le dan, es mucho más de lo que recibía en sus antiguos trabajos, como mesero y  cajero.

Changbin le preparó un trago energético y con algo de alcohol, el cual extendió hasta el rubio de cabello largo, que lo tomó de un solo bocado todo.

— No sabía que era agotador, ¿pasó algo?

— ¿Recuerdas lo que te conté?, tengo problemas con el pasaporte y no sé cómo se encuentra mi hermano pequeño.

— ¿Jeongin?, ¿El chico experto en matemáticas? , de seguro está bien.

— Ayer me llamó y dijo que le dió otro ataque de asma — se tocó la cabeza y suspiró — la pensión de su universidad es cara y no se que mierda hacer — tomó otro vaso de alcohol — tampoco es que me guste acostarme con mujeres de 30 y 40.

THE CLUB ODDINARY  (◕ヮ◕) HYUNHO [Pausada]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz