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El castaño miró la hora de su reloj ya cansado de las escenas típicas de su supuesto esposo, un bueno para nada, parado en la puerta luego de haber recibido una llamada de un tal Seo Changbin, quien creía que tenía la custodia de Hwang, solo que en un estado mareado y pasado de copas.

"Se iba a coger a un globo inflable con la figura de la pantera rosa, le vomitó a las señoritas en la pista de baile  y te lo estoy mandando antes de que haga un desastre con los guardias de seguridad"

Mínho se pegó en la frente con la palma, a este paso probablemente tendría que atar a Hyunjin en la cama para que no cause inconvenientes, tampoco tenía mucho cuidado con la imagen de la abuela, no se cubría, no disimulaba en lo más mínimo.

Seguramente ya habían algunos artículos al respecto y la reputación de los hoteles se iría completamente al demonio. Pero Hyunjin solo es una herramienta para calmar a su abuela, quién cree que puede controlar sus movimientos con alguien que sirva como espía o niñero, un chismoso que le avisa de cada una de sus acciones, sin embargo, los problemas están siendo mayormente enviados del lado contrario.

— Hasta que por fin — bufó con tono áspero y disgusto, viendo cómo cargaban a Hyunjin quien apestaba a alcohol y cigarros, lo olía sin necesidad de arrugar la nariz — no sé que voy a hacer con este pobre imbécil — se apartó para darles el camino libre.

Los hombres de uniforme de seguridad se inclinaron para dejarlo sobre el sofá, lléndose luego.

Ya ni siquiera importaba si era el lado de Mínho o Hyunjin porque de todas formas a este último jamás le interesó respetar ese acuerdo.

El ambientador fue presionado para liberar un aroma más agradable por las manos del que permanecía totalmente sobrio, Mínho continuó echando el perfume hasta dejar de inhalar el ligero olor a sudor.

— Hey, bonito ... ven — el ebrio movió sus dedos en una seña para dar a entender al castaño que se acerque a su cuerpo.

Respiró profundamente, no sabía interactuar con ebrios, menos con ese semblante pervertido que se notaba desde kilómetros, no rodó los ojos, mejor resultaba pensar en una solución.

Revisó sus bolsillos, el interruptor lo había dejado en el cuarto de arriba en su escritorio, ok, ignorarlo sería sensato, ¿lo haría enojar?, su abuela obviamente está durmiendo, si son las 2 AM, llamarle solo la alteraría.

— Honnie~ — hizo un mohin algo impaciente, queriendo atraer si atención por completo — los guantes te hacen ver muy elegante y sofisticado ... — sus pupilas dilatadas recorrieron con la vista desde la punta de los pies hasta la cabeza del castaño — pero, debes ser una putita traviesa en la cama ¿no?

Hyunjin parecía decir incoherencias por el nivel de alcohol, movió un poco su cuerpo para almenos quedarse sentado con los ojos aún fijos en el chico cerca.

— Soy hombre — cortó de inmediato, viendo unas almohadas a lo lejos, de esas que guardaba su abuelita para la descendencia (La cual no va a haber)

— Awww, ¿tienes miedo de tocar algo tan bueno como mi verga? — el rubio relamió sus labios inconsciente de aquello, sus reacciones corporales solían ser por instinto — no es necesario que la tomes con las manos ... puede ser con la boca.

Mínho dejó de darle la espalda, entendiendo la pequeña referencia, que por más simple y estúpida que pueda haberle sonado, tenía que ponerle un alto de una forma ingeniosa.

— Tengo esposo, idiota — siseó caminando hasta las almohadas, tomando una pareciendo inofensiva y suavecita.

— Si no te deja divertirte, es una relación tóxica — Hyunjin era muy bueno convenciendo y persuadiendo a la gente, incluso la seguridad en su rostro ahora mismo, después de beber, parece la de un sujeto en sus cabales y galán de quinta.

THE CLUB ODDINARY  (◕ヮ◕) HYUNHO [Pausada]Where stories live. Discover now