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Mínho no dejaba de hacer caras de como, "alejate, alejate", se encogía en varias ocasiones intentando evadir o tocar a las personas que lo rodeaban, ni siquiera había probado los bocadillos o el pastel de boda, que de seguro estaban para chuparse los dedos, porque tanto Chan como su abuela se están emborrachando hasta más no poder probando los mismos.

Esto era una mala señal, ¿quién lo llevaría a casa?, no podían simplemente pasarse de copas, aún debían acompañarlo, porque no pensaba salir solo de un lugar tan concurrido por gente extraña.

Las personas que habían sido invitadas no eran muchas, solo compañeros de negocios, familiares muy lejanos y un sin fin de fotógrafos de prensa que estaban atentos a cada uno de sus movimientos desde que llegó a la ceremonia política y religiosa, aunque más política.

Los guardaespaldas hacían un buen trabajo, sin embargo la oscuridad y las ganas de dormir lo invadieron lentamente, provocando bostezos de parte suya.

- No puede ser, ¿ya quieres dormir?, ¿tan temprano?, apenas son las 11 pm - se quejó, todo molesto y aburrido de la actitud del otro.

- Es el estrés de soportarte lo que me da sueño - bostezó seguidamente, rodando los ojos después.

- No puedo irme, es mi boda, aún debo divertirme y celebrar de toda una vida atada a ti hasta la muerte - su voz sonó como si fuera una súplica antes de proceder a la tortura de convivir con el intocable Mínho.

- ¿Entonces te encargaron llevarme a casa?, ¡genial! - rápidamente se colocó la gorra de lana en la cabeza por el aire frío a su alrededor - otro día podrás disfrutar de más fiestas, llévame ... ¡es una orden! - el castaño soltó con autoridad las últimas palabras, porque el otro permanecía inmóvil.

- Porsupuesto que no, hago mi parte del trato, prohibido dar órdenes desde ahora ... lo haré, pero no porque tú lo digas

Hyunjin miró a todos lados, se supone que ahora le tocaba a él velar por la seguridad del muchacho detrás suyo, era muy notorio que la mayoría de medios de comunicación ya se habían retirado del evento al ver todo en orden, unos cuantos que eran cercanos, celebraban todavía, el también quería, pero sería sospechoso ver bailar al novio de dicha boda con otras chicas mientras su, ahora esposo, lo miraba ¿no?

- Eres muy molesto, joder ya - lo tomó de la muñeca de forma histérica, desagradado de la actitud del más bajo, claro, tenía puesto sus guantes.

De no ser así Mínho sacaba el arma secreta y lo electrocutaba hasta dejarlo inconsciente, sinceramente él disfrutaría eso. No pedía mucho, pero estaba dispuesto a hacer que su esposo renuncie a todo y pida el divorcio cuánto antes, por ahora solo necesitaba un poco de paz por la cantidad de ruido en esa fiesta, matrimonio o lo que sea que se llame.

- Ya debes estar contento, me tienes manejando directo a tu casa con un jodido GPS y ¡estoy sobrio Mínho!, ¡¡SOBRIO!!, por el amor a Dios - forzó aún más el agarre en el timón del auto, el cual conducía por la pista de camino a su nuevo hogar con el contrario.

- Arruinaste tu propia vida al aceptar casarte con Lee Minho - espetó irónico, con maldad en su tono - no sabes lo feliz que me hará causarte un sin fin de problemas - el castaño soltó una carcajada de villano - te arrepentirás de lo que hiciste, nadie se aprovecha de la abuela en mi cara.

Sin duda alguna un anillo era más mortal y mortífero que una inofensiva bala, conociendo las acciones y actitudes de su nuevo esposo, cada día la muerte se volverá más una esperanza.

- Wow, ¿Me estás diciendo que viviré aquí de ahora en adelante?

Hyunjin realmente se quedó embobado al ver semejante piscina y jardines bien decorados con flores, además de otros detalles que solo los niños ricos como su esposo deben poseer en sus viviendas o castillos.

- De lujo ... ¡¡Esos autos son ahora míos!! - señaló con sus dedos una fila de autos de último modelo alineadas en el estacionamiento de su propio hogar.

- Vaya, si que eres pobre - arqueó una ceja sintiéndose superior - son de la abuela, los colecciona cómo si fueran pendientes- dijo restándole importancia -pero todos tienen más de un auto, ¿Aún existen personas que no?

- ¡Si tengo!, uno me lo robaron y el otro lo hipotecaron

El castaño dejó la conversación con el otro porque no sentía ganas de discutir sino más bien de dormir en su cómoda habitación, su abuela era una mujer que no tenía por que cuidarlo, él sabe que debería ser al revés, ya que ella tampoco lleva las mejores condiciones en su salud, no padece un mal pero la vejez le impide muchas cosas, pero agradecía mucho que Chan estuviera siempre con ella, ahora el debe lidiar con otro problema llamado Hyunjin.

-¿Qué crees que haces? - empujó a Hyunjin para evitar que este lo siguiera hasta su alcoba, luego de haberlo seguido por las escaleras.

- Haré lo mismo que tú, ¿no es obvio? - continúo caminando pero el más bajo intentó no enfurecer con simples acciones que Hyunjin hacia a propósito para volverlo loco - vamos, no pongas esa cara, asustarías a un bebé así.

Mínho colocó sus manos en ambos bolsillos, recuperando aire para decirle algo que pueda comprender fácilmente, o que no se enoje, pues ninguno de los dos quería retroceder en una discusión por su orgullo o demostrar quién mandaba en ese matrimonio.

- Escucha, no sé que mierda hablaste con mi abuela, pero soy yo el dueño de esta casa, y alguien como tú, debería dormir en la casa del perro - le hizo una mueca de asco y luego procedió a cerrarle la puerta de su cuarto en la cara cuando se paró frente a esta.

- ¡Eso no es justo!, abre la puerta o la derribo de una patada Lee - se posicionó en defensa levantando una de sus piernas.

- Con una patada solo conseguirás destruir tu pierna, deja de chillar y buenas noches

Dejó de prestarle atención pues se fue a refugiar en sus cobijas y suave cama, tirándose sobre ella.

- Con ese maldito carácter ni satanás te soportaría en un matrimonio - comenzó a golpear la puerta de enfrente con sus puños, poniendo impaciente al pobre castaño del otro lado que, deseaba que se callara.

El drama del rubio siguió durante unos minutos más, a pesar de que el más bajito sonreía sin dirigirle una palabra, lo que hacía parecer que el rubio hablaba con la puerta y no con Mínho realmente. Ese tiempo fue suficiente para que pudiera cambiarse de ropa y ponerse por fin su pijama, abriendo después, muy despacito, la puerta hacia adentro, solo un poco.

- Ahora si, ¿qué decías? - el más alto le dió una mirada llena de rabia, conteniendo su enojo por la cara de gracía que recibió por el castaño - me considero una persona caritativa - parpadeó inocentemente - pero no dudes que seré yo quien te arruinará a tí, no al revés

- La única razón por la que tengo que estar aquí será por todo tu dinero, créeme, nadie desea cuidar a un enfermo como tú, esquizo

- ¡Oh por Dios!, sino me lo decías, ¡Jamás en mi vida me hubiera dado cuenta!, Hyunjin gracias por mencionar lo obvio

Salió de su alcoba lentamente viendo por los lados de la casa, con la atenta mirada se su compañero a lado suyo, instantáneamente se me encendió el foquito de una nueva idea, quizás con este trato no habrían más inconvenientes.

- Tengo una propuesta, sino la aceptas puedes dormir en el sótano hasta que construyan otra casa - se encogió de hombros, hablaba en serio - escucha, la mitad de la casa, lado izquierdo será para tí, el derecha es mío.

- Ya pero, no quiero que entres en mi mitad - sentenció

- Hecho - dijo sonriendo




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No corresponde ... pero estoy trabajando en un fic de Mínho tsundere y homofóbico, Hyunho. Si les gusta Mínho bottom malo ...









THE CLUB ODDINARY  (◕ヮ◕) HYUNHO [Pausada]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin