𝟎𝟏

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Dejar que la campanilla lo despertace era algo que el joven primogénito evitaba despertándose todos los días hábiles minutos antes de que estas sonarán, ordenando el apagón varios segundos después para que su secreto de las mañanas se esté oculto, pues eran de los pocos momentos en los que nadie tenía la orden de vigilarlo.
La vida de un príncipe le exigían diversas tareas de estudio y más estudio, no de algo precisamente interesante, como hijo único se le tenía esperado grandes logros y honores que honrarían a su familia.

Varios también eran los momentos en los que el heredero pensaba no ser capaz de gobernar un reino, a pesar de que a sus 19 años ya sabía como funcionaba cada rincón de la jerarquía, no se sentía nada cómodo con su estilo de vida. Tener siempre a diferentes guardaespaldas a su alrededor, tener escaso contacto con gente de su edad, incluso le prohibían salir al pueblo por más de 20 minutos. Cada vez se convencía más de que merecía un día, era perfecto en casi todas sus tareas y todo eso lo terminaba agotando mentalmente, más que sus clases de tiro con arco y el desarrollo de sus poderes.

Esa mañana miró su ventana unos segundos, a lo lejos se visualizaba el pueblo que algún día visitaría completamente. Y conocería a muchas personas.

—¡Sandy! Necesito hablar contigo de algo muy importante, acompáñame.

El joven príncipe conocía muy bien ese tono en la voz de su madre, desde niño aprendió a descifrar cuando su madre estaba realmente seria o preocupada por algo, y esta vez esa preocupación la dejaría en sus pequeñas manos para resolverla, esperando el mayor rendimiento posible.

Caminaron hasta uno de los cientos de balcones del castillo, este con mayor vista al reino hasta los bosques más lejanos.

—Como ya sabrás las competencias con los demás reinos se llevarán a cabo en 3 meses, y necesitamos a nuestros mejores hombres que puedan pasar todas las pruebas y obstáculos que denominarán al mejor reino. Por desgracia la nueva ley decretada este año en conjunto de todos los reinos anuncia que cualquier ciudadano de cada reino tiene la oportunidad de participar de esta más que importante competencia.

—Entiendo madre —era la frase repetía más que cualquier otra.

—Entonces... antes de elegir y entrenar a nuestros soldados se realizará una pequeña competencia en nuestro reino, quien gane tendrá la oportunidad de unirse al equipo real a luchar por su reino. Tú te encargarás de llevar a cabo esta pequeña copa en el pueblo, hasta el más mínimo hombre puede participar... Eso claro, solo si llegan a pagar la suma adquirida. La noticia ya comenzó a expandirse así que hoy nos presentaremos formalmente ante el reino a dar nuestro discurso de apoyo.

—Comprendo.

Llegado el medio día, las campañas del pueblo se alteraron anunciando la visita de sus reales majestades.

La multitud miraba asombrada la carroza gigante decorada en oro que se dirigía cada vez más el centro del pueblo, pues debería de ser alguna noticia de suma importancia de sus majestades para presentarse personalmente en el pueblo.

Mientras que dentro de esta carroza el joven heredero se comenzaba a hacer la idea de cómo dirigiría la primera competencia, y más importante los entrenamientos para la verdadera competencia entre reinos. Era más que obvio que él sería el encargado de entrenar a esos hombres, tal vez solo se dedicaría a supervisar que cada uno esté cumpliendo con su trabajo. Todo tenía que quedar listo antes de su boda.

—No te preocupes por el discurso de hoy. Anunciaré todo y escucharás atentamente. Pero, a partir de mañana ellos necesitarán tu voz para que los guíes, tu trabajo es ordenar que cumplan.

—Sí, madre.

De la carroza salieron uno por uno desbordando una energía de superioridad y miedo digna de admiración, dando paso al balcón privado de la realeza, razón por la cual este se encontraba en el centro como buena atracción a los exploradores de otros reinos.

Ya hacía rato que el silencio gobernaba el estadio de personas y no tardó en escucharse la presentación de sus reales altezas antes del anuncio tan esperado.

—A mi grandioso pueblo, nos presentamos hoy para informales las nuevas noticias sobre la competencia entre reinos que se llevarán a cabo dentro de tres meses, antes de la boda del príncipe Sandy. Debido a las nuevas leyes implantadas en forma de acuerdo entre todos los reinos, decidimos darle a cada ciudadano la oportunidad de participar en la competencia para luchar por su reino.

Los murmullos resonaban como un panal de abejas.

—Primero. Se organizará una pequeña competencia dentro de tres días para determinar quién se unirá a nuestro equipo real que participará este año. Quien supere todos los obstáculos de este primer encuentro, a demás de entrar al equipo real, se llevará consigo un saco con 1000 monedas de oro dentro.

Los habitantes alzaban la voz del asombro, mientras que el primogénito hacia nota mental de todo lo que la reina exigente decía. Aún así no pudo evitar estudiar los rostros de los ciudadanos en su reino, se preguntaba si le temían, si le odiaban o si se vería muy raro intentando hablar con alguno.

Y se distrajo, una cabellera de risados pelirojos llamativos, de vestimenta bastante plural pero aún así parecía encajar con su estilo, era imposible negar el atractivo rostro de aquella desconocida y se quedó mirándola de reojo.

—Ambos eventos serán supervisados por el príncipe Sandy, obedecerán a sus órdenes como haga falta. Las inscripciones comienzan mañana por la mañana, sin más que decir. Buena suerte a mi pueblo.

La frase "obedecerán a sus órdenes como haga falta" dejó pensativo al joven príncipe. Al momento que volvieron a la carroza, habló.

—Madre, sobre lo de que obedecerán a mis órdenes... ¿Qué quisiste decir?

—Hijo, ya estas por cumplir la mayoría de edad y me has demostrado lo responsable que eres y estoy segura que lo harás bien. Ahora tendrás la opción de elegir cuando llevar guardaespaldas y cuando no.

Esa misma noche Sandy disfrutó anotar cómo se sentía en su diario íntimo, aquél en el que expresaba sus pensamientos y de alguna manera lo relajaba, mas no tanto como la actividad que ocultaba en las mañanas.

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☾░◞𝘿𝙪𝙡𝙘𝙚𝙨 𝙨𝙪𝙚𝙣̃𝙤𝙨 | ᔆᵃⁿᵈʸ ˣ ᴺⁱᵗᵃ 𔘓̶  ͗◞ 🌹Where stories live. Discover now