Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.

Me estoy enamorando.

Pov t/n

Antes de ir a mi departamento fui a comprar ingredientes para preparar canelones, deseaba tanto comer eso el día de hoy.

Al llegar, dejé los ingredientes en la cocina y con muchas ganas fui a darme una ducha.

Mientras seguía bajo el agua, no pude evitar pensar en el beso que había visto en la casa de Lizzie, fue inevitable sentir celos, y me hacía tan mal. Robbie era tan bueno, y por ese motivo no podía odiarlo.

A veces siento esas ganas de confesarle a Elizabeth que estoy enamorada de ella, pero luego observo la relación que tiene con su esposo y me mantengo en silencio.
Duele y lágrimas ya casi no caen de mis ojos, pero mi corazón sí se rompe todos los días sabiendo que no puedo abrazarla por las noches.

Unos 20 minutos después salí de la ducha, me coloqué una remera holgada mientras, ya que era muy temprano para vestirte decentemente y no olvidé las bragas por supuesto.

Fui a mi habitación, decidí acostarme y minutos después me quedé profundamente dormida.

Pov Lizzie.

Todavía no era la hora para ir a buscar a T/n pero ya no aguantaba estar en casa, ver el comportamiento de Robbie me ponía de mal humor.

Sin pensarlo tanto me duché, me cambié, me arreglé y avisé a Robbie que iría a lo de Scar, él sólo asintió.

Fui en dirección al departamento de T/n, su compañía me hacía sentir en paz, ella lo podía lograr.

Sin darme cuenta ya estaba frente a su puerta, me percaté que no le había avisado pero no me importó tanto al final.

Di pequeños golpes en su puerta pero no había señales de vida. ¿Ella estará aquí? Dudé un poco. Volví a golpear y esta vez escuché como alguien corría a la puerta.

- Hey -dije sonriente.

- Oh Dios mío, no me digas que me quedé dormida por tanto tiempo? -dijo colocando sus manos en su cabeza.

- Oh no, yo quise venir más temprano -dije, y segundos después me había dado cuenta que ella sólo estaba con una remera holgada bastante transparente y podía ver su ropa interior, la de abajo nada más. Volví a buscar su rostro tratando de que mis pensamientos puedan ser más puros pero sólo quería empujarla hasta la pared y... No, basta. Lizzie piensa en la biblia - ¿Puedo pasar?

- Por un momento dejé de sentir mi corazón latir -dijo riendo- Por favor, pasa -se hizo a un lado para que ingresara.

- ¿Se puede saber el porqué estás por aquí más temprano? -cerró la puerta y me señaló el sofá para conversar mejor.

- ¿Te molesta? Si quieres me puedo ir, no tengo prob... -me interrumpió.

- No, no me molesta, al contrario, me pone contenta -sonrió.

- A mí también me pone contenta que estés contenta? -dije con cara de confusión y luego reí.

- Estás muy hermosa -dejé de reír automáticamente mirándola- Gracias, tú también -no despegue mis ojos de los suyos.

- Mierda -dijo mirando su vestimenta, tapándose con una de las almohadas del sofá- Lo siento, es que me quedé dormida y decidí estar lo más cómoda posible -me miró con vergüenza.

- Hey, no te preocupes -una pequeña risita salió de mi boca- No quiero hacerte sentir incómoda pero... Ya te he visto sin nada puesto -terminé susurrando. Una vez más sus mejillas empezaron a tomar un color rojizo.

- Lizzie -rió nerviosa- Tienes razón, pero eso ya tiene un tiempo -sonrió tímidamente- ¿Me esperas? Iré a colocarme algo más.

- Sí, no te preocupes -coloqué mi brazo en el sofá y apoyé mi cara en mi mano.