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HaoWei se encontraba en su casa, solo. Sus padres lo habían llamado hace unos cuantos minutos, y con la tristeza más grande del mundo los escuchó decir que lamentaban tanto no poder pasar vísperas de navidad con él. Aunque fingió estar bien y no darle importancia, la verdad sí estaba desanimado por pasar las fiestas solo, nunca sus padres habían faltado para algunas fecha festiva que pudieran pasar en familia. Al menos esperaba estar con su hermano, pero vamos, todos ellos son adultos, entendía que a veces tuvieran cosas que atender y que no podían dejar de lado, pero, dolía un poco.

Caminó hasta su habitación a paso lento y se dispuso a guardar la ropa que había lavado en la tarde, en su armario. Al ver su camisa del colegio, ladeó un poco su cabeza, luego se la puso.

— Me queda pequeña... Y algo ajustada.

Decía mientras movía sus brazos.

— Tendré que decirle a mamá que debo comprar otra...

Se encontraba doblando su pantalón, cuando bajó sus brazos soltando un quejido.

— No quiero pasar mi noche buena así — se quejó.

Terminó de guardar rápidamente su ropa y bajó las escaleras, caminó a paso veloz hasta la puerta y tomó las llaves para luego salir de la casa.

Había más gente de la que esperaba que hubiera a esa hora, pero todos lo miraban raro, bajó su mirada y se dio mentalmente un golpe, no se había quitado la camisa del uniforme de su escuela.

— Nah, todo el mundo se pone lo que quiere.

Dijo restándole importancia. Caminó hasta un tienda de ropa, y solo compró un abrigo, pues,  comenzaba a hacer un poco más de frío.



Estuvo caminando por algunos minutos, hasta que comenzó a sentir esa extraña sensación que lo estaban siguiendo, miraba disimuladamente por sobre su hombro, solo había gente yendo y viniendo, nada como para preocuparse.

Pero lo sentía, sentía esa sensación de ser seguido, de ser observado, y está vez ya no era por su ropa.
Aceleró un poco más su paso intentando alejarse de aquella calle. Pero tuvo que detenerse cuando una mano tomó con fuerza su antebrazo impidiéndole avanzar.

— ¡HaoWei!

Rápidamente volteó a mirar al reconocer la voz y soltó un jadeo de miedo al ver quién se encontraba sujetando su brazo.

— Su-suéltame.

— Hablemos.

— Yo no tengo nada que hablar contigo.

— Hao...

El menor se soltó con brusquedad del agarre, y dándole una mirada amenazante, comenzó a alejarse prontamente de allí.

Escondió su manos en los bolsillos del abrigo y bajó un poco su cabeza, iba cohibido abriendo paso para poder alejarse de esa persona que lo había detenido hace unos momentos.

Pero, nuevamente sintió como alguien lo detenía, esta vez había tomado su hombro para hacerlo voltear.

— Wang HaoWei.

Y fastidiado, volvió a quitar la mano de su hombro con fuerza.

— Kenji tenía razón. No eres más que un imbécil.

Con estas palabras el menor se apartó, siguientes de nuevo su camino. Aunque, podía escucharlo y sentirlo caminar detrás de él. Se acercaba a la esquina y lo único que deseaba en ese momento era que, en cuanto diera la vuelta se encontrara de regreso en su hogar, no fue así, en su lugar, volvió a sentir como su brazo era tomado nuevamente con fuerza, y esta vez, era la misma persona que la que lo arrastraba consigo.

GHOST ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora