Capítulo 23

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- Rys… Levántate.- Pidió.

Sacudí la cabeza, permanecí con una rodilla en el suelo.

- Escuché que la reina está buscando una concubina para ti, porque no pueden tener hijos.- Expliqué sintiendo una opresión en el pecho.- Sabes que ella solo quiere encontrar a una noble fácil de manipular para controlarte y a tu futuro heredero.- Levanté la cabeza y lo miré directamente a los ojos.- No puedes permitir que eso suceda, Mikalle.

- Rys.- Se puso de pie y se arrodilló a mi lado, me levantó.- Sé el tipo de fidelidad que tienes por el reino, pero no puedes sacrificarte aún más. Deja que lo solucione.- Dijo.

Yo me mordí el labio, ¿Él me creía tan honorable como para proponer algo así solo por amor a la monarquía? Mikalle todavía no entendía que todo lo que yo entregaba era por él y no por la corona.

- Permíteme dar a luz a tu heredero.- Pedí.- Juró que la o lo protegeré con mi vida, no dejaré que la reina se meta en su mente.

Mikalle comenzó a negar con la cabeza, pero yo me acerqué aún más, tomé su mano y la puse en mi pecho, justo encima de mi corazón que latía sin control.

- Mi lealtad y todo lo que soy, te pertenecen. Por favor…- Pedí.- Dame esa oportunidad.- Aunque solo fuera una herramienta para él, quería sentirlo al menos una vez en toda mi vida, quería ser suya.

- Rys, no puedo ofrecerte nada por esto.- Dijo elevando su mano y  acunando mi mejilla.- No puedo darte legitimidad. No quiero que se hable de ti como solo una concubina.- Sentí una leve esperanza de significar algo más para él, pero enseguida la derrumbó.- Eres la general de mi ejército, mereces mucho más.

Me mordí el labio, sintiendo frustración. Él no quería que mi reputación se arruinara por entrar en su cama, pero a mi no me preocupaba que me llamaran su…

Me acerqué y lo jalé hacía mi, besándolo, me separé antes de que el lo hiciera.

- No me importa, Mikalle. Mi reputación no me importa. No tengo familia que pueda ser amenazada, ni nadie excepto tú que me importe más en la vida. Si no quieres que se fragmente el poder, sabes que soy la indicada para ello.- Me desabroché el uniforme militar y quedé en ropa interior frente a él, seguía pareciendo en conflicto pero no me rechazó directamente.- Soy tuya para tomar.- Toqué su pecho y lo miré directamente a los ojos sin disimular lo mucho que lo amaba.

Mikalle elevó mi barbilla con un dedo y me miró con atención, parecía considerar seriamente mi oferta, pero también las repercusiones que habrían si me tomaba, comencé a sentir frío en mi piel desnuda, pero permanecí a la espera sumisamente, cuando sentí que me rechazaría Mikalle me tomó por la nuca y me besó con rudeza.

Esa noche me convertí en su concubina y su juguete por cuenta propia.

Alyandra

Desperté sintiéndome caliente.

Tener una noche como la anterior y todavía soñar con cosas impuras no me ayudaba a mantener la mente clara. Mi nariz percibió un olor delicioso, bajé de la cama con una mueca de dolor, los moretones seguían ahí, pero al menos comenzaba a sentir como mi cuerpo iniciaba la recuperación, me puse una bata encima de mi pijama delgada y bajé descalza por los escalones.  Entré a la cocina y encontré a Malek con las mangas arriba de sus antebrazos trabajando en un corte de carne, se me hizo agua la boca y me senté en la barra, viéndolo.

No sabía como iniciar una conversación después de todo lo que pasó, así que solo me quedé viéndolo en silencio.

Malek destapó una botella de vino de las hadas y puso una copa frente a mi.

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