Capítulo 59

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Alyandra

- ¿Te has quedado sin ideas? - Arista preguntó sentándose a mi lado.

Dejé la pluma y mi diario. Había perdido los que tenía hechos en casa de mi padre en aquel tiempo y estaba reescribiendo la historia de mi vida como Alyandra Arscorth, fue inevitable ponerme sentimental cuando escribí las partes en que había interactuando con Malek y como me había vuelto a enamorar de él, pero ahora que estaba escribiendo mis días presentes no sabía que colocar.

Escuché a Félix hacer pequeños ruidos aferrándose al cabello rojo de Arista. Tenía solo unos días de nacido, pero era muy activo.

Al acercarse la fecha de parto, Cedrick me trajo aquí para que la hada me ayudara a dar a luz sin complicación y así fue, duró poco tiempo y ella me había guiado en todo momento. Ellos no me pidieron explicaciones y aceptaban la información que estaba dispuesta a dar.

Kaamisha también estuvo aquí un tiempo y le explicó a su madre toda su historia. Había dejado a Declan en el pasado con su padre pero ambos conocieron a Asher. Arista sin duda se llevó una sorpresa pero se recuperó rápidamente para ofrecerle a su hija un momento de desahogo y le ofreció su apoyo para cualquier decisión que tomara la pelirroja menor.

Aunque a estás alturas Daren Nox ya estaba perdonado porque había sido el primero en saber tomar la nueva responsabilidad entre sus brazos, demostrándole a Kaamisha que podía ser un buen padre y un apoyo sólido, pero era mucho mayor que ella, era de esperar que tuviera la madurez para hacerse cargo de todo.

Abaddon Markovic tenía más factores en su contra pero se imponía a Kaamisha y la pelirroja poco podía hacer para resistirse al tirano de cabello blanco, era indudable que la amaba pero los celos lo ponían mal, la quería solo para él. No sabía cómo demonios lidiar con un niño pero le hacía el intento, así que le sumaba puntos.

Eventualmente se decidió por volver a tratar de arreglar su matrimonio con Abaddon Markovic, pero todos sabíamos que lo perdonaría. Kaamisha no podía odiar a nadie, no estaba en su naturaleza. Ella no era frágil pero despertaba la protección en Malek y Cedrick, con ambos de su lado podría considerarse desafortunada porque cualquiera que quisiera vulnerarlos solo tenían que atacarla a ella. Era un blanco perfecto.

- Sí.- Suspiré.- He llegado al punto en mi diario en el que no sé que sigue, al igual que en mi vida.- Dije.

Ella sonrió entendiendo a lo que me refería.

- A veces solo tienes que sentarte y esperar el siguiente capítulo.- Dijo, liberando su cabello después de un tirón por parte de Félix.

Al menos ahora estaba en su forma humana. Había recuperado mi poder cuando Amaris murió, todavía había estado embarazada de Félix y él recibió una parte de mi afinidad con los cambiantes. Su forma animal podía ser muy variada: desde un cachorro de lobo, un pequeño leopardo, hasta un Fénix, esté último era en el que más solía convertirse.

Mi forma era la de un zorro como cuando tenía mi cuerpo original, pero esta vez mi pelaje se tornaba blanco y mi cola tenía varias rayas en rojo que representaban cada vida que había vivido en este mundo. Mis patas y la punta de mis orejas eran negras.

El primer día que me transforme después de tener a Félix me enlacé con toda mi raza y los sentí colectivamente pertenecerme como cuando los había creado. La felicidad que sentí fue tanta que no podía dejar de llorar. De nuevo podía protegerlos.

En cuanto tuviera tiempo me reuniría con Dereck Rodriguez, quería ponerme al tanto de su situación.

Miré a la hada pelirroja y no pude evitar pensar que se veía demasiado en paz, ahora que no había guerra y ambos se habían alejado del drama familiar estando en su propio lugar... entendía porque mi libro los había vinculado así, miré la marca de matrimonio de la corte de las hadas oscuras en su pierna derecha y su muñeca. Me sentía contenta de que solo aquellas parejas que realmente entendían el amor honraran lo que había creado con tanto esfuerzo.

DescendientesWhere stories live. Discover now