El karma de Kelian Dragomir

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Ciaran Eckhart

- Está hecho.- Limpié mi arma que estaba salpicada en sangre de vampiro. Ty asintió y terminó de organizar sus instrumentos de interrogación.

La misión del día de hoy había sido mucho más sencilla de lo esperado. Tomé la chaqueta de cuero que había apartado para no salpicar de sangre y me la coloqué. La insignia del cuerpo de cazadores se veía impecable en la manga derecha.

Ty el día de hoy había sobrepasado los límites con su tortura.

Salimos del recinto, me cubrí los ojos por la luz del sol y me subí en el asiento del copiloto.

- ¿Sigues molesto? - Pregunté.

Ty frunció el ceño.

- ¿Quieres doblegarla? - Insistí.

Me miró.

- ¿Puedes callarte? - Dijo.

Me reí y saqué mi teléfono celular, le mostré lo que había hecho durante mi saludo hacía la desconocida de cabello rosa: colocarle un rastreador. Ty levantó una ceja en mi dirección.

- ¿Qué es lo que quieres hacer? - Le pregunté, así fuera olvidar el asunto o hacer algo al respecto, yo lo seguiría, pero conocía a mi hermano mayor: la venganza era su plato favorito y que se le resistiera solo lo impulsaba a querer destruirlo.

Sonrió y siguió el punto en movimiento.

Nirea

- ¿Estás seguro de que estás bien? - Ya había amanecido y Nikolay apenas comenzaba a tener fuerza para levantarse.

Asintió.

- Varya no ha regresado.- Murmuró.- Tengo que ir a buscarla.

Varya abrió la puerta y la cerró recargándose en ella, le sonrió a su hermano.

- Veo que tenemos la actitud de levantarnos.- Le dijo sonriente. Llevaba una falda negra, una blusa cuello de tortuga de color claro y unas botas de piso bajo.- Tenemos que volver a Rusia antes de que mamá venga a buscarnos. Le daremos tiempo a Kasdeya de terminar sus asuntos y le enviaremos el itinerario de boda para que comience a prepararse.

Nikolay asintió, parecía aliviado de verla a salvo.

Mi teléfono celular sonó y contesté sin ver la pantalla pensando que sería mi hermano por no haber llegado a casa.

- Buenos días, Nirea.- La voz educada pero molesta con un acento ruso muy marcado me sorprendió. Miré a los hermanos Petrov con los ojos ligeramente más abiertos. - ¿Podrías pasarme a Nikolay, por favor?

- Buenos días...- Dije nerviosa, no tenía caso hacerme la tonta con ella, al llamarme me decía que sabía exactamente dónde estaban sus hijos.- Si, por supuesto.- Le pasé el teléfono a Nikolay.

- Madre.- Contestó, ella pareció decirle algo en ruso y entonces colgó.

- ¿Y...? - Preguntó Varya.

- La versión amable es que nos quiere en Rusia.- Dijo Nikolay.

- ¿Y la versión ruda? - Pregunté por curiosidad.

Nikolay se rió.

- La versión ruda no es apta para menores.- Dijo.

Varya hizo una mueca.

- Hablemos con papá.- Le dijo a su hermano.- Presentemos un frente unido en su contra.

- A estas alturas, ¿No crees que el primero en recibir su ira fue él? - Se burló Nikolay.

DescendientesWhere stories live. Discover now