19

128 17 4
                                    

Se abrió la puerta de Hyunsuk y del borde se asomó un chico joven y bastante lindo. Jihoon pensó unos instantes qué decir y luego hizo una reverencia.

— Hey... —Saludó Jihoon nervioso.

— Buenas tardes... ¿Quién es? —Preguntó confundido mirándolo de cabeza a pies.

— U-uh... sabes si... ¿Sí Choi Hyunsuk está aquí? —Preguntó tímidamente.

Él frunció el ceño y pensó.

— Espere... ¡MAMÁ! ¿CHOI HYUNSUK ES EL DE LA CASA? —Gritó el chico volteando hacia la escalera.

Jihoon no escuchó la respuesta, pero aparentemente él sí.

— Ah, creo que se refiere a quien nos deja la casa, la estamos alquilando por unos años.

Jihoon frunció el ceño confundido.

— Y... ¿Sabes dónde está ahora?

Hicieron contacto visual silencioso unos segundos, y el chico miró a su derecha antes de mirarlo a él de nuevo.

— Claro... no tienes por qué saberlo, lo siento por molestar. —Se disculpó retrocediendo con un par de reverencias.

La puerta se cerró y Jihoon se quedó procesando lo que acababa de pasar. Se quedó casi dos minutos enteros mirando el mismo punto, y se sentía en un agujero del que apenas veía luz para salir. No se le ocurría dónde podía encontrar a Hyunsuk, pero tenía dos semanas para hacerlo porque pronto se debía mudar a Busan. Caminó confundido y en lugar de ir a su casa decidió reflexionar lo sucedido en su caminata. Intentaba buscar soluciones pero le costaba mucho encontrar alguna.

Intentó más tarde llamarlo, pero él no contestaba, y por alguna razón no podía ubicarlo desde ninguna red social. Detuvo sus pasos al notar que probablemente lo podía haber bloqueado, y se dio cuenta de que tal vez era hora de rendirse y que en realidad él seriamente quería que lo dejara en paz. Sus ojos comenzaron a cristalizarse mientras buscaba en Instagram una última vez, y avanzó hacia una banca que había en el camino antes de bloquear la pantalla nuevamente.

Se tapó el rostro apoyando sus codos sobre sus rodillas y trató de calmarse por él mismo. Le habría encantado tener a alguien justo ahí, a alguien que le dijera que todo saldría bien o que al menos que lo abrazara con cariño. Su madre ya se había ido a Busan con la mitad de la mudanza, y él estaba solo en su casa.

Luego de llorar unos minutos, sentir el ardor tan hiriente expandirse por su alma sin piedad, y finalmente admitir que merecía todo ese daño por las malas decisiones que había tomado, decidió llamar a Doyoung porque él probablemente sabría dónde estaba.

Intentaba limpiar sus lágrimas y descongestionarse la nariz para no sonar llorando, pero no lo había logrado mucho en realidad.

— ¿Hyung...? —Dijo la voz de Doyoung del otro lado de la línea.

— Ah... hey, Doyoung-ah. Perdóname si... si es que estoy molestándote pero sólo tengo una pequeña pregunta.

— Ah... no te preocupes, no estoy ocupado.

— Bueno... uh...

Doyoung sabía más o menos lo que le preguntaría. No sabía exactamente qué pero sí tenía claro que quería saber dónde estaba Hyunsuk, o si es que sabía algo de él.

— ¿Sabes...? ¿Sabes dónde se fue Hyunsuk? —Preguntó tímidamente.

Doyoung hizo silencio unos instantes.

— Pues... se fue al dormitorio de la universidad... ¿No sabías?

Jihoon procesó unos momentos lo que había dicho.

the cut that always bleeds - hoonsukWhere stories live. Discover now