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lxxxiv.
nobody's home

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antes de leer:
si han estado al pendiente de mis últimos avisos, sabrán que últimamente he estado muy desmotivada para escribir esta historia, y si bien yo entiendo que cada voto y comentario es voluntario quiero que comprendan que a veces los escritores de la plataforma por mucho que amamos escribir, ocupamos un empujoncito para continuar haciéndolo. lamentablemente me he dado cuenta que he recibido muy pocos comentarios y votos en los últimos capítulos que he subido (y repito aunque se muy bien que no es su obligación realizar ninguna de las dos acciones) les agradecería muchísimo si lo toman en cuenta, pues es una parte fundamental para mi motivación de seguir escribiendo esta historia :(

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omnisciente

Heaven entró con cuidado a la habitación de huéspedes donde su tío Remus había estado descansando durante los últimos días desde que fue atacado por un grupo de carroñeros del bando de Voldemort.

Remus le sonrió débilmente.

—¿Te desperté? —le preguntó Heaven, apenada.

—Ya estaba despierto —le respondió—. Sirius fue quién vino a despertarme —rodó los ojos con diversión.

Heaven se acercó a él—. Isabella te envía más medicamentos y ungüentos para tus heridas —le dijo mientras colocaba la bandeja en la mesita de noche—. ¿Te sientes mejor?

—Mucho mejor.

La joven rubia exhaló aliviada—. Me asusté mucho con lo que te sucedió. De hecho, Hazel y yo tenemos que conversar seriamente contigo —alzó las cejas, demandante.

Remus sonrió, ladeando la cabeza—. Hijas de James Potter tienen que ser —se burló levemente—. Pero sé muy bien que cometí un error al ponerme en peligro.

—Fue muy tonto —admitió Heaven—. Y es sorprendente porque eres la persona más inteligente que conozco.

—Todos tenemos defectos —volvió a bromear.

Esta vez, Heaven sonrió mientras se acomodaba al lado de la bandeja, observando sus manos con atención.

—Isabella... —hizo una pausa, pensando en que iba a decirle.

Remus alzó las cejas, expectante.

—Sé qué Isabella y tú están saliendo —dijo la rubia rápidamente.

La sonrisa de Remus se esfumó, y la preocupación se hizo presente en su rostro.

—¿Estás molesta? —la miró por unos segundos—. No fue mi intención ocultarlo —se reincorporó—. Heaven, eres cómo una hija para mi, y lo que menos deseo es que me dejes de tener confianza...

heaven's in your eyes; draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora