Capitulo 39

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Horas después.

Bela:

—Hermanita me estás poniendo muy nervioso, necesito que te sientes.

–A mi tú me vas a dar orden y deja de llamarme hermanita, aunque tengamos la misma sangre tú estás muertos para mi.

–Auch–se toca el corazón–¿Lastimas a quien te salvó la vida?.

–No pedí ser rescatada y en todo caso menos por ti. ¿Donde está mi gente?–tengo apenas dos horas aquí desde que había dejado a Gala irse con Dixon y no tenía respuesta claras y me estaba empezando a encabronar bastante.

–Que mal agradecida eres hermanita, tu gente querida nunca recibieron el aviso–dijo–yo mande uno diciendo que todo estaba bien.

–¿Por que diablos hiciste eso?–di un paso al frente con clara molestia. Iba a matar a alguien pronto y estaba segura que sería a el.

–Quería ver a mi hermanita querida antes de morir.

–¿De que hablas?.

–Tengo Cáncer–suelta de repente–quería verte y saber de ti, se que me odias así que esta era la única forma.

–Tienes razón en una cosas y es que ¡te detesto, me importa una mierda si tienes cancer!.

–Se que no quieres decir eso–habla pausado–se que hemos tenido problemas en el pasado, pero necesito a mi hermana antes de morir.

–No vas morir y lo sabes.¿crees que a una mujer experimentada como yo la puedes engañar tan rápidamente.

–Bel...

–¿Cuantas veces haz sentido mareos el día de hoy?.

–No la llevó contad...

–¿Cuantas veces haz tenido dolor de cabeza o ganas de vomitar?.

–Ya te dije que no tengo todo contado, esto es nuevo para mi.

–Es nuevo y ya sabes que te vas a morir –ironizo.–Dime la verdad, ¿que deseas?.

–Ya te dije.

–¿Crees por un segundo que he llegado hasta donde estoy por culo y cara bonita?. Si hoy en día me he ganado el respeto de hombres duros dentro y fuera de la mafia es por que ningún mamarracho me engaña y menos uno tan insignificante como tú. Ahora dime ¿que quieres de mi?.

Sus ojos negros ardían en llamas y sabía que lo había hecho enojar.

Bien. Primer paso para que un maniaco salga a flote.

Tenía años que no lo veía y sin duda estaba más hombre y guapo, pero lo que muchos no sabían era que sufría de trastorno bipolar. Era un peligro para cualquiera.

Se escapó del manicomio hace unos años y pues sin nadie de mi familia vivo el a hecho lo que ha querido.

–Es cierto que quería verte, pero también es cierto que tengo tu cura–se levanta de su asiento y va hasta un pequeño cajón que esta en el centro de la sala. Lo veo abrirla y sacar una inyección con un contenido púrpura adentro.–Llevo algunos meses trabajándola solo para ti, esto te permitirá arrancar de raíz tu ansiedad contra las drogas.

–Eso no funciona de esa manera, y tampoco sería tan estupida para inyectarme algo por ti.

–No digo que lo hagas ahora, y tampoco te digo que esto será lo único, esto te costará bastante. Tengo contactos para comenzar desde ya si quieres.

–Créeme que tengo más contactos y si no he ido es por que no me da la gana.

–Bela eres más que esta mierda y te estás dejando consumir. Podrías ser la siguiente reina de la mafia italiana y no quieres.

Entre el amor y el deber #3. [+21]Where stories live. Discover now