Extra: pasado parte 1

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Estas serán pequeñas reseñas de algunas cosas que Bela pasó hasta llegar hacer el verdugo. (Será corto ya que son ideas para que entiendan mejor su vida pasada)

2014
Isabela:

La puerta está entre abierta y se que es mi oportunidad para sacar el dinero sin que nadie me vea.

Madre y padre están en la fiesta de los Mancini y Vladimir junto con Natasha también lo siguieron. Alaska esta descansando junto a Lukas, entonces todo marchaba como se suponía.

Mi cuerpo está temblando por el miedo, pero debo de hacerlo antes de que mi hijo creciera en esta vida, me rehusaba que mi hijo fuera peor que aquel monstruo que le llamo papá.

Una vez dentro de la habitación voy hasta aquel cuadro de León que cuelga en la cabecera de la cama y lo remuevo encontrándome con la pequeña caja gris; Marco el número que me sabía de memoria el <Piii> retumba el lugar y cierro los ojos maldiciendo.

Esta mierda nunca había sonado, no entendía que estaba sucediendo en estos momentos.

Escucho pasos apresurados por las escaleras y miro hacia delante dándome cuenta que estuve en una trampa todo este tiempo, el dinero no se encontraba aquí, la caja está totalmente vacía.

Cierro la caja y cuelgo el cuadro como puedo y avanzo para salir rápido, pero eso es imposible cuando al salir me encuentro cara a cara Con Mario Romano.

–Eres una golfa de mal gusto–me toma del pelo con fuerza y grito de dolor–no eres más que una ladrona y una puta.

–¡Déjame me lastimas!–acerca mi rostro al suyo y volteo la cara con asco.

–¿No me quieres ver puta?–sonríe–después de que en aquella fiesta no parabas de mirarme para que te la metiera, se que lo disfrutaste.

–Me drogaste maldito enfermo, y como si no fuera poco me violaste. Claro, los hombres como tu no saben conseguir una mujer si no es a las malas por que nadie con dos dedos de frente se metería contigo rat..–la cachetada atraviesa mi rostro tan fuerte que me deja un poco mareada.

–Eres la puta de tu padre, y serás la mía y te puedo asegurar que ahora que estas mas grande serás la puta de todos los socios de nuestra familia, por que tú naciste para ser eso, para ser una don nadie que solo pone el coño para complacernos.

–No soy una don nadie–digo con los dientes apretados de la rabia.

–Cállate, solo vine por que mi tío se dio cuenta de tu estupido plan y vienen varios hombres para acá hacerte de todo, pero para que veas que soy considerado contigo te ayudaré pasando la noche contigo y que nada sea sospechoso.

–¡No me pondrás un solo dedo encima violador de mierda!–levanto la rodilla y le doy en las bolas haciendo que me suelte y se revuelque en piso–se acabo–lo miro con rabia y salgo corriendo hasta la habitación donde Alaska se encuentra empacando una pequeña maleta con cosas de Lukas y mía–¿que haces?.

–Vete hoy mismo–su rostro está bañado en lagrimas y no se detiene hasta que cierra la maleta y la pone en el piso–no esperes más por mi, quiero que te vayas con tu bebé, se que nos volveremos a encontrar.

No, no podía dejarla. Alaska apenas había cumplido los 15 años y me rehusaba a que le pasara lo mismo.

–No lo haré–negué con la cabeza–estoy contigo a muerte, no pasaras por lo mismo.

Entre el amor y el deber #3. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora