❝ El lado dulce de la química ❞ || MiChaeng

𓏲 Capítulo 3

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— ¡Sana! —grité en cuanto la vi.

— ¡Chaeng! —ella sonrió— ¿Cómo te fue ayer?

— Ella pudo haber ganado la batalla pero no la guerra — sonreí maliciosamente. Le expliqué con más detalle lo que había pasado ayer, y luego procedí a contarle el plan que había inventado.

— ¿Crees que va a funcionar?

— Vale la pena intentar.

Cuando llegamos a nuestros casilleros, ella preguntó con complicidad — ¿Cuándo pondrás en marcha el plan?

— En el almuerzo —respondí y miré el casillero de Mina con la esperanza de que pudiese comenzar su mañana con mis molestias.

Lástima. Pensé cuando vi que no estaba allí.

— Sólo asegúrate de comer algo, sé cómo te pones cuando tienes hambre.

— No sé de qué hablas — quizá tiendo a ser un poco malhumorada cuando olvido comer— Estoy preparada.

— ¿Skittles?

— Tal vez.

— Me sorprende que tu cabello no es un arcoíris —murmuró, pero sabía que a ella le gustaba mi cabello, desde los doce años lo tengo así.

— ¿Y Momo? — pregunté antes de tener que separarnos para ir a clases.

Ella sonrió con burla — En química. Suerte con el monstruo.

Casi al final de la hora estaba a punto de irme cuando el Sr. Wang me llamó — ¿Sí?

— ¿Has hablado con Myoui?

— Sí, hemos tenido un poco de contacto.

— Define contacto.

— Hemos llegado a un acuerdo.

— Define acuerdo.

Me di por vencida cuando uso su voz seria. Él sólo utiliza esa voz cuando no quiere rodeos— Está bien, es un poco difícil, pero lo tengo todo cubierto.

Él bajó la vista y solo siguió calificando.

— Dígame —me acerqué— ¿Ella siempre es una mierda?

— El lenguaje, Son.

— Lo siento —murmuré.

Él levantó la vista de sus documentos— Y no es exactamente una mierda, sólo es especial —contuve una risa— No esa clase de especial. Ella es una joven talentosa que no es tratada muy amistosamente por sus compañeros. En mi opinión, no sólo como un maestro, es una buena joven y es un honor tenerla como estudiante.

— Siempre me divierte cuando habla como un viejo profesor filósofo.

— Hasta luego Son — él también me deseó suerte mientras caminaba hacia la puerta, ¿Por qué todo el mundo me deseaba suerte?