❝ El lado dulce de la química ❞ || MiChaeng

𓏲 Capítulo 4

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— Buenos días —dijeron al mismo tiempo Sana y Momo.

— Buenos días.

— Miren — Sana apuntó detrás de mí.

— ¿Qué? —pregunté mirando la dirección que apuntó. Entonces la vi, Myoui Mina estaba en su casillero recogiendo sus cosas. Mi mandíbula cayó al piso porque estaba sorprendida de verla entre los estudiantes. Apenas me miró y podría jurar que hicimos contacto visual; sus ojos tenían ese brillo deslumbrante, que se veía a la distancia, de todos modos — Woah — me volví hacia mis amigas—, raro.

— Sí, verdad.

— ¿Y tú tienes que pasar el almuerzo con esa tipa? —preguntó Momo—, espero que hayas venido preparada.

— Sí — sonreí levantando una bolsa plástica con dos sándwiches.

— Entonces nosotras pasaremos el almuerzo con las chicas de la clase de música —interviene Sana, ellas han estado en el club de música desde que entramos a la secundaria.

— Ya veo — bromeé —, ya estoy siendo reemplazada —llevé mis manos a mi pecho dramáticamente.

— Nunca — Momo imitó mi acción —, el club de música no tomará tu lugar.

— Bien — cerré mi casillero—, supongo que las veré entre clases. Les doy las noticias sobre lo que pase luego.

Ellas se despidieron luego de desearme suerte. La mañana parecía prolongarse como esperaba hasta que llegó el almuerzo, fui al armario de suministros. Una vez más recibí miradas divertidas cuando golpeé la puerta.

No obtuve respuesta, tal vez no esté. ¡No! Ella tiene que estar. Llamé otra vez.

— Hola, puerta. Nos reunimos de nuevo.

Entonces oí un ruido similar cuando un cristal se rompe junto a una voz familiar maldiciendo, por último la puerta se abrió bruscamente y me tiraron adentro.

— ¡Oye! —protesté hasta que me di cuenta de los vidrios rostros esparcidos por el suelo con un líquido claro salpicando— ¿Fue culpa mía?

— ¡Sí! —Mina gritó— Cuando no atiendo rápido es porque significa que estoy en medio de algo importante, así que ten paciencia y espera —se agachó para recoger los pequeños cristales.

— Lo siento —una vez más un mal comienzo. Suspiré y me uní a ella recogiendo los vidrios—, no soy la persona más paciente. Realmente lo siento.

— No te preocupes por eso. Preocúpate por el hecho de que se te van a caer los dedos —dijo seria.

— ¿Qué? —entonces me di cuenta que Mina traía guantes puestos y mis manos estaban desnudas y mojadas por ese líquido.

— Tranquila. Lección uno: Siempre usa guantes cuando no sabes qué producto químico es.

Allí estaba otra vez el impulso de golpearla— ¡Lo hiciste a propósito!

— No, todavía estoy enojada, pero hay que ser muy estúpida para tocar una sustancia que no sabes de qué está hecha. Sólo te di una lección.

— ¡Nunca me asustes así! —parecía como si ella estuviera conteniendo una sonrisa, pero sólo podría ser mi imaginación— ¿Entonces, qué es lo que toqué?

— H2o y cloruro de sodio, ¿Tengo que poner términos sencillos para ti?

— No, no —le dije apretando los dientes descubriendo que no era nada más que agua salada.

Terminamos de limpiar el desorden y me senté en una esquina. Me aseguré de darle espacio para moverse. La vi trabajar en silencio mientras sostenía un cuaderno y lápiz en mano. Esto es tan aburrido, pensé golpeando distraídamente el lápiz sobre la mesa.

— Voy a romper ese lápiz si no te detienes.

Parecía como una madre hablando con su hija desobediente, murmuré una breve disculpa y bostecé en voz alta.

— ¿Te estoy aburriendo? —vi claramente una sonrisa en su maldito y lindo rostro. Lo estaba haciendo intencionalmente ¡Para deshacerse de mí! Dos pueden jugar este juego.

— No para nada — sonreí dulcemente—, de hecho estoy disfrutando mucho esto, Mina. Gracias por esta maravillosa oportunidad.

Ella me dio una verdadera y genuina sonrisa. Por San Taeyeon ¡Esa sí es una sonrisa!

— Tal vez debas conseguir otra tutora.

— Vuelve a tu experimento, Einstein —saqué mi bolsa de Skittles sin que ella me viera— Estaría encantada de que vieras un nuevo proyecto en el que estoy trabajando. Podrías venir a mi casa y verlo, algunos lo tomarían como coqueteo, ya sabes — sonreí cuando vi un ligero color rosa en sus mejillas— Obviamente no lo hago, porque tú te comportas como una mierda.

¿Acaso la acabo de insultar? Quizá deba pensar antes de hablar. Mina no dijo nada, ella siguió adelante con lo que estaba haciendo. Estaba muy perdida, sin embargo le pregunté muchas cosas con el fin de romper la tensión. Ella las respondió amablemente.

Entonces pasé a mi segunda opción ser agradable y conseguir que me tenga confianza. Estaba a punto de pedir disculpas cuando el timbre sonó indicando el fin del almuerzo. Recogí mis cosas y me dirigí a la puerta.

— Lo siento, Mina. Nunca pienso cuando hablo, me arrepiento mucho de lo que dije, quiero que sepas que te considero muy agradable —no me dió la cara ni por un segundo. Siguió ignorándome, evitando completamente el contacto visual— Voy a entender si no quieres que vuelva mañana —todavía nada.

Así que me fui.

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