𓏲 Capítulo 23

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Mina

Cometí dos grandes errores en mi vida: ¿Cómo saqué de mi vida a la chica que sacó lo mejor de mí? Ella me mostró que hay más en el mundo que solo sustancias y ecuaciones.

Recuerdo cómo fué el primer día que se acercó a mí.

— ¿Qué quieres? —pregunté de mal humor, había tenido un día largo y no quería hablar con ella. ¿Por qué tendría que hacerlo? La gente sólo se acerca a mí cuando quiere algo.

— Necesito... Bueno, no exactamente necesito... Quiero... No, yo no quiero.

Ella parecía tener miedo. No la culpo. La gente me encuentra intimidante, pero ella sólo era una chica, una rata de laboratorio. Ella me acorraló por lo que debe tener agallas.

— Yo estaría muy agradecida si me harías el honor de ser mi tutora de química.

Allí esta. He perdido la cuenta de cuántos estudiantes me han pedido que sea su tutora. Sentí un poco de decepción, esperaba algo mejor. La miré y le sonreí— No —dije con amargura.

— ¿En serio? ¿Esa es tu única respuesta? ¿No?

— Sí, ahora deja de perder el tiempo.

Mientras me alejaba oí que me gritó. Oh, vaya la rata de laboratorio sabe defenderse.

Sin embargo, ella no se rindió.

Me pregunté por qué nunca me preguntó cómo es que sabía su nombre. Hemos estado yendo a la misma escuela juntas desde el primer año; sólo la veía de pasada, nunca hablamos hasta ese día. Tuvimos un par de clases juntas el año pasado. Es fácil recordar a la chica con una seria obsesión por los Skittles.

Finalmente accedí a ayudarla, pero no a causa de su oferta de limpiar el laboratorio. Pensando en ello, sólo había algo en ella que me hizo decir que sí; Su persistencia, su sonrisa, la forma en que me hablo. Ella era honesta, un poco vengativa, pero nunca tuvo malas intenciones. En mi existencia he aprendido que cuando uno da, todo lo que hacen las personas es tomar.

Chaeyoung era diferente, ella me dió tanto, cuando lo único que yo hacía era enseñarle química.

Poco a poco empecé a verla como una amiga. Luego esos sentimientos de amistad se convirtieron en algo más. No puedo precisar el momento cuando supe que estaba cayendo por Chaeyoung, todo lo que hice fue mostrar mis sentimientos por ella.

Todo eso se juntó con la expresión en su cara cuando le hice comer fruta para un experimento. La tarde, en el que ella pensó que estaba dormida y se puso mi bata y tomó mis gafas. La noche que bailamos juntas. El día que cenó conmigo y mi madre. Y los más importante, cuando fue a mi casa mientras estaba enferma

"Me gustas, Minari"

Esas palabras me hicieron tan feliz. Por supuesto, Chaeyoung estaba enferma y delirando. Murmurando cosas como: Arcoíris y casas hechas de Skittles. Después que ella me dijo eso, la arropé, aún recuerdo la sonrisa en su cara cuando besé su frente y le susurré un: buenas noches.

De todos modos, cuando descubrí que el sentimiento era mutuo, no podía esperar para besarla. Habían veces que sólo quería envolver mis brazos a su alrededor y abrazarla con fuerza. Yo estaba seguro que sus besos eran tan dulces como los Skittles, y tenía razón.

Ella tenía el sabor del arcoíris.

Chaeyoung fue atacada por los rumores de los estudiantes que se enteraron de nuestra relación.

No estaba preocupada, hasta que oí lo que le dijo Yugyeom. Estaba al final del pasillo y la ví parada junto a Chaeyoung con esa sonrisa maliciosa que siempre traía

Entonces cometí el peor error de mi vida. Le rompí el corazón, mientras hablaba con ella pude ver claramente que quería llorar, pero no lo hizo, se mantuvo firme. Traté de convencerme que esto era lo mejor para ella, y creí que merecía que me tirara la llave en mi cara, pero no lo hizo. Cuando salió, susurré su nombre, pero todo lo que pude decir fue: Lo siento.

Pocos días después que rompí con Chae tuvo que tomar la prueba. Hablé con el Sr. Wang antes que entrara al aula, le pregunté cómo estaba. Me dijo que nerviosa y no pude evitar sonreír. Sabía que iba a lograrlo.

Pasó una semana, no podía aguantar más. Chaeyoung era lo único en mi mente, y verla de pasada no era suficiente. Necesitaba hablar con ella y necesitaba besarla. Cuando la ví perfectamente en vestido supe que ella era lo único que yo quería en la vida.

Aunque sus últimas palabras fueron desgarradoras para mí corazón.

— ¿Hija?

Salí de mis pensamientos y me senté en la cama mientras mi padre entraba a mi habitación.

— Entra —dije en un tono de incertidumbre, ya no me importaba lo que podía pensar de mí viéndome en la cama tan tarde.

Él miró alrededor, lógico, no ha entrado aquí en años, su vista se fijó en la bata blanca colgando en mi armario.

— ¿Aún la tienes? —preguntó con incredulidad.

— Sí, la uso todos los días.

Una sonrisa se formó en sus labios.

Era la vieja bata de laboratorio que mi padre me dio antes de irse. Es uno de los pocos buenos recuerdos que tengo de él, y es agridulce. Él la envolvía alrededor de mis hombros, era demasiado grande para mí, recuerdo que tropezaba con ella. Ahora me queda como un guante, demuestra cuanto tiempo ha pasado desde que se fué.

— Entonces, ¿Qué haces aquí?

— Vine a disculparme.

— ¿Por qué?

— La forma en la que te he tratado, esa no es la forma que un padre debe tratar a su hija. Nunca fuí el tipo de padre que pueda llevar a su hija a jugar o al cine, en realidad todo lo que un padre debe hacer. Todo lo que sé es ciencia, es todo lo que te enseñado. Dejé que mi trabajo se interponga entre mi matrimonio y mi relación con mi hija. Por eso.

— Gracias.

— También me gustaría pedirte disculpas, por como traté a tu noviaZ Yo sólo quiero lo mejor para ti, pero fui por el camino equivocado. Me gustaría verla y disculparme personalmente con ella.

La sonrisa que apareció hace poco en mi rostro desapareció— Sí, yo creo que no va a ser.

— ¿Eso por qué?

— Metí la pata. Yo pensaba que estaba haciendo lo mejor para ella, pero... ésta vez parece que no tuve razón —me detuve consciente de la coincidencia que tuve con mi padre.

— Tal vez somos más parecidas de lo que pensábamos —me reí un poco—. Pero, no seas como yo hija, sé inteligente.

— Sólo quería protegerla.

— Desde mi punto de vista, me parece que la chica no lo necesita.

— ¿Cómo puedo solucionarlo?

— Eres una científica, encuentra la solución —se puso de pie para irse—. La próxima vez que vayamos a cenar voy a dejar mi teléfono —él sonrió—. Un paso a la vez.

— Papá —dije cuando estuvo a punto de salir—, gracias.

Durante las siguientes horas pensé en la conversación; me quedé sentada mirando mi bata blanca.

Tal vez es hora de dejar mi bata de laboratorio.

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N/A: ¿Listos para el final? 🫶🏻

❝ El lado dulce de la química ❞ || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora