𓏲 Epílogo

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— Jeong.

— Mina.

Momo y yo mirábamos desde la sala a las dos chicas que tenían su mirada fija en la otra, mientras nosotras comíamos skittles y palomitas. Las cinco, incluyendo a Sana, que aún no llega, vamos a tener una noche de películas y esta es la primera vez que Jeong ve a Mina desde que estamos juntas. Mina acaba de llegar y Jeong no le dió una buena bienvenida. Se dieron la mano con firmeza sin romper el contacto visual.

Momo me dió un codazo— Voy a solucionar esto —susurró, ella lanzó una palomita al aire y la atrapó con su boca. Se levantó del sofá—. Muy bien chicas, desde allá se siente la tensión. Mina ve a saludar a Chaeyoung — la empujó a mi dirección—. Dales algo de privacidad — oí que Momo le murmuró a Jeong antes de llevársela a la cocina.

— Hola —le dije, con cuidado escondí mi tazón de skittles bajo la almohada y me levanté a darle un abrazo.

— Hola mi maldita novia —ella sonrió ligeramente ajustando sus gafas—, ¿Has estado comiendo skittles de nuevo?

— Por supuesto que no. No es sano comer mucho dulce.

— ¿Estás mintiendo? —dió un paso adelante.

Nerviosamente retrocedí, mi pierna rozó la almohada y un montón de skittles cayeron al suelo. Maldije en voz baja, me congelé cuando vi la sonrisa en su rostro, y en un abrir y cerrar de ojos estábamos recostadas en el sofá.

Todo lo que podía pensar era: ¿Qué pasa si Jeong entra? De seguro le da una crisis existencial.

— Quiero probar el arcoíris —todo fue en cámara lenta. Se inclinó y me besó.

— De verdad odio interrumpir —Momo se aclaró la garganta—, pero si no quieres que Jeong mate a tu novia es mejor que se separen.

Tal vez deberíamos.

En un movimiento rápido empuje a Mina al suelo cuando vi la silueta de Jeong.

— ¿Qué pasa?

— Nada, nada de nada —respondí—. Sólo que Minari se ofreció a levantar todos los skittles.

Jeong parecía querer ahorcar a Momo. Ella nos miró con complicidad y mantuvo sus ojos en nosotras mientras se acomodaba en el sofá. Se sentó como una reina en su trono con un tazón de palomitas en su regazo.

— Uh, Minari, ¿Me acompañas por unas bebidas? —pregunté.

Mina se levantó sobando su brazo— Por supuesto —me siguió—. ¿Está todo bien? —preguntó mientras sacaba dos botellas de la nevera.

— ¿Puedes hablar con Jeong esta noche? —ella me miró con confusión—. Ella cree que me vas a hacer daño, así que te estará observando. Ella es mi amiga y tú eres mi novia traten de llevarse bien. A menos que la puedas convencer que no eres una "Rompe corazones con ojos del mal".

Mina rió— ¿De verdad me dice así?

— Ese no es el punto —le pisoteé el pie.

— Chaeyoung cálmate. Voy a hablar con ella y seremos las mejores amigas, hermanas de otra madre.

— Ahora volvamos allá y has que te ame — dije mientras abría la puerta.

La cosa fue así: empujé a Mina para que saliera pronto, ella tropezó con Momo que trataba de mantener a Jeong fuera de la cocina. Mina y Momo chocaron, Momo cayó en los brazos de Jeong, ella tropezó con sus pies y ambas compartieron un beso esquinal.

— Vaya — murmuró Mina.

Momo se separó rápidamente de Jeong— ¡Tiempo de película! — gritó y agarró a Jeong de la mano para que se sentara junto a ella.

Mina tomó mi mano y fuimos al sofá. Todo estaba tranquilo hasta que Jeong estornudó.

— Me escupiste todo, idiota —gritó Momo.

— ¿Qué te hice?

— Existes, respiras. ¡Eres una loca con calzones de vampiros!

Jeong me miró— ¿Le dijiste?

— No —grité en defensa. Tal vez lo hice, pero mejor me mantengo fuera de esto.

— Chaeyoung —susurró Mina—, hay que darles privacidad, vamos.

— ¡Tú! —Jeong apuntó a Mina—, no te aproveches de esto.

Ambas la ignoramos y las dejamos solas. Después de caminar tres calles decidimos volver. Abrí la puerta y asomé la cabeza.

Todo estaba en silencio

Tal vez Momo ya mató a Jeong.

Cuando estuvimos en la sala, Mina fue la primera en decir algo— Oh por...

Con mi mano cubrí su boca. Frente a nosotros estaban Jeong y Momo besándose. Cuando se dieron cuenta de nuestra presencia, se alejaron.

— Si alguna de ustedes dice que no es lo que parece, juro que las voy a golpear —amenacé.

— Bien —Jeong se encogió de hombros—, ¿Podemos simplemente ver la película?

En ese mismo momentos tocaron el timbre— ¡Yo voy! Debe ser Sana —Momo saltó de su asiento.

— Yo te acompaño —Jeong la siguió.

Negué con una sonrisa. Mina se aprovechó de la situación y se sentó en el sofá conmigo en su regazo.

En la entrada apareció Sana con una caja de pizza. Momo y Jeong se sentaron juntas, no hace falta decir que voy a cobrar mi venganza por todas las vergüenzas que Jeong me hizo pasar.

Antes que comenzara la película, Mina me dió un sonoro beso en mi mejilla.

Quizá este no sea el final de nuestro arcoíris.

Mina y Chaeyoung son como los productos químicos; chocan y se atraen fuertemente. Ambas forman un enlace más dulce que los Skittles.

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❝ El lado dulce de la química ❞ || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora