La Casona [Pausada]❌🔥

Capítulo 4

Karol
Entrecerré mis ojos agudizando la vista y me encontré con una patrulla en medio de la carretera. Claro, eso fue segundos antes de que una mano gigantesca agarrara la parte anterior de mi cuello y me hundiera entre mis rodillas. Me sobresalté cuando mi frente hizo contacto con el asiento dónde me hallaba sentada, pero me mantuve en silencio.

—Teo no saques tu arma, déjame a mi —murmuró Frank mientras disminuía la velocidad del auto.

—Es por precaución. —Sacó el arma y le quitó el seguro.

Hasta aquel momento catalogaba a Logan como el típico líder sin escrúpulos y a Teo como el principiante que acataba órdenes. Pero al ver la agilidad con la que agarró su Luger 9mm y se posicionó apegado a la puerta del copiloto listo para salir, no tuve dudas de que detrás de ese rostro inofensivo se encontraba un joven preparado.

—Voy a bajar. Les pido que no intenten pedir ayuda porque...
Y sin permitirle continuar un grito interrumpió sus palabras.

—¡Ayudaaaaa! ¡Policíaaaaaaa! ¡Ayu...! —Logan cubrió la boca de Helen y seguidamente la retiró.

—Casi me aturdes, lo único que acabas de demostrar es que no mereces estar desatada y muchos menos con la boca expuesta. Yo voto por amordazarla —propuso Logan y soltó mi cuello para que pudiese incorporarme.

—¿Qué hacen los policías de Rhode Island en medio de la central de Boston? —preguntó retóricamente Teo y volvió a guardar su arma. Enfocó su mirada en Frank y este rodó los ojos, abrió la puerta y salió al encuentro de los uniformados.

Asomé mi cabeza y pronuncié el nombre de Rapu, ella me miró molesta con sus labios unidos en una línea que gritaba descontento. Me pareció como si me culpara por todo lo que estaba sucediendo y la verdad yo lo hacía también. Me pregunté varias veces porqué la trajeron conmigo si no tenía nada que ver con lo que decían ser mi pasado. Entonces me propuse lo de horas atrás, cuando todo comenzó: cooperar.

—¿Saben qué es lo mejor de formar parte de una compañía asociada al FBI? —cuestionó Logan alternando la mirada entre mi amiga y yo. Negamos con la cabeza y prosiguió—. Que todos los departamentos de policía nos conocen y los criminales tienen una idea de que existimos pero es muy difícil que nos descubran. A lo que quiero llegar es que de nada sirve que griten, pataleen y lloren cada que nos crucemos con patruyas, porque es muy posible que se trate de gente perteneciente a nuestra comunidad, por tanto, da igual que intenten llamar la atención... Eso va para ti, Rapunzel, o como quiera que te llame la psicóloga.

—Teo sacó un arma hace un rato y tú me obligaste a esconderme ¿Por qué? —destaqué arqueando una ceja. Si quería entender lo que ocurría debía ponerme las pilas y entrometerme en cuánto detalle raro pasara ante mis ojos.

—Yo no soy poli, Teo tampoco lo es. Sin embargo vestimos como ellos. Nunca sabemos con qué clase de departamento policial nos cruzamos hasta que estamos lo suficientemente cerca como para corroborarlo, podrían ser disfraces o una mala jugada, nunca se sabe.

—¿Y de qué habla Frank con ellos?

—¿Por qué decidiste estudiar diseño informacional? ¿Sabías que tienes futuro como periodista? Haces muchas preguntas psicóloga —contestó entrecerrando los ojos. Su mirada se deslizó hasta mis labios y lamió los suyos.

—¿Por qué me dices psicóloga?

—¿Cómo hiciste para chantajear a tu profesor de filosofía? ¿Qué métodos usas para tener el control de todo lo que te rodea? Y muy importante: ¿Qué le dices a esta chillona para que se calle cuando se lamenta tanto de su "desgraciada" vida?

—¿No eres capaz de responderme una pregunta sin usar otra pregunta? ¿Qué tan divertido es espiarme? ¿Qué se siente ser un títere? —lo enfrenté usando sus mismas armas de defensa verbal. Nuestros ojos no rompieron la conexión mientras nos atacábamos, hasta que la voz de Teo nos hizo callar.