Historia donde Lucy se comió la Diamond Diamond no mi, modelo: Diamante Blanco, obviamente en su niñez...
Se preguntaran... ¿Por qué una bendita infante, de todas las personas, tiene tremenda fruta en manos? Simple, un pescador, actualmente retirad...
Por cierto ¡Gracias por hacer que esta historia que apenas esta iniciando este en el top 5 de Luffyfem!
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Ahora si....
¡Empecemos!
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-Punto de vista: nadie en general.
-Salto de tiempo: unos días después.
Una hermosa tarde se presenta en Villa Fossha, los pocos niños jugando cerca de sus casas, los vendedores ganándose los berry de cada día, las comadres comprando el número de la lotería, y en hermosas tardes como esta.
Se oye el grito de un capitán pelirrojo con tres cicatrices en el ojo.
"¡¿QUE ANCHOR HIZO QUE!?!"-
Sep, una tarde bastante normal en Fossha desde que el barco de los pelirrojos llegó hace un año ¿Qué habrá hecho la pequeña niña como para que el capitán grite así?
Veámoslo adentrándonos al Party's bar.
"¿¡¿COMO QUE ANCHOR SE ENFRETO A LOS BANDIDOS MIENTRAS NO ESTÁBAMOS?!?"- Le pregunto el pelirrojo a la barman"
"Jeje..... Lo hizo, pero eso fue hace ya un buen rato, se fue a su habitación después de eso a bañar. Igualmente no creo que te debas preocupar tanto"- dijo la peliverde quien limpiaba un vaso con una pequeña gota de sudor en su frente por el comportamiento del pelirrojo.
"Pero... Es que....."- soltó un suspiro -"yo quería ver como peleaba Anchor.... Además quería ver si se sabe defender bien...."- dijo con un puchero, añadiendo lo último por el posible golpe que le daría su buen vice-capitán quien lo fulminaba con la mirada desde la puerta de entrada, susurrando un "debí de acabar con esos novatos más rápido... " de último.
"Es bueno que te preocupe tanto la pequeña Lucy-chan, capitán. Pero te puedo asegurar de que esta mucho más que bien. E igualmente ¿Cómo les fue con la pequeña Amatista?"- le pregunto la peli-verde al capitán mientras dejaba a un lado en la barra el vaso que limpió. Apenas cambio de tema el ánimo del pelirrojo subió considerablemente, pero volvió a bajar cuando cierto fumador entró y lo interrumpió antes de que siquiera dijera una palabra.
