Historia donde Lucy se comió la Diamond Diamond no mi, modelo: Diamante Blanco, obviamente en su niñez...
Se preguntaran... ¿Por qué una bendita infante, de todas las personas, tiene tremenda fruta en manos? Simple, un pescador, actualmente retirad...
¡Feliz cumpleaños Luffy! Esto lo publico únicamente por eso, no busquen mucho sentido ya que ando qué me muero de sueño y quería publicarlo de una vez.
Jeje, ¡ya los dejo con su lectura!
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-Salto de tiempo: 9 años después.
-Lugar: habitación de Lucy.
Nos encontramos en una habitación un tanto peculiar, esta habitación tenía una temática de constelaciones en cada esquina. En el escritorio, el armario, los puf, la ropa de la cama... Hasta en la puerta habían pegatinas de estrellas que brillan en la oscuridad! Todo en aquella habitación brillaba en la oscuridad en verdad.
Hay que mencionar que hay varias botellas de diferentes bebidas alcohólicas regadas por el suelo de todo el lugar.
Pero no vinimos a hablar o criticar de los gustos decorativos de quien lo decoro y a quien le pertenece la habitación. Si no en una figura que se encontraba en coma, quiero decir, dormida en la cama llena de peluches de animales y con una que otra botella al rededor.
Aquella persona estaba empezando a despertar debido a una alarma que tenía en su mesita de noche, o se supone, ya que había una lechuza que le estaba levantando a picotazos. Al destaparse, se pudo notar un alborotado cabello blanquecino junto con unos peculiares ojos grises con pupila blanca en forma de rombo con bolsas debajo de ellos. Esta era nuestra protagonista ahora adolescente que recién se despertaba con un poco de resaca que se le quito rato después de despertar.
La peli-blanca aun medio dormida se terminó de quitar la cobija y se sentó en el borde de la cama dejando ver que traía puesto, una pijama qué consistía en una franela negra holgada y un pantalón de pijama largo con estampado de ositos. Aún un poco ida, la peli-blanca dirigió su mirada hacia el calendario con igual temática de constelaciones que se encontraba en su mesita de noche.
"Hoy es... ¿Qué es? ... Oh, el día del niño... ¡El día del niño!"- dijo una adormilada peli-blanca, que con rapidez se levanto de donde anteriormente había estado sentada.
Rápidamente agarro todas la botellas y las tiro en un contenedor que tenía en una esquina. Se dirigió a una de las puertas de aquella estrellada habitación, sacando un conjunto de ropas de color rosa pastel con algunos moños blancos y detalles dorados junto con unas botas altas de color blanco con la plataforma de color dorado.
"Ay, es demasiado rosa y me haría parecer, no sé, una de esas chicas de los cómics... Pero Makino dijo que le encantaba como me quedaba este conjunto... Ay Makino las cosas que me haces hacer"- fue el pensamiento de aquella peli-blanca antes de rascarse la cabeza con frustración y lanzar descuidadamente aquel conjunto en la cama en la que estuvo anteriormente dormida, aunque antes de dirigirse a donde sea que iba una voz la detuvo.
