2. Aroma fuerte

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Todos los alumnos tenían permitido faltar en su temporada de celo, a pesar de existir los supresores tan avanzados para desaparecer todos los síntomas, pero al largo del tiempo aquello causaba un efecto secundario.

El aroma desaparecía por completo.

Por ello se tomaban sólo por receta médica y bajo ciertas circunstancias, no deseaban provocar que los alumnos vivieran con esa consecuencia de por vida sólo para poder asistir a tomar unas clases.

Hoseok noto algo raro, Yoongi no faltó ni un solo día, los celos de los Alfas eran diferentes, pero aún así.

Cada vez que lo veía en las clases le provocaba cierta curiosidad.

— ¿Por qué no sólo le preguntas? — cuestionó Jimin sin dejar de escribir en su libreta.

— Oh Claro, por que no lo pensé antes, sólo debo llegar y preguntarle ¿por qué no te faltaste ni un solo día? ¿No tienes celo? ¿Eres un alfa defectuoso Min Yoongi? — habló con sarcasmo dejando de escribir.

Jimin iba a responder, pero guardo silencio al ver a Yoongi detrás de su mejor amigo.

— ¿Está detrás de mi? — preguntó Hoseok sintiendo su corazón acelerarse.

— Si soy o no un alfa defectuoso no es tu problema — respondió Yoongi alejándose, tomando asiento en otro lugar.

Hoseok suspiro, pasó las manos por su cara y cabello, se sentía frustrado con toda esa situación.

— ¿Soy un idiota? — preguntó escondiendo su rostro en el libro.

— Creí que lo sabias desde que tienes una lista que debe de cumplir una persona para enamorarte de ella — respondió Jimin sonriendo.

— Tonto — habló volteando a ver a Yoongi, quien se encontraba demasiado concentrado leyendo un libro.

No sabía por qué o qué, pero había algo en Yoongi que lo atraía demasiado.
Tenía que correr si no deseaba que la lluvia lo mojara más después estaría todo apestoso con olor a perro mojado.

Sonrió al ver un paradero cerca, esperaba pronto tener su auto de vuelta.

— ¿Me estas siguiendo? — la voz de Yoongi hizo que se detuviera en seco.

— ¿Qué? No — respondió avanzando el último tramo, quedando debajo del techo de cristal para protegerse de la lluvia.

El silencio después de eso fue abrumador, cada uno tratando de mirar a donde sea, menos a donde se encontraba el contrario.

Hoseok dio algunos pasos, para poder ver cuando llegará el autobús, pero un auto pasó con prisa, Yoongi se acercó, girandolo con rapidez, ocultandolo detrás de un anuncio, evitando que los dos se cubrirán más de agua.

— Ten más cuidado — murmuró el mayor aún sin soltarlo.

El menor sentía su corazón acelerarse al estar tan cerca del mayor, más al sentir ese aroma en su nariz, el mismo que había sentido el primer día que conoció a Yoongi.

Limón y menta, aromas demasiado suaves.

— Hueles muy bien — sus labios soltaron sus pensamientos tan rápido como se formaron en su mente.

— ¿Puedes sentir mi aroma? — Yoongi se separó, viendo con algo de confusión al menor.

— Si. ¿Por qué? — Hoseok deseaba acercarse para volver a tener aquel aroma entrar por sus fosas nasales.

— Por nada — Yoongi se separó acomodando sus cosas —. Me tengo que ir — terminó de decir antes de alejarse y subir al autobús.

El menor se quedó viéndolo partir, no entendía que de malo era que pudiera sentir su aroma, era algo normal que pudieran sentir el aroma de otras personas.

Pero si la idea que había tenido más temprano, si Yoongi había usado demasiado tiempo supresores, por ello ahora no podía tenerlos, por ello su sorpresa de que pudiese el sentir su aroma.

— No te entiendo Yoongi — murmuró recargandose en el anuncio.

Ese mismo autobús era el que lo llevaría más cerca de su hogar. Ahora lo había perdido por estar pensando en el delicioso aroma de Yoongi, quizá ahora sería mejor tomar otro autobús, deseaba comprar un par de frascos nuevos de aceites esenciales.

Limón y menta, deseaba que su habitación tuviese aquel aroma, quizá ahora sería gracias a su humificador, después por el aroma que con algo de suerte dejara su aroma impregnado en toda la habitación.

Una vez en el autobús, busco su libreta, donde tenía aquella lista, tachando el segundo de los requisitos.

Su mente aún no procesaba por que tachaba cada uno, pero era lo que su corazón le dictaba y entonces estaba bien

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Su mente aún no procesaba por que tachaba cada uno, pero era lo que su corazón le dictaba y entonces estaba bien.

No encajas en mi lista - YoonseokWhere stories live. Discover now