10. Que me ame no solo por ser un omega pt. 1

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Año 1999

— ¿Y mami? — preguntaba un pequeño de solo cuatro años, casi cinco mientras dibujaba en su libro.

— No tarda amor — respondió su padre acariciando el cabello de su pequeño.

Hoseok estaba tan concentrado dibujando y era tan pequeño para comprender algunas cosas de los adultos, que no presto atención en las noticias que daban en la televisión, habían encontrado otros diez cuerpos de omegas hombres que desaparecieron días anteriores, todos con el mensaje escritos en su cuerpo con navajas "eres una abominación".

Los omegas hombre eran una especie particular, al igual que las mujeres alfa, pero a ellas se les respetaba, por el rango que tenían, mientras que a los omegas hombre, los veían como lo peor que podía tener la sociedad, hombres que necesitaban de un miembro dentro para sentir placer, que se abrían de piernas tan fácilmente, que podían quedar preñados.

Desde inicio de año, las noticias habían sido manchadas de sangre, por tantos omegas hombres desaparecidos, encontrados días después muertos, hasta aquel día, sumaban cerca de treinta mil casos, los cuales las autoridades tomaban a juego, pues no hacían nada, justificando que si eran omegas hombres no debían salir y exponerse, dejando toda la responsabilidad en ellos.

El padre alfa de Hoseok miraba el reloj y las noticias. No había forma de comunicarse con su esposo, se puso de pie al escuchar el sonido de la puerta, vio a entrar a su omega, corrió rápidamente y lo abrazo.

— Estoy aquí, tranquilo — murmuró el omega, rodeando el cuerpo de su alfa.

Hoseok se puso de pie, acercándose a sus padres, mostrándole el dibujo que minutos antes había hecho, eran ellos tres, jugando en el parque que estaba cerca, al que habían dejado de ir desde que inició el año y los casos fueron más notorios.

— Mira, somos nosotros. ¿Cuándo iremos nuevamente al parque? — ambos adultos se observaron ante la pregunta de su pequeño hijo.

— Pronto, ahora hay que cenar algo delicioso para después ir a la cama — habló el omega, caminando a la cocina, siendo seguido de su esposo alfa.

Los días transcurrieron igual que siempre, dos meses después, alguien tocó a la puerta, era un oficial de policía, Hoseok vio como su padre alfa lloraba desconsolado, se acercó para abrazarlo, reconfortarlo un poco, no sabía por qué su padre lloraba, pero necesitaba estar ahí para él.

Su padre había muerto, había sido un número más para los policías, un omega tonto que sabiendo de los peligros había salido a trabajar, encontrándose en el camino con la muerte.

Hoseok jugaba con sus piecitos, pues aún no alcanzaban el suelo, su padre lo había llevado a un lugar donde había muchos adultos, muchos de ellos pasando con prisa por el lugar.

El alfa había tenido que ir a reconocer el cuerpo, llorando inconsolable al ver a su esposo en aquella mesa, la marca en su cuello, los pocos restos de su aroma que indicaban el miedo que había tenido antes de morir.

Aquel horrible letrero grabado en su piel, tuvieron que calmarlo, Y que estaba llorando, rogando a lo que sea que este por encima de ellos para que todo eso fuera un mal sueño, una pesadilla horrible, en lugar de eso, estar en su sala, viendo películas mientras Hoseok se queda dormido en sus brazos.

Hacerle el amor por las noches mientras le dice que es lo más hermoso en este planeta y que siempre lo va a cuidar.

Pero no pudo, no pudo cuidar a la persona que más amaba y lo hacía feliz, la persona que le dio un bebé hermoso que era idéntico a él.

Un bebé que esperaba que cuando creciera fuera un alfa, para que no tuviera que preocuparse de un día no regresar a casa a salvo.

Hoseok había terminado de crecer, estaba por cumplir los doce, todo indicaba que sería un alfa, por lo que su padre no se preocupaba, hace años sabía lo que le había ocurrido a su padre omega, por ello, cada noche le rogaba al cielo que se presentará como un alfa, no deseaba morir.

Pero aquella noche, su aroma lo delato, el celo, lo caliente de su cuerpo y la lubricacion en su entrada.

Hoseok era un omega.

No encajas en mi lista - YoonseokWhere stories live. Discover now