Los Misterios Del Crucero

El secreto sótano

Comimos en un restaurante lujoso, con vistas a la piscina, fue super divertido ver cómo la gente se lo pasaba súper bien.
Nos pusimos a pensar. Nosotras no podríamos estar ahí hoy a la tarde, teníamos que bajar al sótano...

Ya eran las 16:40 y todavía estabamos en nuestra habitación. Al final salimos de ella y nos pusimos a buscar el sótano, miramos por los 3 pisos que tenía el crucero y nada.
Las 16:55, estabamos en el piso más bajo del crucero, y no había rastro de ningún sótano. Nos cansamos de tanto buscar y decidimos preguntar a alguien que estaba en la cafetería:

- Perdona, sabes dónde está el sótano? - le pregunté

- Como? En este crucero no hay ningún sótano!

- Ehh, bueno v-vale gracias...

Como que no había ningún sótano? Y donde se supone que habíamos quedado con el chico? Eva y yo nos empezamos a asustar y muy confundidas empezamos a volver a nuestras habitaciones. Todo era muy raro, se nos aparece un chico y queda con nosotras en el sótano, el cual no existe.
Nada tenía sentido.

Mientras estábamos sumergidas en nuestros pensamientos, escuchamos algo que nos hizo volver a la realidad. Venía de detrás nuestro, poco a poco empezamos a darnos la vuelta para ver que era ese sonido. En cuanto nos dimos la vuelta vimos algo que nos asustó mucho.

Se estaba abriendo una puerta en el suelo. Nos empezamos a acercar y cuando ya estábamos lo suficientemente cerca nos dimos cuenta de que la puerta daban a unas escaleras muy oscuras que llevaban aún más abajo de lo que ya estábamos ( más abajo del primer piso). Cosa muy difícil de creer.

- Bajamos? - pregunto Eva

- Como? Pero tú estás loca? Cómo vamos ha bajar ahí abajo! Puede haber cualquier cosa... - con solo pensarlo ya me estaban entrando náuseas.

- Vamos - dijo ella toda segura

Y sin darme tiempo a responder empezó a bajar. Yo no podía hacer otra cosa más que siguirla, así que, fui detrás de ella.
Llegamos abajo del todo, todo estaba muy oscuro y no se veía nada. La única luz que había era la de una diminuta ventana que daba hacia el mar.

Nos quedamos las dos alucinadas cuando derrepente una voz sale de la oscuridad.

- Hola chicas, pensaba que no lo encontraríais.

Al parecer, habíamos encontrado el sótano...