Día 09: Primera cita

268 17 0
                                    

Pareja: Remus Lupin x Draco Malfoy.

Diferencia de edad. Mundo alterno sin Voldemort. Mundo moderno.

Con impaciencia, Draco revisó la hora en su teléfono celular por séptima vez. Para su desgracia solo habían pasado cinco minutos desde que lo hizo por primera vez.

Por un breve momento, el chico se permitió considerar que él no llegaría... pero desechó rápidamente esa idea. Había insistido demasiado para dejarse vencer por unos minutos de impuntualidad.

Claro que sí Draco pudiera describirse a sí mismo con una palabra, aparte de atractivo, sería persistente. Sin embargo, el resto que lo conocía, en especial su mejor amiga Pansy, dirían que era un terco. ¿La diferencia entre ambas cosas? No le interesaba, siempre y cuando lograra lo que se planteaba.

—¿Draco?

La voz del hombre hizo a Draco girar la cabeza. El más joven no pudo evitar la sonrisa que se formó en su rostro, sonrisa que se ensanchó cuando Remus Lupin tomó asiento enfrente de él.

—Pensé que tardaría un poco más, profesor.

El hombre negó con la cabeza, nervioso ante el título que el chico decidió usar con él. Draco siempre se refirió de esa manera coqueta cada vez que se encontraban en algún pasillo o lugar de la Academia de Sanadores.

Remus terminó sus estudios en esa misma Academia un par de años atrás y cuando el estrés de trabajar en San Mungo se volvió insoportable, decidió aceptar el puesto de profesor que le había sido propuesto desde hace tiempo... nunca imaginó que tendría al hijo de Lucius Malfoy entre sus alumnos.

—Ya no soy tu profesor, Draco.

El rubio alzó una ceja perfecta.

—Gracias a Merlín.

—Podríamos celebrar por eso —comentó Remus, recuperando poco a poco la confianza.

Draco se sonrojó levemente, mordiendo su labio.

—Ah, mire, ahí está la chispa del hombre que llamó mi atención.

Remus sonrió, pero esa sonrisa se desvaneció hasta convertirse en una mueca.

—Draco...

—Estoy diciendo la verdad.

—Lo entiendo solo que hace poco aún era tu profesor y, siendo honesto, esto es jodidamente extraño.

—No tiene que ser así. Quiero conocerlo y quiero que me conozca más allá de lo que sabemos el uno del otro.

El castaño mantuvo el contacto con los ojos grises de su ex alumno, esos ojos que los últimos meses lo habían atormentado más de lo que quisiera admitir.

—Si es así, no deberías llamarme de usted.

—¿Por qué? ¿No le gusta que le hable de esa manera? A mí me gusta, aparte, sé cómo reacciona cuando le digo señor.

Draco terminó su palabrería batiendo las pestañas con fingida inocencia.

—Draco, tú, por Merlín, vas a ser mi muerte —Remus soltó un suspiro—. Claro, si tu padre no me mata antes.

Draco se rio ante lo último.

—Mi padre no logró que renunciará a ser sanador, tampoco me hará que renuncie a ti, Remus.

Remus asintió con la cabeza, aceptando de una vez por todas que él no era un juego o una simple noche para el hombre más joven.

—Lo sé, Draco. Simplemente he de aceptar que entendería la molestia de tu padre. No creo que sea una buena noticia saber que su hijo sale con alguien que le dobla la edad y, sobre todo, con un...

—No lo digas, Remus. No me importa ese detalle, te lo dije desde la primera vez.

Remus se guardó su respuesta cuando el mesero muggle se acercó a dejar dos tazas de café, pero le era imposible no volver a mencionar ese tema porque el sentimiento amargo que le dice que arruinara la vida del joven enfrente de él no lo abandonaba desde hace semanas.

Cuando el mesero se retiró, Draco le dio una media sonrisa.

—Espero que no te moleste que haya ordenado.

—Para nada, solo me gustaría...

—¿Pastel de chocolate? También pedí un poco para ambos.

Remus, un poco más animado, sostuvo en una mano la taza de café y bebió un poco. Con la otra mano acarició los nudillos de Draco.

—Hablaremos de eso tarde o temprano, Draco —el rubio asintió en comprensión—. No quiero lastimarte de ninguna manera.

—No lo harás, confío en ti. No me importa en que te conviertas cada luna llena, conozco al hombre que invité a salir. Te conozco, Remus.

Draco miró a Remus con convicción y anhelo, haciendo que el hombre mayor sonriera como no había sonreído en mucho tiempo.

En ese momento, Remus supo que tal vez no todo era una mala idea como imaginaba.

FLUFFYTOBER | Harry Potter fandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora