𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕾𝖎𝖓 𝕲𝖑𝖔𝖗𝖎𝖆. [ℍ𝕠𝕦𝕤𝕖 𝕠𝕗 𝕥𝕙𝕖 𝕕𝕣𝕒𝕘ó𝕟]

IV

Yo, Visenya de la casa Targaryen, princesa y consejera, prometo fidelidad al rey Viserys, y juro mi lealtad a la heredera al trono la princesa Rhaenyra Targaryen, los defenderé de todos sus enemigos, de buena fe y sin engaños. - este fue el juramentado que la joven platinada hizo, y con orgullo levantó su cabeza para ver a su hermana mayor Rhaenyra la cual había sido nombrada heredera al trono de hierro, a pesar de que varios se opusieron a la decisión del rey Viserys, aún asi la voluntad de este habia sido más fuerte que el reclamo de los partidarios de Aegon II, quien había sido proclamado heredero al trono por parte de Otto Hightower, cosa que le costo su puesto como mano del rey al viejo y traicionero Otto.

...

Fuertes gemidos, jadeos y gritos salían de la habitación de la joven princesa, estos se esparcian por uno que otro pasillo cerca de la habitación, retumbando y llegando a oídos de varios sirvientes que se encontraban allí... no tardo mucho en llegar a oídos de la reina Alicent lo que su hijastra estaba haciendo con su tío Daemon mientras el resto del palacio dormía.

Tráeme algo de ropa, y ayúdamea vestirme- ordeno esta a una de las sirvientas.

Si majestad. - respondio esta con prisa.

La reina Alicent caminaba con prisa por los pasillos de aquel enorme lugar, se detuvo al ver frente a ella a aquel enorme hombre, con cabello negro y armadura brillante.

Sir Harwin, por favor apartese y déjeme pasar - Ordeno.

Lo siento majestad, no puedo hacer eso, la princesa Visenya esta descansando y no le gusta ser interrumpida durante su sueño. -contesto este en un tono firme.

Acaso no me escucho, dije que se moviera, su reina le esta dando una orden Sir. - demando nuevamente Alicent esta vez con mayor molestia.

No - replico este manteniendo su postura, el cual fue derribado cuando Sir Cole le tomo por sorpresa dándole un golpe quedando derribado.

La reina te a dado una orden - dijo este, mientras pateaba al pelinegro.

De pronto la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una Visenya muy molesta y con ganas de decapitar a alguien.

¡COMO SE ATREVEN! - Grito la joven con un aspecto sumamente molesto en su cara. - Han interrumpir mi sueño, y peor aún, golpearon en mis aposentos a mi juramentado, esto claramente es una afrenta, pediré su cabeza por este arrebato Sir Criston. - replico la joven mientras ayudaba a poner en pie a Sir Harwin.

Disculpe princesa pero las órdenes de la reina deben ser respetadas y Sir Harwin ha mostrado un gran falta de respeto ante su majestad. - procedió a hablar Sir Criston tratando de defender su posición.

No me importa, estos son mis aposentos y ni el mismísimo rey puede entrar si mi permiso, asi que le pido de la forma más civilizada que escolta a su reina de regreso a sus aposentos Sir. - demando la joven.

No me iré, por favor Sir Criston retírese - dijo la reina.- Visenya, nesecito tratar un tema profundamente delicado contigo.

Sin decir más esta procedió a entrar a la habitación de la platinada, quedándose de pie junto a la ventana.

Sabes Visenya siempre he sentido algo de envidia por tu libertad, sin importar lo que hagas o digas el Rey no ve una gota de deshonra en ti, pero dime algo, ¿acaso tu padre sabe que cojes con Daemon? - cuestiono esta mientras se acercaba a la joven y colocaba uno de sus dedos sobre su mentón.

No se a que te refieres, parece que su majestad a perdido la cabeza, y peor aún se ha dejado llevar por los rumores sin fundamentos de simples sirvientes. - contesto la jóven, quien con una cara palida y un corazón palpitando tan fuerte que podía sentir como si este se fuera a salir en algún momento.

Eres igual de mala para mentir como tu madre, sabes, yo se mucho y escucho mucho también. - volvió a atacar la joven reina mientras tomaba asiento.

No me importa lo que dices saber o escuchar, retirate de mis aposentos. - ordeno la joven platinada con la sangre hirviendo.

La reina Alicent procedió a caminar hacia la salida, no sin antes dar una mirada a la joven y dar sus últimas palabras. -Daemon suele aburrirse de sus putas bastante rápido, ten cuidado de no quemarte al jugar con fuego princesa.- La joven reina no dijo más y abandono la habitación.

Después de un tiempo en la corte, Rhaenyra y Visenya procedieron a volver a su tan calido y anhelado hogar en Dragonstone, ambas hermanas volaban mientras el viento pasada de forma comtemplosa por sus rostros. Aunque Visenya era mucho menor que Rhaenyra ambas tenian una relación muy unida, se amaban de forma fraternal y les puede asegurar que ambas darian la vida la una por la otra.

Rhaenyra sabia bien de la relación de Daemon con Visenya, pero aunque ella no estaba del todo de acuerdo, aun asi, ella amaba ver como le brillaban los ojos a su pequeña hermana cuando estaba con él, es por eso que permitía que ambos se vieran en Dragonstone.

Un rugido se escucho en en cielo, y de pronto se vio descender de entre las nubes a Caraxes, quien sobre el traía a Daemon como jinete, pronto este se unio a las jovenes princesas y continuaron su viaje rumbo a casa.

...

¿Has pensado lo que te dije? - pregunto Daemon a la joven que se encontraba cubierta por sabanas en la cama.

No lo sé, es algo muy arriesgado, sabes bien que mi padre no lo permitira. - replico la joven con tristeza.

Quiero que seas mi esposa Visenya, que seas mia como debe de ser, ante los ojos de los dioses en una ceremonia tradicional Valyria... Pero - suspiro este- si tu no quieres entonces, no.

Claro que quiero ser tu esposa Daemon, pero padre no lo permitirá, lo sabes... - la joven procedió a abrazar por la espalda a este mientras besaba sus hombros.

A la mierda, no nesecito el permiso de mi viejo hermano, yo te amo Visenya y seras mi esposa esta noche bajo la luz de la luna como testigo. - este procedió a darse la vuelta y beso suavemente los labios de la jóven - Alistate saldremos al anochecer.

No es lo correcto Daemon, no esperaba que mi boda fuera asi. - dijo la joven apartandose lentamente - Hablare con Nya y Laenor, se que ellos nos apoyaran y asi sentire que es lo correcto.

Entonces hazlo, si es lo que tu corazón quiere puedes hacerlo. - sonrio este mientras envolvía a la joven en sus brazos.

Frente a una hermosa luna, en compañía de Rhaenyra, Sir Leanor y sus sobrinos, Visenya y Daemon ambos de la casa Targaryen juraron amor el uno para el otro, un pacto de sangre y fuego que jamás seria quebrantado.

Ambos sabian bien que lo que habian hecho seria un caos, pero era algo con lo que desean morir o vivir por siempre.