2. La justicia no es justa.

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Artículo 2: La venganza es un medio para forjar que la justicia sea justa. 

Leah

Estoy agotada.

Las buenas circunstancias desaparecen poco a poco cuando recuerdo la cara de mi esposo, los maravillosos momentos que pasamos y la razón del por qué ya no está a mi lado.

Todos intentan darme ánimos, pero al final del día son solo palabras vacías que no me sirven para nada. Nada de lo que digan me devolverá eso que tanto anhelo.

Voy a paso rápido a la sala de juntas, Rosalie me informó que planeaban formular una estrategia con respecto a mi caso, pero al parecer no fui invitada, ni siquiera como una simple oyente.

— Entiende que Leah no está capacitada para escuchar todo lo que estamos discutiendo. No está cuerda, Thomas. Oír constantemente los acontecimientos de como murió su esposo le hace aún peor. – escucho la voz de Buchanan cuando llego a la puerta.

— Vuelve a repetir que Leah no está cuerda y haré que te tragues tus putas palabras. – responde Tom, medio pasivo-agresivo.

— Tom, no es el momento. – intercepta Stark.

Escucho un bufido que supongo viene de parte de Tom. Las puertas translucidas hacen que pueda deducir que es lo que está pasando adentro. Me apoyo justo en la orilla de la puerta, así que no pueden ver que estoy ahí.

— ¿A caso estoy diciendo algo erróneo? No es la misma. Acepta que la dulce Leah murió junto con su esposo.

Duele, pero no miente. No tengo fuerzas para volver a ser esa Leah sonriente. Dudo que alguien pudiese volver a sonreír después de perder a su alma gemela.

— Si vas a seguir diciendo mierdas, es mejor que te vayas. – vislumbro la sombra de Tom caminando de un lado a otro.

— Tiene razón, todos sabemos que no está bien, pero ese no es un pase libre para que lo recuerdes constantemente. – replica Walters.

Se quedan en silencio por unos segundos, como si estuviesen esperando que la situación se calme para volver al tema.

— ¿Llegaron los resultados forenses? – pregunta Stark, dándome el pase libre para interferir en la conversación.

Rosalie me da la carpeta que necesito y abro la puerta de la oficina. Entro a paso firme y me siento en la cabecera de la mesa, justo al lado de Tom.

— Si, ya llegaron. – respondo, sin un atisbo de nervios.

Ninguno responde nada, pero me enerva la sangre ver como Buchanan pone los ojos en blanco.

— Leah-

— El reporte forense confirma que Michael tuvo una muerte cerebral. Los pasos procedimentales confirman que el doctor Williams no realizó una tomografía, un fallo al instructivo que provocó la muerte del paciente. – digo, con un dolor en mi corazón al llamarlo paciente y no "mi esposo".

Miro a la nada, completamente seria. Están locos si creen que no seré parte de esto. Necesito ser parte, porque si me dejan fuera crecerá en mí el placer de la venganza, una que tengo guardada desde hace tantos años.

— Leah, no nos parece apropiado que-

— Cállate. – Tom interrumpe a Buchanan. Es como si infiriera que quiero ser parte de esto. Se que no puedo defender a mi esposo, pero si puedo ser parte del proceso. – Leah, prosigue, por favor.

Doy una larga respiración, poniendo todo mi juicio sobre la mesa.

— Tenemos la testificación de la residente del doctor Williams, quien aseguró que también lo haría en el juicio.

Que la ley nos repare | Tom Hiddleston [LIBRO 2]Where stories live. Discover now