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Sin Lágrimas

Tal y como le había dicho Liu Qingge al despertar en las camas de la enfermería, junto a él habían túnicas grises azuladas y blancas, perfectamente dobladas. Sus manos habían dejado de sangrar el día anterior, al igual que su nariz, pero aun así mantuvo los vendajes que Shizun le puso después de bañarse y ponerse las túnicas que el mayor le había llevado esa mañana.

Ni siquiera Liu Qingge se despidió de él, simplemente ambos salieron de la enfermería y su Shizun se fue sin decir una palabra. Shen Yuan levantó sus hombros hizo una reverencia que no fue vista. Giro sobre sus talones y comenzó a caminar en dirección al comedor. Con sus manos vendadas, agarra la bandeja, habiendo escogido con anterioridad porciones de arroz, verduras y un poco de sopa con carne, agradece y camina a la mesa más solitaria del comedor, doblando sus rodillas para sentarse, deja descansar la bandeja en la mesa y junta sus manos para agradecer, toma los palillos y comienza a comer.

—Shidi ¿Cómo te sientes?

Shen Yuan sube la mirada con las mejillas rellenas de arroz, masticando lentamente, mira a su Shijie, quien se sentó frente a él, al otro lado de la mesa. Una persona más se agregó, pero esta vez a su lado izquierdo, Li Feng también había cambiado su sitio y se había sentado a su lado.

Traga con tranquilidad.—Este Shidi se encuentra bien, agradezco a Shijie por su preocupación.—Hace una leve reverencia.

—¿Dormiste en la enfermería? No te vi llegar al dormitorio.

Shen Yuna responde, retomando su comida.—Shizun me dijo que descansara en la enfermería, así que solo me quedé ahí por hoy.

Ling Mei frunce el ceño con enojo.—No puedo creer que Yin Chong sea capaz de meterse con el Shidi más pequeño de todo el Pico.

—Yo si lo creo capaz.—Esta vez, alguien nuevo se sentó a su izquierda.—Yin Chong es alguien envidioso que siempre usa trucos sucios para llegar a la cima.—El Shixiong a su derecha levanta la mano, presentándose.—Soy Nie Tang, creo que ya me viste cuando llegaste, Shen-Shidi.

Shen Yuan asiente, continua comiendo mientras que las personas alrededor conversan, él de vez en cuando participa con amabilidad, después de todo, estas son las primeras personas que se le acerca desde que llegó a la secta. Su primera vida podría decirse que no tuvo muchos amigos...Aunque no lo recuerda mucho, porque desde que llegó a este mundo, muchos de los recuerdos de su vida (Que no fueran la novela de sementales en la que está) pasada han sido bloqueados o borrados por su propia mente.

Puede que sea el instinto de supervivencia que se activó cuando era pequeño al vivir en esa mansión, o puede que sea lo que tuvo que vivir cuando escapó ¿Quién sabe? Sea lo que sea, ahora parte de su vida pasada fue borrada de su mente. Después del desayuno, las clases con su Shijie y sus demás compañeros discípulos siguieron como lo han hecho hace un mes y medio desde que ingresaron en la secta. Shen Yuan se pregunta si en su tiempo libre podrá volver a la Biblioteca para terminar uno de los libros de la última sección, ya casi ha acabado con la mitad del estante en solo dos meses, es algo de lo cual regocijarse.

Intenta no prestar atención a las miradas rabiosas de Yin Chong y su pequeño sequito, que desde el incidente del comedor, se han encargado de hacerle la vida cuadritos con bromas pesadas y burlas disimuladas. Se concentra en sus estudios, yendo a la biblioteca de Qing Jing para terminar la sección que empezó, importándole poco que algunos discípulos lo vieran con cautela y extrañes cada vez que entra a la biblioteca.

—Es extraño ver a un bruto de Bai Zhan en una biblioteca.—Un día estando en su lectura habitual, la voz de alguien frente suyo lo hizo sobresaltar, al levantar la mirada, se encontró con unos ojos oscuros y filosos, que se mostraban sobre un abanico.