No Otra vez

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En un inmenso castillo, en los pasillos de estos se veía una gran cantidad de personas corriendo por todos lados con una cara de desesperación grabada en su rostro.

Pero entre todo la multitud habían tres figuras las cuales estaban más en pánico.

Y todo esto se debe a la pérdida de un pequeño peli blanco.

Eris no se tardo en encontrar a su amigo, el cual estaba hablando con su maestra.

"Eris ¿Que pasa por que el apuro?" Pregunto una morena de pelo plateado.

"El, King despertó" decía sin respirar y emocionado por lo sucedido.

"King, hablas el niño bestia" dijo algo pensativo un niño de pelo castaño.

"Si, vamos tenemos que verlo"

Sin perder tiempo todos corrieron a la habitación donde el pequeño estaba.

Pero al llegar la expresión de todos cambio al ver una habitación vacía.

Con enojo regaño al guardia que estaba a cargo de vigilar la puerta, pero el juro por su vida que no lo vio salir.

"¡¡No otra vez!!" Grito con enojo Eris.

Con unas simples ordenes del patriarca de la casa todos empezaron una búsqueda profunda por toda la mansión.

Tanto Eris, Rudeus y Ghislaine estaban extremadamente preocupados por la pérdida del peli blanco, ya que no era la primera vez.

Desde pequeño fue mimada y enojona, sentía que todos a sus alrededores deberían obedecer a menos que quieran ser golpeados.

Pero todo esa ideas se perdieron el día que conoció a un pequeño peli blanco, que sin pedírselo los ayudó a escapar de un inmenso peligro y envés de ser recompensado fue atacado como un criminal.

Eris recordó la vez que conoció a King, su salvador.

Ella la vez que fue secuestrada tenia miedo, mucho miedo, pero como no lo pudo expresar, terminó provocando a uno de sus captores.

Esperaba que el, Rudeus, la defienda, después de todo el quería ser su maestro por ende debería ser fuerte, pero no sucedió dejo que el hombre le diera una paliza.

Recordaba muy bien esa vez ya que fue la primera vez que lo vio, inesperadamente el pelo blanco salio de una caja de madera.

Alegó al asaltante y le dio de comer una semilla rara que curo todas sus heridas, su corazón latió al ver los ojos verdes azulados fríos, pero con un rastro de preocupación.

No pudo decir nada ya que el peli blanco se había desmayado, al ver su cuerpo lleno de heridas, se dio cuenta el por que de su desmayo repentino.

Lo tomó entre sus brazos y le ordenó a Rudeus que lo cure, pero el no la obedeció, estaba a punto de darle una golpista pero sabía que si hacía ruido el hombre volvería.

Sin más remedio agacho la cabeza pidiéndole de por favor cure al niño, Rudeus sonrió al ver sus acciones y sin perder tiempo ocupo el encantamiento de curación más avanzada que tenia.

Pero no funcionó, lo intento una y otra vez pero el resultado seguía siendo el mismo, cada vez que una herida se curaba inmediatamente se formaba otra.

Con algo de pena, le dijo a Eris que no podía curarlo, y que si quería escapar de los secuestradores debía seguirlo.

Ella acepto seguirlo, pero con la condición que se llenan al niño desmayado con ellos.

Al ver la determinación en sus ojos de no dejar al niño atrás, Rudeus suspiro y acepto su condición, puso al niño en su espalda y escaparon por una ventana del almacén.

Luego de escapar por un bue tiempo, fueron descubiertos y acorralados por todos los secuestradores.

Rudeus sabia que como máximo podría con 5, así que tomo una decisión levantó la mano y lanzó un hechizo en forma de fuegos artificiales.

Para ver si alguien vendría en su rescate mientras el intentaba detener lo más posible a los secuestradores.

No se había dado cuenta que sus acciones había echo despertar al niño en su espalda.

Listo para darlo todo, se detuvo al sentir un peso menor, vio com sorpresa como en niño mal herido se paro en frente de ellos para protegerlos.

Unas lágrimas casi caes de los dos niños al ver la valentía del peli blanco, pero ese sentimiento bruscamente se transformó en sorpresa.

Al ver como el solo había destrozado a todos los secuestradores, con técnicas y movimientos que jamás habían visto.

Cuando el rompió la barrera que los protegía, Eris y Rudeus corrieron en la dirección de King, para atrapar su cuerpo tambaleante.

Pero su sorpresa fue enorme al ver como una mujer morena con orejas de gato apareció de la nada, atacando sin dudar al pequeño.

Ellos intentaron gritar, para que se detenga, pero fue demasiado.

Solo pudieron ver como el cuerpo herido desaparecía en frente de sus narices, dejando en un silencio sepulcral al callejón en donde estaban.

Eris con enojo reclamo a su mestra y la mestra al saber lo que había echo su miraba cambio a horror por los que había echo.

No perdieron tiempo y iniciaron a buscarlo por más que lo vieron demorar a un portal.

No se rindieron, Eris acepto ser la discípula de Rudeus pero con la condición de que le ayude a buscar al peli blanco.

Una tarea que incluso su padre y su abuelo se avían involucrado, solo para que su hija/nieta no explote de ira.

Así pasaron 3 años en un abrir y cerrar de ojos, pero en ninguna de sus búsquedas tubo éxito.

En todo estos años pasaron muchas cosas importantes y otra no tanto.

Sin embargo ellos no se rindieron, buscaron por diferentes ciudades y pueblos, asta estaba en los gremios una misión relacionada con la búsqueda.

Regularmente pasaron por el callejón donde desapareció, con una pizca de esperanza, pero todo era en vano.

Pero sus esfuerzos dieron sus frutas al un día cotidiano ver en el mismo sitio en el mismo lugar, una figura que muchas veces anhelaban volver a ver.

Lo llevaron a la mansión, todos estaban sorprendidos de que por fin lo encontraron, asta cierto punto la existencia de King se volvió una leyenda.

Durmió por algunos días, pero los magos curativos y Rudeus decían que el no estaba en peligro, solo necesitaba descansar.

Sin embargo otra pregunta apareció en todos, ¿Por que el niño pareciera no haber crecido nada?.

Dejaron esa pregunta para luego, regularmente todos lo cuidaba mientras seguía dormido.

Pero la que más tiempo pasaba en el cuarto de King era Eris, solo para ver cómo en este día abría los ojos.

"Señorita Eris, lo encontramos"

Cada uno de ellos se salieron de sus pensamientos, al escuchar a una criada de pelo café con orejas de gato, gritar.

En un instante Eris ya sujetaba los hombros de la sirvienta "¿En donde esta?" Decía mientras la agitaba de un lado al otro.

Rudeus la aparto de una mareada criada, después de calmar la citación, con tranquilidad le pregunto.

"¿Es la perdona correcta?"

"Si, es un pequeño de pelo blanco y ojos verdes azulados, y tiene una cola de mono moviéndose de un lado al otro"

"Si es el, ¿en donde esta?"

"En la biblioteca de la mansión"

Todos empezaron a dirigirse a la biblioteca con rapidez.

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