Capítulo 6

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Rápido le sujeto la boca abriéndola con fuerza para evitar que siga mordiéndose

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Rápido le sujeto la boca abriéndola con fuerza para evitar que siga mordiéndose.

—Snail, toma la pinza —le ordeno y él con rapidez lo hace dejando la cámara sobre la silla—. Sácale los dientes de arriba —Snail actúa y comienza a arrancarle unos cuantos dientes mientras yo continúo abriendo su boca.

No dejaré que se muera antes de darme la ubicación de la nueva sede.

—Listo, solo saque los necesarios —me informa mi hermano, alejándose un poco para que yo revise su trabajo mientras mantiene en su mano los dientes llenos de sangre. Me posiciono frente al torturado mirando como de su boca sale un torrente carmesí que cae con mucha intensidad desde su boca hasta su cuello y parte de su pecho.

—Perfecto —expreso a Snail ya que, aunque se esté desangrado y pueda morir aún tengo tiempo para que hable—. Ahora, esta es tu última oportunidad para darme lo quiero —sentencio tomando de nuevo el bate.

El miserable se está esforzando para resistir el dolor, pero quiero ver cuánto es capaz de resistir. Le destrozaré los brazos y así me quedaran las piernas para mañana si es que no dice nada para cuando termine.

Vuelvo a colocar la punta del bate sobre su ya cortada mano derecha y hago presión sobre la carne abierta logrando que el miserable se queje. Levanto el bate y golpeo con fuerza sus bíceps. Escuchar como grita y maldice sin parar mientras yo saco el bate trayéndome en el proceso parte de su carne enredada en el alambre.

—¡Puedes hacerme lo que quieras malnacido, jamás te diré nada! —exclama lleno de rabia y yo le regalo una sonrisa complacido.

—Qué bueno que estés preparado porque tengo todo el día —digo con emoción mientras coloco la punta del bate esta vez un poco más arriba. Aprecio como su pecho sube y baja con rapidez, y observa de reojo el objeto en mis manos esperando el golpe. Hago un falso intento de golpearlo, pero solo es para asustarlo ya que él comienza a hiperventilar dejando reflejar algo que puedo oler con claridad. Tiene miedo.

—¡Está bien, está bien! —Lo escucho gritar justo antes de volver a herirlo—. ¡Te lo diré!

—Espero por tu bien, que sea la verdad.


*

Salgo del sótano dejando a ese imbécil malherido, debido a que le he destruido con el bate parte de sus brazos y ahora alcanzan a verse también sus huesos. Pero al menos aun esta con vida.

—Tráele un médico y no permitas que se muera —le indico a Snail quien sube las escaleras a mi lado—. Tenemos que comprobar si es verdad lo que nos dijo y si llegase a ser falso, lo voy a necesitar con vida para sacarle la verdad.

—Está bien, pero creo que se te pasó la mano, no me culpes si no logro salvarlo —murmura haciendo que me detenga y lo encare.

—No me falles Snail, no otra vez —digo mirándolo con frialdad y éste traga saliva.

El Verdadero Rostro Del Mal [#2]Where stories live. Discover now