Capítulo 10

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Y como todas las noches Ciudad de Luna es iluminada por varias luces de colores, la música se oye desde el pequeño puente cerca del bosque.

Aquí estoy esperando a los chicos que vienen a buscarme, hoy la Luna llena está en lo alto del cielo dando en el arrollo una imagen única y hermosa.

– Hey– dice el capitán del equipo de fútbol de mi escuela – ¿qué haces aquí sola?

Detrás de él hay dos porristas y tres chicos del equipo.

– Espero a Jane– digo y asiente –¿ y ustedes?

– Solo dábamos una vuelta,¿ si quiéres puedes venir? – dice dando un paso hacia mi – la pasaremos bien.

Yo abro mi boca para responder pero alguien más alto que yo pone su brazo al rededor de mi hombro.

– Gracias pero ya la pasará bien con nosotros– dice Manuel y ni siquiera lo miro ya que estoy con el corazón a mil solo por su gesto .

– Manuel– dice el chico claramente disgustado – deja que ella decida.

Ambos me miran a mi y cuando veo a Manuel juro que no puedo mirar a más nadie que no sea el.

Trae una camiseta  azul sin mangas dejando al descubierto sus brazos, un gorro de lana del mismo color y pantalones anchos. Además me gusta su perfume.

– Lo siento... pero ya tenía planes – le digo al chico y este asiente bajo la sonrisa egocéntrica de Manuel– otro dia será.

– Está bien, solo ten cuidado– el me sonríe y me guiña un ojo y siento un ligero apretón en mi hombro por parte de Manuel.

Los chicos se van dejándonos solos y me doy la vuelta para mirar a Manuel el cual no quita su agarre en mi hombro.

– ¿No te sabes ni su nombre verdad? – dice con una risita– para ser el chico más popular de tú escuela es increíble que no te sepas su nombre.

Yo me encojo de hombros restándole importancia.

– El chico es guapo, pero no me interesa saber su nombre– digo y Manu me da una sonrisa de lado – ¿Dónde está Jane?

– Follando en algún lugar de la casa con Jacob– dice rascandose la barbilla cerca del lunar – papá está de viaje.

Yo lo miro mal mientras el calor invade mis mejillas.

– Eres siempre así de... no se... directo– le digo y el se recuesta a la baranda frente a mi y yo hago lo mismo frente a él.

– Si, también soy un perro pervertido – dice acomodando su gorro – ya te dije, no me conoces.

Muerdo mi labio inferior bajo su mirada y bajo la mía por unos segundos.

– Me gustaría conocer tú lado pervertido– digo y tanto el como yo nos sorprendemos.

Ahhh,¡ yo siempre jugando con fuego por Dios!

El sonríe negando con la cabeza y con solo dos pasos ya está frente a mi.

Alzo mi vista para mirarlo y me pierdo en sus ojos, es tan hermoso.

– Creeme niña no podrías con mi lado pervertido, es demasiado – dice poniendo ambas manos a los costados del tubo encerrandome con su cuerpo– debes estar acostumbrada a romances fresas y besos dulces, yo no soy así.

– ¿Y cómo eres? – me atrevo a preguntar y el sonríe mordiendo su labio inferior.

– Mis besos no son dulces ni tiernos, si te toco una vez vas a querer que lo haga más veces – todo esto lo dice mirándome a los ojos con su cuerpo a centímetros del mio – puedo hacerte daño, y no quiero por eso deja de tentarme como lo haces.

– Yo no hago nada – digo negando con la cabeza y el toma mi mentón con una mano apretando ligeramente mis mejillas.

– Tú maldita curiosidad es contagiosa – dice y quita su mano bajandola lentamente hasta dejarla al rededor de mi cuello – me intrigas bastante.

La respiración empieza a fallarme y siento que en cualquier momento me voy a desmayar si no fuera porque su cuerpo está pegado al mío.

– No soy nada especial – digo y el niega con la cabeza

– Si supieras lo única que eres no estarías aquí perdiendo el tiempo conmigo – dice y se aleja de mi volviendo a su lugar – estarías con alguien mejor.

– No quiero a alguien mejor – digo y niega con la cabeza.

– No soy lo que buscas MJ, tengo demasiados defectos.

– Nadie es perfecto – le digo dando un paso hacia delante.

– Tú lo eres – dice sorprendiendome  acercándose a mi – no quiero destruirte.

– ¿Cómo sabes que lo harás?

– Porque siempre lo hago – dice y sale a caminar – siempre hago daño a las personas.

– Manu– le llamo  pero sigue caminando

– Venga niña camina, el bosque es peligroso a esta hora – dice y se da la vuelta para mirarme.

Entonces suspiré y di por finalizada la conversación.


Disfraz de Ángel Where stories live. Discover now