010

2.4K 249 10
                                    

capítulo 10

EL CASTILLO PARECÍA VOLVERSE MÁS GRANDE CUANDO ERA DE NOCHE, no lo quería admitir pero incluso le parecía aterrador. Cuando llegaron al pasillo en el cual estaba su habitación, vieron a Aemond esperar en la puerta de la suya con un libro en la mano, "para matar el tiempo", pensó ella mientras observaba su postura y como sus manos pasaban de una hoja a otra con tanta delicadeza que era una acción casi seductora.

—¿Cenando con mi madre de nuevo? —comentó cuando ella estaba por abrir la puerta, había intentado no mirarlo pero era tan difícil como inevitable.

—¿Esperando en la puerta de tu habitación hasta que llegara porque no puedes soportar que hable más con tu madre que contigo?

Se dió vuelta para mirarlo y comenzó a jugar con su anillo, haciéndolo girar en su dedo. Ya no estaba enojada ni ofendida, solamente quería molestarlo un poco más antes de entregarse a sus deseos.

—Solo digo que me sorprende que de la nada se comiencen a llevar bien —levantó los hombros y cerró su libro.

—¿No crees que las personas podemos dejar los problemas a un lado y actuar como adultos?

—¿Tú? ¿Princesa "oh! te sacaré un ojo por algo que hiciste hace siete años y aún no lo supero"? Siendo sincero, no lo creo.

—Oh, lo siento señor "aún no supero como mis sobrinos me dejaban de lado de niño y tampoco que Lucerys me haya sacado un ojo por accidente en una pelea que yo mismo comencé en un desenlace que tontamente merecía".

—Touché.

Aemond miró a Arryk, no le agradaba mucho que escuchara su conversación pero no podía hacer nada al respecto, él estaba donde se le había ordenado. Vió a Valyria reír y una pequeña sonrisa se le formó en el rostro, hace más de un día que no hablaban ni se cruzaban, él sentía la necesidad de disculparse pero al mismo tiempo así era su relación, ambos decían cosas hirientes del otro y luego de que pasara algo de tiempo volvían a la normalidad. Nunca se habían disculpado por cómo se habían tratado, cada uno tenía su forma de vengarse más tarde y Aemond esperaba con ansias lo que Valyria podría hacer.

Veo que te llevas bien con mis sobrinos —continuó en alto valyrio, para que Arryk no los entendiera, acercándose a ella y tomando sus manos para que ella dejara de mover sus dedos de manera ansiosa—. Serás buena madre.

¿Por qué todos dicen lo mismo? —respondió un poco incómoda apartando la mirada de él—. Aún falta mucho para tener esa discusión.

Te casarás pronto, todos esperarán que salga un niño de ti luego de nueve lunas.

—Lo que espera el resto o no, no es problema mío.

—¿No quieres tener hijos?

Ella subió los hombros analizando las paredes de piedra del castillo, fingiendo que no notaba la mirada de Aemond encima suyo como si fuese su plato de comida preferido.

No ahora, ¿Y tú?

—Algún día, cuatro es un buen número.

Ella largó una carcajada, estaba tan sorprendida por la confesión que no pudo evitarlo, toda clase de pensamientos se borraron en ese instante y su mente se despejó.

Lamento mucho quien sea tu esposa, la expondrás a ese dolor cuatro veces, debes estar loco. ¿Por qué tantos?

—Para que ninguno esté solo —él se inclinó y besó su mejilla de manera tierna, aunque quería hacer más que eso.

 ❛𝐅𝐈𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐄❜ ᵃⁿ ᵃᵉᵐᵒⁿᵈ ᵗᵃʳᵍᵃʳʸᵉⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora