La Mansión

Capitulo IX

Los días pasan, todos se ven felices pero hay alguien a quien no se le nota la felicidad estaba mirando el triste cielo gris desde una ventana.

- Parece como si fuera a caer una gran tormenta - le dije acercándome a Deru al mirarlo tan decaído.

- Eso parece - contesto sin ánimos.

- ¿Paso algo? - me recosté en la pared mirándolo mientras él tenía la vista perdida en el cielo gris.

- Creo que debo arreglar mi vida, me estoy cansando de estar acostándome con el primero que se me cruce en frente y no sé si él será el indicado para mí - hablaba sin mirarme.

- Creo que te entiendo - suspire al ver que Deru estaba pasando por la misma situación que yo estaba - ¿y quién es el que no sabe si es el indicado?

- Sam - dijo sin vacilar. Me sorprendí al escucharlo, iba a hablar pero no me salió el habla por un momento, suspire para calmarme.

- ¿Desde cuando tienes una relación con Sam? - le pregunte sin poder creerlo aun.

- Comenzamos a salir hace poco, me gusta Sam pero el solo quiere una relación seria y no sé si yo pueda hacerlo - me dijo un poco preocupado.

- Pensé que tenías una relación con Alex, ¿Eso solo fue diversión también?

- Nunca iría enserio con nadie - suspiro - creo que ahora es tiempo de empezar a tener una relación seria - sonrió como si lo que hubiese dicho era algo irónico.

- Me alegra que alguien quiera tranquilizarte - reí un poco.

- Nadie puede tranquilizarme - se rio a carcajadas.

- Eso dices tú, pero estoy seguro que encontraras a alguien que te atara el corazón - seguí riéndome para animarlo.

- Me casare con Sam - me dijo dejando de reírse. Mi risa también se calló después de escuchar eso.

- ¡Qué bien! - le dije alegrándome por él y por Sam.

- No sé si está bien o mal, solo sé que me casare e intentare ser fiel - se rio al decir lo último, lo cual me dio gracia y me reí también.

Nos despedimos después de seguir hablando un poco más, Deru se veía más animado. Debo admitir que me sorprendió la noticia de que se iba a casar con Sam pero estaba feliz por ellos. Espero que sean felices y que se cuiden uno al otro ya que ambos necesitan eso. La verdad no sabía cómo sentirme al respeto pero me alegraba ver que podían ser felices juntos.

La lluvia comenzó a caer a cántaro, acompañada de unos fuertes truenos y relámpagos los cuales alumbraban toda la mansión. Miraba a Deru alejarse por el largo pasillo y yo camine en dirección contraria. Mientras caminaba me detuve de repente al ver a Alex recostado en una columna próximo a la ventana donde yo estaba hablando con Deru.

- ¡Alex! - exclame con asombro. Él tenía la mirada fija en el suelo, era como si estuviera en shock. Me di cuenta que había escuchado mi conversación con Deru. No puedo creer que se halla enamorado de Deru. Las lágrimas le comenzaron a salir, no se movía solo estaba recostado a la columna mirando al piso, me acerque y lo abrase.

- ¿Por qué? - escuche que dijo casi en un susurro - ¿Por qué se casara? - dijo casi en un grito de dolor.

No sabía que contestarle solo me dedique a abrazarlo fuertemente contra mi pecho tratando de calmarlo. A mí también me había impresionado la noticia pero creo que para Alex fue peor. Me quede con él un rato hasta que logro calmarse.

- Gracias Daiki - dijo con dificultad alejándose de mi - necesito estar solo por un rato - dijo caminando por el pasillo alejándose de mí.

No le dije absolutamente nada solo lo observaba alejarse. Él estaba desbastado por dentro yo no sabía lo que ocurriría después pero esa fue la última vez que vi a Alex. El desapareció ese mismo día sin decirle a nadie. Solo pensé que había huido por lo que había pasado, me preguntaba a donde había ido.

Ese día perdí a mi amigo Alex sin saber si lo iba a volver a ver pero como dice un dicho: dos montañas jamás se podrían juntar pero dos personas si, ya que se pueden mover.