Capítulo XXXIII

362 32 4
                                    

La noche cae con lentitud mientras Daiki conduce aun bar donde sus amigos le harán su despedida de soltero. Estaba preocupado, se había negado pero es imposible decirle que no a Kou y a Carlos que eran los organizadores. Eligieron un antro muy popular donde habían ukes de todo tipo.

Daiki suspiró al estacionarse y dar su llave para que se llevaran el auto. Entró al lugar y lo primero que vio fue a un monton de chicos bailando y tocándose unos con otros. Sintió que alguien le tomaba la mano y era Eiichi. Daiki se sorprendió ya que no sabia que él también iría.

Eiichi lo llevó a un cuarto aparte donde estaban los demás. Kou estaba sentado en un sofá dando un trago a su copa.

Daiki no podía creer que a pesar de que se negó tantas veces, sus compañeros lo obligaron a asistir a su despedida de soltero. Dio un suspiro, se dio media vuelta y divisó a un lindo chico el cual lo llevó hasta un cuarto privado.

Al ver el cuarto supo en seguida que nada bueno tramaban. Se sentó en la orilla de la cama con los brazos cruzados y esperó. No se iba a dejar llevar por quien sea que entrara por la puerta. No podía ser infiel él día antes de su boda. Eso era lo que pensaba y estaba decidido a resistir.

las luces de la habitación se apagaron sin razón alguna, seguido por un pequeño crujido de madera al ser abierta la puerta con gran cuidado de evitar el ruido, aun así fue inútil.

un gran portazo se dio y la persona corrió a la cama, adelantándose sobre Daiki que se encontraba sentado sobre ella.

una vez llenos sus pulmones de aire bufó, seguido por un suspiro, beso tiernamente los labios del contrario lleno de avergüenza y ruborizado hasta los hombros.

-Deseaba estar contigo así, pero tuve que pedir ayuda a tus amigos después de todo- se quejo al igual que un niño haría- mi cuerpo sigue siendo el de un niño después de todo. realmente es difícil seducirte.

Daiki esperaba impaciente, algo en él le decía que saliera de aquel lugar pero no lo hizo. Se sorprendió al ver que la luz se apagó y agudizó él oído, escuchó la puerta y de un momento a otro cayó hacia atrás y sintió a alguien sobre él.

Sintió aquel beso y no hizo nada por separarse ya que estaba sorprendido. Al escuchar aquella voz fue mas grande su sorpresa.

-¿Len?- musitó con asombro y lo sujetó por las caderas sintiendo aquel frágil cuerpo.
Se sentó y lo dejó sobre sus piernas, lo observaba y aun así no lo podía creer. Tenia mucho tiempo que no sabía de él y ahora lo tenía sobre él. Las luces se encendieron nuevamente y Daiki se quedó fijo mirándolo. Sin duda era Len.

-¿Pero....pero cómo estas aquí?- preguntó curioso por saber como se enteró de que se iba a casar y logró convencer a sus amigos de esto. No se le hizo difícil adivinar ya que Kou era él único que conocía a Len y sabía de su pasado.

-Ese hombre... -masculló algo enojado - es mi amigo. Bueno, nos conocimos cuando tenia seis. Me ayudo con algo, entonces comenzamos a hacernos cercanos y terminamos siendo como hermanos. -dio una corta pausa para frotar su cara con ambas manos como si fuese un felino, y entonces prosiguió -nos contamos todo desde hace un par de años y el otro día algo apenado me contó acerca de su matrimonio y me pidió ser su ''dama de honor'' aun cuando fuese un hombre, ''después de todo no hay cosa que el maquillaje y los vestidos puedan hacer sobre el delgado y bello cuerpo de mi hermanito menor''-musitó aquello último imitando la forma de hablar de aquel hombre -fue bastante molesto el oír eso, pero solo me limite a sonreír y aceptar, además de felicitarla, después de todo es un buen chico. Pero me siento tan vacío por dentro, tanto en ese momento como ahora. Descubrir que eras tú el que se casaría con él fue lo peor. No te culpo, es normal que algo así pase cuando me he ausentado por tanto tiempo, creo... - comenta esto último con tristeza.

La MansiónWhere stories live. Discover now