Capítulo XVIII

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Caminaba muy lentamente por los pasillos de la mansión, estaba enojado ya que tenía varios días sin saber de Asahi y nadie sabe de él, simplemente desapareció de la noche a la mañana sin decir nada. Eso me ha tenido de muy mal humor estos días, debería ir a visitar al guapo de Irving o ir a ver que encuentro en algún bar. Di un suspiro y opte por la última opción.

Me fui a mi habitación y me cambie de ropa por una mas cómoda y elegante. Tenia que descargar mi enojo y mi aburrimiento en algo o alguien, me daba igual en lo que fuera.

Escuche mi celular sonar sobre el buró de al lado de la cama, lo tomé y al ver el número contesté enseguida. Tenía mucho que no hablaba con esa persona así que me sorprendió su llamada.

— Algo no está bien en ti ya que me estás llamando — dije al contestar la llamada mientras una sonrisa se dibujaba en mis labios.

— Ya sabes que me aburro rápido y te llamo para que vengas a entretenerme — dijo la voz del otro lado del teléfono mientras se escuchaba su tono pervertido.

— ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Y a qué hora me quieres? — Le respondí comprendiendo su indirecta lo cual hizo que se escuchara una risa que provenía de él.

— En una hora, hay fiesta en el club y sabes lo que me encantan — comenzó a explicar bastante emocionado — habrá muchos ukes así que nos divertiremos.

— ¡Vaya! — exclame haciendo notaría mi sorpresa al escuchar lo de los ukes — ¿Tu novio te dará permiso? — le pregunte en forma de burla y en broma ya que no le gustaba que le mencionaran a su novio y a mi me encantaba hacerlo enfadar.

— Tú tranquilo y yo nervioso — tiró un bufido al decir esto — no necesito permiso de nadie para ir a divertirme y además de lo que no se entere no le hará daño — dijo entono coqueto lo cual me provoco una sonrisa.

— Te veo en una hora — le dije mientras me respondió con un ok, segundos después cerré la llamada y decidí ponerme un traje ya que los planes habían cambiado.

Cuando ya estuve listo tome mi billetera y la coloque en uno de los bolsillos traseros de mi pantalón, me puse mi reloj y faltaban aun 35 minutos para la fiesta, por último tome mi celular y mis llaves, salí de mi habitación y para mi sorpresa estaba Asahi en la puerta.

Me miró con una mirada tierna y serena, es increíble que este tan relajado después de desaparecer por días y se aparece frente a mi como si nada hubiese pasado. Eso me hizo recuperar mi enojo que ya había minimizado y volvió con mas rabia que antes. Fruncí  el ceño dejándole ver en mi mirada fría que no estaba contento de verlo, le cruce por el lado sin dirigirle la palabra y sentí un agarre en mi brazo lo cual me hizo detenerme y girar un poco mi cabeza hacia el lado para verle.

— Daik... — intento hablarme nervioso al ver mi reacción, lo interrumpí con mi fría mirada lo cual hizo que me soltara el brazo. Sus ojos expresaban temor y asombro al mirarme, desvío la mirada de mi, yo hice lo mismo y me dispuse a seguir mi camino ignorándolo completamente.

Al llegar a mi auto di un gran suspiro, estaba dispuesto a olvidarme de Asahi por esta noche, aunque eso me sería difícil ya que su mirada de temor se quedo grabada en mi memoria. Sacudí mi cabeza de un lado a otro para despejar esos pensamientos, encendí el auto y me dirigí sin mas preámbulo al Club donde él estaría esperándome.

Al llegar al Club deje mi auto para que lo parquearan y entre al elegante lugar. Busque con la mirada a quien seria mi acompañante esta noche y pude divisar a Eichii hablando con unos conocidos, me hizo seña que me acercara lo cual hice. Salude a todos con una sonrisa algo reservada, Eichii me miraba de vez en cuando como preguntándome que hacía en ese lugar, a lo que yo solo le respondí con una sonrisa algo picara lo cual hizo que se riera, al parecer había captado la indirecta, por eso nos llevamos tan bien ya que el me comprende con solo mirarme.

Me disculpe con los que allí se encontraban cuando vi a mi acompañante, tome una copa de champán que me ofreció uno de los meseros, le agradecí con un gesto de la cabeza y me acerque hasta el bar donde estaban unas chicas rodeando a mi compañero.

— Me disculpan señoritas pero este es mi acompañante por esta noche — le dije colocándole uno de mis brazos por la espalda a Kou, las chicas rieron al ver mi acto y se quedaron mirándonos a ambos.

— Llegas justo a tiempo — me dijo girando su cabeza para mirarme con esa sonrisa coqueta y pervertida que solo el sabe dar, acerco su rostro al mio y me dio un pequeño y corto beso en los labios a los cuales las chicas se rieron y se disculparon para luego alejarse.

— No hagas eso frente a las personas, dirán que somos pareja o algo así — le dije serio y coloque mi otra mano sobre su rostro empujándolo un poco para alejarlo.

— Tan frió como siempre Daiki, pensé que habías cambiado un poco por lo menos — Dijo sonriendo mientras se daba un trago de whisky.

— Sigo igual que siempre, incluso con los mismo pensamientos y deseos de convertirte en suke — le respondí de manera algo pervertida y con malicia.

— Me alegra saber eso y es bueno que sepas que yo tengo esos mismos pensamientos y deseos hacía ti — dijo con mi mismo tono de voz pero acercándose a mi oído para susurrarlo como si quisiera provocarme.

Es común en él que me provoque de esa manera, siempre ha sido de esa manera y creo que por eso nos llevamos tan bien.

Kou es un chico con el cabello castaño pero siempre vive cambiando de color de pelo ahora lo tiene verde, unos ojos marrones grandes, una tez india clara, 1,91 de estatura, es muy buena persona, es divertido cuando algo o alguien le agrada, tiene un cuerpo atlético y siempre se viste de manera formal lo que lo hace ver mas guapo.
Somos amigos desde hace mucho tiempo, incluso a él le gustaba Len y le coqueteaba a Jun. Eso hacia nuestra relación bastante entretenida ya que un día estábamos peleando y otro riendo y queriendo azotarnos uno a otro cosa que nunca sucedió porque no nos pusimos de acuerdo en cual sería el uke.

Una vez comenzamos un trio con Len pero nunca se termino ya que cuando estábamos en el acto mi celular tuvo que interrumpir y tuve que irme, claro que me lleve a Len conmigo ya que no iba a permitir que lo tocara sin mi presencia.

— ¿Que tal si nos vamos a un cuarto privado y resolvemos  esto? — le susurré al oído lo mas provocativamente que me salió mientras dejaba mi copa en una mesa que estaba a mi lado, giro su cabeza y me miro con una mirada seductora, si yo fuera un uke definitivamente me hubiera derretido con esta. Me sujeto mi mano y me halo por medio de la multitud a pasos lentos mientras observaba el lugar en busca de un lugar mas privado.

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