Capitulo 17

809 25 4
                                    


Charly se despertó de nuevo con un sobresalto y sudando. Giró la cabeza hacia el despertador, que mostraba apenas las 6 de la mañana. Todavía estaba oscuro afuera.

Exhausto, se sentía agotado. Había sido una semana fabulosa, había podido estrenar su canción con su hijo, Erick y Vanesa estaban muy contentos con la canción que había escrito para ellos.

Todo iba muy bien, el tema de Yeimy estaba terminado y se había puesto a trabajar directamente en un vídeo que tenía previsto estrenar en directo la próxima semana. Incluso con todo el trabajo que hacían, se las habían arreglado para encontrar tiempo para ellos mismos, para su pareja, y también para estar ahí para sus hijos.

Todo iba muy bien, si no fuera porque sus malditas pesadillas le traumatizaban un poco más cada noche. Para mantenerlo en una angustia... como una mano que siempre estaba agarrando su corazón y amenazando con cerrarlo para siempre.

Charly se levantó de la cama sin hacer ruido, se había convertido en una costumbre. Todas las mañanas dejaba las sábanas aún calientes, observaba a Yeimy durmiendo con benevolencia y salía al jardín a tomar aire fresco para intentar ahuyentar sus demonios nocturnos.

Puso la cafetera y abrió las puertas de cristal que dan al exterior. El viento estaba fresco hoy. El otoño comenzaba a llegar lentamente. Habían planeado un sábado tranquilo en casa, un poco de descanso bien merecido. Este domingo los niños venían a pasar un rato en familia.

Resopló y se sirvió una taza de café. Se dirigió a la sala de estar y encendió su ordenador portátil. Llevaba unos días trabajando en un nuevo proyecto. Podrá terminarlo durante el día y hacer que Yeimy escuche esta nueva canción. Una otra estaba pendiente, pero necesitaba más trabajo, y no se sentía preparado para terminarla todavía.

Puso la música tras colocarse los auriculares en las orejas y comenzó a tararear suavemente, con una sonrisa en la cara. Esta canción la había escrito pensando en todos los momentos robados que había tenido con Yeimy, cuando aún no estaban realmente juntos, y cuando todo parecía aún prohibido entre ellos. Un suave escalofrío le recorrió. Le apetecía unirse a ella en la cama y cubrir su cuerpo con mil besos. Sólo de pensarlo... se mordió el labio inferior. No, tenía que dejarla descansar. Y trató de concentrarse en su canción.


Catalina estaba terminando de preparar el desayuno cuando Emilio entró en el salón, con el pelo revuelto y los ojos aún medio cerrados.

- Buenos días, mamá. tartamudeó mientras caminaba hacia ella.

Se aferró a su cintura y enterró su cabeza contra ella. Catalina pasó una mano por el pelo del chico con ternura.

- Buenos días mi amor, ¿has dormido bien?

- Sí. respondió, bostezando.

Se apartó y fue a sentarse a la mesa. Catalina le sonrió mientras le servía chocolate caliente y arepas. Esta mañana Irma iba a venir a vigilarlo mientras ella iba a ver a Juan con Erick y Lina.

La situación se había prolongado demasiado y ahora todos estaban muy preocupados por Juan. Habían dudado durante varios días antes de decidirse a actuar. Lo más difícil era mantener a Emilio alejado de todo esto. Catalina odiaba mentirle, pero por su bien había fingido que tenía trabajo urgente que hacer con Erick sobre su canción con Charly. Y le había dicho a Lina que se reuniera con ellos directamente frente a la casa de Juan para que Emilio no sospechara nada.

Pero eso sin contar con la inteligencia del chico.

- Irma y Erick llegarán pronto, cariño, te portarás bien esta mañana, ¿vale?

La Reina del Flow 3Where stories live. Discover now