Alma desnuda

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El nuevo día llegó y Jimin entró a su oficina media hora antes, muy animado y dispuesto a sacar los pendientes que tenían sobre algunos otros productos de los que habían solicitado hacer anuncios publicitarios para ser exhibidos en camiones y paradas de autobús. 

Poco antes de las ocho llegó también Jungkook y entró directamente a la oficina de su jefe sin ningún aviso, lo que sobresaltó al chico, pero más el que, después de cerrar con seguro, se acercó a besarlo con intensidad adentrando su lengua y apretando su trasero de paso. Se separaron cuando el aire faltó -Buenos días, Jimin-sii- 

El chico sonrió con mejillas febriles -Buenos días Jungkook-ah ¿A qué debo el buen ánimo? ¿no se supone que íbamos a evitar estas muestras en la oficina?- más rápido caía un hablador que un cojo. 

Soltó unas risitas como niño pequeño después de una travesura -No me pude resistir. Después de lo de anoche, solo estuve pensando en ti y esperaba con ansias el momento de verte y poder besarte... también de hacerte mío, pero eso sí, lastimosamente, no va a pasar aquí- 

-Faltaba más. Siete en punto nos vamos a mi departamento y follamos como es debido- ambos rieron y se besaron rápidamente para que Jeon pudiera salir sin levantar sospechas hacia su oficina -Recuerda que me tienes que entregar las modificaciones para los espectaculares de Kowai- le dijo antes de que cerrara la puerta. 

El día transcurrió, los pendientes fueron entregados por ambos y llegada la hora, la gente comenzó a dejar sus puestos de trabajo para regresar a sus casas o tal vez ir a algún lugar para olvidarse de la monotonía. Jungkook tocó la puerta de Jimin quien ya estaba recogiendo su portafolio y colocando de nueva cuenta su saco -¿Listo?- preguntó pensando que ya no había nadie en el piso mas que ellos. 

-¿Para qué lo esperas? ¿Van a ir a algún lado ustedes dos? Par de descarados, el señor Choi tenía razón- era el otro hombre que se había burlado de ellos hacía algunas semanas amigo de Choi. 

Jimin se acercó en ese momento habiendo escuchado -Señor Lim, no sé qué esté pensando ni por qué esté cuestionando a Jeon pero claramente no es de su incumbencia si me está esperando o no- se adelantó y cerró la puerta de su oficina con llave. 

-No se haga el inocente. Bien sabe a lo que me refiero- Lim hizo cara de asco y negó con la cabeza -Son una aberración de la naturaleza- 

Jungkook tenía el corazón a mil, estaba paralizado de temor ante lo que pudiera suceder, pero luego al escucharlo llamarlos de esa forma enfureció y sin pensarlo lo tomó por la solapa del saco y lo estampó en la pared más próxima -¿Cómo se atreve a llamarnos así?- 

Jimin quien se había mantenido calmo abrió los ojos y rápidamente trató de que Jungkook quitara sus manos del otro -¡No! ¡Detente Jungkook!- Si golpeaba a ese hombre se metería en graves problemas y él como su superior, no tendría más remedio que dar aviso para que lo despidieran -Por favor suéltalo- 

-Ah así que tú también aceptas que eres homosexual y andas tras de Park- rió con sorna -Anda golpéame y mañana estarás desempleado- 

Jungkook lo soltó consciente de que él tenía razón y ante la mirada suplicante de Jimin pero manteniendo su semblante molesto. 

-Retírese señor Lim- ordenó Jimin -Recuerde bien lo que sucedió con su amigo el señor Choi y lo que dijo Kang-nim. Bien podría yo acusarlo de insulto a un superior y sería usted el que acabaría fuera de la empresa- 

El hombre le dirigió una mirada mortal y se retiró del lugar dejándolos ahora sí completamente solos. Jimin tomó su portafolios y el de Jungkook -Ven, vamos mejor a tomar algo, ese tipo me quitó las ganas de follar-  

El menor soltó un suspiro, asintió y tomó su portafolios para salir del lugar e ir en un taxi a un pequeño bar en Hongdae. Jimin pidió una botella de soju que abrió poniéndola de cabeza y golpeándola con el codo para escuchar su sonido y después destaparla. Jungkook tomó su pequeño vaso con ambas manos y su mayor le sirvió con una para luego hacer lo mismo pero al contrario y comenzaron a beber. 

-¿Por qué te pones así cada que alguien hace mención a tus preferencias Jungkook? ¿No te sientes cómodo?- tenía muchas preguntas pues había visto cómo se comportaba y esto llamaba su atención. 

Bajó la mirada y dejó escapar aire -Me da miedo ser cómo soy. No es algo que puedas estar diciendo abiertamente, no al menos en la sociedad coreana. Aún es un tema muy escandaloso para muchas personas- y algunos eran mucho peores que Choi y Lim en sus ofensas o reacciones hacia aquellos que se declaraban gay -Desde que descubrí que me gustaban los hombres, ha sido una lucha constante y hasta cierto punto me avergüenzo de esto. Quisiera poderlo decir con orgullo como tú, sin importarme nada, pero no tengo esa valentía y te admiro por eso- le dedicó una pequeña sonrisa. -Oculté mucho tiempo quién era en realidad haciéndome pasar por hetero... y perdí a mi primer y único novio al no querer dar a conocer nuestra relación, de eso hace un año- 

-Jungkook... que terrible sentirse así. Te comprendo, no la tenemos fácil y es injusto que tengamos que vivir con miedos e inseguridades solo porque hay personas con nula empatía que no comprenden el que tengamos sentimientos hacia personas de nuestro mismo sexo- y se le había formado un nudo en la garganta -Y no creas que soy valiente, quizá solamente es porque en Nueva York las cosas son un poco más abiertas y crecí rodeado de gente gay que no me dio tanto trabajo aceptar quién soy... Pero tenía otro miedo- tomó aire -Un miedo constante y latente, el VIH. Allá había que estar en constante estrés por eso. Mis anteriores parejas y yo nos hacíamos revisiones periódicas y jamás follé sin condón... era como jugar atentando contra mi vida- 

El pelinegro ahora comprendía muchas cosas, entre ellas el que siempre estaba preocupado por la protección -¿Entonces esa vez conmigo en tu departamento...?- 

Asintió -Así es. Fue mi primera vez... bareback- no sabía cómo se decía en coreano -y aunque lo disfruté muchísimo, también fue un momento en donde me entró culpa de haberme dejado llevar aún sabiendo que ambos estamos sanos-

Más botellas de soju se iban acabando, ya habían hasta perdido la cuenta, pero continuaban platicando, abriendo su interior confiándose el uno al otro sus miedos como si fueran amigos desde siempre y quizá lo eran pues desde que Jungkook y Ji-seok se vieron por primera vez en esa bodega sabían que algo muy profundo los unía. 

-Jimin, no sé si sea el soju, pero quiero decirte que desde que te conocí, sentí algo por tí... No quiero que me pase lo mismo que con Yoo, no quiero perderte- le dijo mirándolo a los ojos, desnudando su alma. 

Tomó sus manos a pesar de que pudieran estar mirándolos -No me vas a perder Jungkook. Te pro...- Negó, estuvo a punto de prometer algo -No me iré de tu lado, no si tu no quieres-  

Más tarde Jimin pagó la cuenta de las veinte botellas de soju y algunos platillos que consumieron -¿Qué?- preguntó a la extrañada cajera -Soy su jefe y lo invité a tomar después del trabajo como se acostumbra aquí- Claramente el alcohol ya le había pegado. 

-Jimin, no te vas a ir así tú solo a tu departamento. Ven conmigo- que a decir verdad estaba un poco menos borracho que él. 

-Pero no tengo muda en tu depertementeee- arrastró la palabra -Y mañana hay que trabajar... mucho trabajo... mucho... muy importante- se le colgó de la solapa y recargó en su pecho tratando de no devolver el estómago ahí mismo. 

-No importa, ya lo resolveremos, vamos- y ambos abordaron un auto que los llevó al lugar de Jeon. 

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Mi gente bonitaaaaaaaa ¿Cómo ven a estos dos? me gustó el capítulo, lleno de contrastes y emociones. 

Y en la mañana mi Jungkookie super genial en la inauguración del mundial. Estoy segura que ustedes tampoco cabían de emoción y orgullo al ver a nuestro maknae triunfando. Todos sus esfuerzos han dado frutos, es un grande. 

Te prometo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora