¿Eres Más Que Vainilla?

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Seokjin llegó a la oficina, hallándose solo buscó a Namjoon sin encontrarlo por ninguna parte, sintiendo un enorme vacío, pensando que quizá la plática del día anterior había hecho que se alejara estando molesto.

Se acomodó en su oficina, revisando varias carpetas que se habían quedado desordenadas sobre su escritorio; de reojo vio a un chico con gorra y ropas informales entrar a la oficina, aquello lo asustó. "nadie entra a esta oficina sin tocar, es regla general" pensó mientras se ponía de pie para ir a sacar a quien estuviera tocando las cosas del escritorio de su jefe.

—¿Qué se supone que haces ahí? ¿No tienes modales? Preguntó Seokjin con voz alta y seria, regañando al chico que se había quedado inmóvil dándole la espalda.

—¡Lo siento! Yo no creí que aún estuvieras tan molesto por lo que te dije ayer. Respondió en voz baja.

Seokjin se quedó mudo al ver a Namjoon frente a él, no había reconocido su apariencia por la forma en que vestía; una sudadera gris abierta y holgada dejaba a la vista una playera blanca con un pequeño estampado de arte abstracto en tonos rojos y amarillos, haciendo juego con un pantalón de mezclilla celeste que se estilizaba en sus largas piernas con sus zapatillas clásicas blancas.

Sus cabellos lisos negros caían sobre su frente y orejas, semi ocultos por una gorra de lana en tonos mostaza. Jin nunca había visto argollas en sus orejas, ni anillos en sus dedos, tampoco lo había visto con enormes lentes que lo hacían ver tan hermoso; desconocía aquella faceta relajada, juvenil, demasiado sensual y sexy.

—¡perdón! No sabía que eras tú, yo creí que era un extraño merodeando, yo... Habló Jin en voz baja.

Seokjin no pudo seguir hablando, sintiendo su boca ocupada por un par de labios cálidos que dieron un beso sonoro sobre los suyos.

—¡Hola! Dijo Namjoon viéndolo a los ojos, —¿entonces no estás molesto conmigo? Susurró mientras colocaba sus brazos alrededor de su cintura, atrayendo a Jin a su pecho.

—No lo estoy, ¿por qué debería estarlo? Preguntó Jin sintiéndose en su hogar entre aquellos brazos, alejado de sus peleas internas y temores.

Namjoon sintió miedo en su interior, se sentía tan absurdo al no poder ser valiente y hablar de alguna cosa, pero Jin lo hacía sentirse así; débil y vulnerable, como el chico solitario e inseguro de veintitantos años que era.

—¿Por qué no puedo separarme de ti? ¿Por qué siento que te conozco aunque nunca hallamos hablado de ti o de mi? Preguntó Namjoon abrazándolo aún más.

 "Porque tú sólo quieres mi cuerpo"

 "Pero no puedo decirte nada porque me iré pronto y tengo miedo"

 "Porque por más que quiera seguir con esto, no está yendo a ninguna parte; sólo es el deseo lo que te une a mi, aunque yo empiece a sentir otras cosas por ti."

—no digas nada, no me preguntes, quizá la respuesta no exista en ninguna parte; sólo bésame, dijo Jin viéndolo a los ojos, sintiendo que si no lo hacía colapsaría en aquel instante.

Namjoon escuchó aquellas palabras con una mezcla de pesar y emoción; no comprendiendo muy bien lo que quería decir su asistente.

Se acercó con lentitud cerrando sus ojos, sintiendo la textura de los labios de Jin entre los suyos, como calidos y suaves pétalos de un precioso botón de rosa; con ímpetu disfrutó de sus labios pomposos tomándolos entre sus dientes para tirar de ellos con suavidad mientras metía su lengua poco a poco en su cavidad bucal, sintiendo su saliva mezclarse en un beso tierno y suave por primera vez.

Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora