Capítulo 9

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- ¡Choi Hyunjin!

La azabache aceleró su paso, el sol recién asomó sus colores y su padre ya había arruinado su excelente mañana.

- ¿Sí, padre?

- ¿Qué mierda es ésto? - con su puño apretó el papel en él. 

- Es -

- ¡¿Qué hiciste?!

- ¡No hice nada!

- ¿Y entonces qué significa ésto?

- No es mi culpa, no me pidas explicaciones que -

El fuerte sonido de su palma chocar contra el escritorio la silencio. El patriarca era encantador la mayor parte del tiempo, pero el poder en su ambiente no se construyó con sonrisas.  

- ¿Entiendes lo que está pasando? - susurró alterado. Hyunjin asintió nerviosa, pero no daría su brazo a torcer - ¡Demuestralo! - gritó - Jeon Heejin es la mejor persona que puedo poner a tu cuidado. Incluso deberías sentirte halagada que fueras tú y no alguna de tus hermanas - la azabache gimió, odiaba ser comparada con ellas, porque era algo habitual en su día y no se parecían en nada - Quiero que la busques y le pidas que regrese.  

- ¡¿Qué?! 

- ¡Largo!

- No. Yo no hice que se fuera, ella decidió hacerlo y además, no sé dónde está - cruzó los brazos.

- ¿Crees que no te conozco Hyunjin? Te he criado durante casi 23 años. Ella no se irá.

- ¿Por qué? ¿Por qué ella y no alguien más? ¿Por qué le tienes tanto cariño? - guardó silencio y se sentó en el escritorio. Hyunjin no soportó más ser ignorada y dando un fuerte zapatazo, salió hecha humo. 

- Buenos días señorita Hyun -

- ¿Dónde está Jeon? - Sooyoung mostró sus dientes. Era todo un personaje digno de admirar; alta, tonificada y una sonrisa de ensueño, pero su carácter gentil y amable sobresalían de sus cualidades físicas.

- Para su fortuna señorita, no se ha marchado. Está en su habitación - señaló el camino y sin agradecer, siguió.

Parecía una broma. Finalmente se había librado de ella y su padre la estaba obligado a hacer que se quedara.

Durante la noche Choi Hyunjin se sintió culpable de su mala actitud con la guardaespaldas, le salvó la vida y ella fue grosera al punto de exigirle su renuncia. No fue su intención, pero algo tenía en su mirada que alteraba su ser colocándola inmediatamente en modo de defensa.  

Despertó con un sabor amargo, no fue una victoria ante la derrota de Heejin, sino una guerra injusta. Y ante las injusticias, no hay motivo de celebración.

Pero sus planes cambiaron cuando su padre la culpo de su despido, aunque, claro era verdad, fue la propia Heejin quien tomó la decisión. Su padre la puso sobre ella y eso la enfado con locura.

- Exijo que - azotó la puerta, pero la cama se encontraba vacía.

Con el seño fruncido miró hacia los lados, no parecía tener rastro de compañía. Confusa se sentó en la cama, angustiada de que la mayor hubiera salido minutos antes.

- Le agradecería que tocara antes.

Brincó de la cama al oír su voz, logrando controlar su equilibrio. Pese a ésto, cuando alzó la mirada y la descubrió con una camiseta blanca de tirantes y unos jeans ajustados mientras secaba su cabello, su coordinación se perdió, aterrizando en el suelo. 

El ataque a la familia ChoiWhere stories live. Discover now