El ataque a la familia Choi

Capítulo 29

Se cansó de girar en la cama. Jinsol había perdido el sueño luego de una cotidiana discusión en la cocina junto a la guardaespaldas de su novia.

Jungeun explotaba cada célula de su cuerpo, era sorprendente lo irritada que lograba ponerla; su burlona sonrisa, sus camisas sin mangas, su cabello sedoso despeinado y aquel perfume barato que la mareaba.

Era espantosamente atractiva y a pesar de prometerse que se alejaría de ella, estaba cayendo de nuevo en la tentación. Amaba discutir y ver como la menor se acercaba a ella en provocación, regresando a su recámara con las mejillas sonrojadas y con más de una parte de su cuerpo latiendo.

Su pie descalzo chocó contra el frío suelo, Hyeju dormía plácidamente ante sus ojos, desconociendo que tras sus pestañas se ocultaban las peores pesadillas.

- ¿Tú tampoco puedes dormir? - llevó su mano al pecho al escuchar su voz ronca de media noche.

- Maldición, guarda silencio - susurró.

- Ven a pasar la noche conmigo entonces - se puso de pie del sofá, revelando su forma de las sombras - Te prometo que la pasaremos bien.

Jinsol cruzó los brazos emitiendo una sonrisa absurda - ¿Es que tú estás loca?

- Bastante loca - se acercó - Quiero recorrer tu cuerpo con mi lengua otra vez.

Las sensaciones vibraron bajo la piel de la más alta, apretando la mandíbula para no quedar en evidencia.

- Me das asco - hizo una mueca de desprecio, echando una mirada rápida a la habitación que permanecía en silencio - Alejate de mí, Hyeju podría despertarse y -

- Por favor Jinsol, ya basta de juegos.

- ¿Juegos? Eres tú quien no para con sus bromitas. Lo que sucedió no debió pasar, y no estoy dispuesta a que me manipules por eso. Soy Jeong Jinsol, podría acabar contigo si me propongo.

- Pero si eso es lo que quiero - en un rápido movimiento, tomó su cintura, apretándola contra su cuerpo - Que acabes conmigo.

- Sueltame.

- Ya me canse de pelear. No quiero fingir más que no me importa - miró sus labios, lamiendo los suyos - Me gustas, y haces que pierda la cabeza.

- No serías la primera persona que me lo dice - intentó zafarse - Pero ni loca me enredo contigo, solo eres una bastarda de apellido insignificante que no tiene educación.

Jungeun echó la cabeza atrás sin soltarla y rio - Aún sin modales, te llevé a la cama.

Una bofetada retumbó en la noche. Jinsol se aterrorizó de sus actos, no solo por despertar la furia de la mujer frente a ella quien era visiblemente más fuerte, sino también de despertar a su novia y encontrarlas en tan comprometida situación.

- ¿Por qué no dejas a tu novia? Ella ni siquiera te valora.

- ¿Y tú si? - susurró molesta - Llevamos años juntas ¡Años! Y Hyeju es un encanto, la mujer perfecta.

- Ni siquiera te besa bien - se acercó despacio - Apuesto que no puedes olvidar mis besos, la manera eran rica en la que te muerdo.

- Kim Jungeun eres una vulgar, y ya me tienes harta.

- Tú también me tienes cansada. Acepta que te mueres por estar conmigo otra vez.

- Shhh, cállate maldita sea. Se puede despertar.