Sucesos extraños. Cápsulas que caen del cielo, una enfermedad contagiosa y...un chico.
Aquello sucedió de forma tan rápida que en cuestión de horas todos se habían convertido en...zombies? Infectados? llámenlos como quieran. Estando en esa situación...
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Las personas poseen gustos y disgustos diferentes. Y al igual que existen a quienes les es fácil realizar ciertas actividades también están a quienes todo se les hace difícil. Algo tan fácil como servir un vaso de agua termina en desastre para personas torpes cómo cierto rubio que se debatía mentalmente si llevar un pantalón rosa o uno azul a la excursión.
‹‹Creo que este quedaría bien con el hoodie blanco, pero este combina con estos zapatos››
-¿Es enserio? ¿¡Porqué hasta elegir ropa es difícil!?
Decir que jimin llevaba toda la tarde escogiendo su ropa era una gran verdad. A pesar de que aún no sabía la fecha exacta de la excursión sabía que era pronto y como él se conocía tan bien era necesario comenzar a empacar desde ya para no sucumbir ante el estrés que le causaba hacer las cosas a último minuto.
El problemas actual era decidir entre que prendas llevar y cuáles dejar. Claramente no podía llevarse el armario entero y eso era lo que suponía un problema. Algunas ropas eran muy cubiertas lo que probablemente lo haría morir de calor, otras eran menos cubiertas y eso significaría tener que soportar las picaduras de los mosquitos. ¿Y el resto? No le gustaban los colores y no sabía combinarlos, por esa razón se vestía "raro" según los estudiantes de la universidad.
Sin deseos de continuar en su debate mental y disgustado tomó toda la ropa que estaba a su alcance y la echó sin orden alguno en la maleta para suspirar al lograr cerrarla con algo de trabajo.
-Bien, un problema menos.
Sacudió sus manos dando por terminado el trabajo con esa maleta. Pues si, aún faltaba empacar sus objetos de uso personal que no cabían junto a la ropa.
No estaba orgulloso de su trabajo en lo absoluto, ¿pero que podía hacer?, era eso o nada. Justo cuando se dispuso a comenzar con la otra maleta la puerta de la habitación fue abierta dejando ver a su madre junto a un libro de recetas.
-Jimin cariño, tu padre recibió un ascenso en la empresa y estaba pensando en hacer una cena de celebración ¿Crees que sería bueno hacer ensalada? O mejor hago un..-frenó abruptamente- ¿Que estás haciendo? -terminó por preguntar al despegar la vista del libro. Las maletas de colores brillantes llamaron su atención, y no por los colores precisamente- ¿Te irás de casa? ¿¡Pensabas abandonar a tu familia sin siquiera decir algo!?
-Pero que- ¡Por supuesto que no! -Se apresuró a decir exaltado. Su madre solía hacerse ideas erróneas que terminaban en discusión la mayoría de las veces- Iré a un campamento, olvidé mencionarlo, solo eso -explicó calmado en intentos desesperados de que las palabras "no irás" no salieran de la boca de su madre, pero esa mirada asesina le hacía saber que no estaba para nada contenta con la noticia- Mamá porfavor, serán solo unos días y cuando menos te lo esperes estaré de regreso ¿Qué es lo peor que podría pasar?
