★⸵ Capítulo 11

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La puerta del gran auto familiar fue azotada sin cuidado

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La puerta del gran auto familiar fue azotada sin cuidado.

Varios días habían transcurrido desde que Taehyung encontró a Jungkook en el centro comercial, bastante indefenso y sin fuerzas. Pese a que el chico no hablaba en grandes proporciones su rostro, expresiones y gestos expresaban todo lo que no decía con palabras.

Fue divertido convivir y cuidar de él durante esos días. Sus heridas ya casi sanaban por completo y podía estar de pie y trasladarse sin asistencia. Incluso se le veía más feliz.

El castaño en verdad se esforzó mucho por cambiar los vendajes adecuadamente, darle los medicamentos recetados por el doctor y sobre todo mantener a la víbora alejada de él.

¿Quién era la víbora? Pues su madre. Al principio toleró como pudo la presencia del azabache en su casa pero con el pasar del tiempo su paciencia se fue agotando. Digamos que no le gustaba ver a un extraño caminar por su casa sin decir una palabra, lo veía raro y muy descortés al no decir si quiera un buenos días en la mañana. Ella comenzó a molestarse con frecuencia y a regañar a Jungkook como si fuera uno más de sus hijos —uno al que odiaba mucho—

«Bienvenido al club»

Pensó Taehyung arrepintiéndose de cierto modo de llevar al chico a su casa. Pero de no ser así sabe dios que le habría sucedido.

En cuanto a su memoria seguía sin recordar nada. Taehyung le mostró el pepelito con su información personal —O que creía que era suya— pero nada, no logró recordar. Por lo que solo asumieron que así se llamaba y continuaron cuidando de él.

—¿Jimin-ie, no se queda nada? —Preguntó Taehyung mirando a su alrededor— Que conste que no regresaré cuando estemos a mitad de camino a recoger una almohada o algo así —Sentenció cerrando el maletero con fuerza—

Taehyung sacudió sus manos y luego las puso en su cintura. No estaba conforme con nada de lo que estaba haciendo su madre pero lo único que podía hacer era confiar simple y llanamente en su arma secreta.

Con discreción y aprovechando un minuto de distracción por parte de todos se acercó a Yeji y le susurró— Por favor cuida de Jungkook...no dejes que mamá se le acerque.

Yeji asintió comprensiva mirando a la señora Kim. Ambos sabían la crueldad que esa mujer guardaba en su interior y de lo que era capaz de hacer para lograr su cometido. Era bien sabido por todos allí que no sentía ni una pizca de empatía hacia el chico y que en ocasiones solo utilizaba una máscara a la hora de dirigirse a él.

—¡Nos vamos! —Gritó Jimin entrando en el auto y cerrando la puerta detrás de él— ¡Nos vemos en una semana!

Taehyung se despidió con la mano deteniéndose unos segundos en Jungkook. De repente su mente viajó a cuando lo encontró en aquella banca sintiendo un gran alivio bañar su alma. En verdad notaba grandes mejoras en su estado físico y emocional lo que significaba que sus cuidados estaban dando frutos y estaba seguro de que Jungkook tarde o temprano se lo agradecería.

fighting to survive ✦ taekookWhere stories live. Discover now