Sucesos extraños. Cápsulas que caen del cielo, una enfermedad contagiosa y...un chico.
Aquello sucedió de forma tan rápida que en cuestión de horas todos se habían convertido en...zombies? Infectados? llámenlos como quieran. Estando en esa situación...
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—Al fin llegué
Taehyung se quejó estirando sus músculos que habían pasado más cuatro horas de ida y vuelta en el auto familiar. Detestaba conducir largas distancia por el simple hecho de que su cuerpo se adormecía y luego dejaba evidentes secuelas en su andar. Además intentaba evitar estas situaciones debido a que su mal hábito de no dormir —o dormir relativamente poco— podría traerle consecuencias, como por ejemplo, un accidente.
Bajando del auto cerró la puerta y tras asegurarla fue rumbo hacia la entrada. Se alegraba de estar de vuelta, ya quería contarle a Jungkook sobre todo lo que había visto en el camino que creía perdido. Tantos árboles, naturaleza, algunas aves que no pasaban de los límites de la ciudad. Todo era demaciado lindo para ser real, incluso su estado de ánimo había mejorado. Algo que también resultaba lindo eran las charlas con el azabache —o charlas a medias— ya que solo prestaba atención y miraba al castaño como si lo que le estuviera diciendo fuera la cosa más espectacular e increíble del universo. Sus ojitos se abrían asombrados y sus labios hacían forma de "Oh" y "Ah" aunque no saliera ni un solo sonido de ellos.
Al entrar en la casa la sonrisa que inconscientemente había formado en su rostro se desvaneció y la imagen frente a sus ojos lo dejó desconcertado. Yeji gritaba como histérica, su madre se hallaba en las mismas mientras la miraba con odio, aunque ignorando en gran parte sus reclamos e insultos. Y su padre simplemente no estaba; al igual que...
«Jungkook»
Con rapidez llegó hasta donde estaba su amiga rabiosa y al ver sus intenciones de abalanzarse sobre su madre la sujetó, aguantando todo golpe y forcejeo que hacía en pobres intentos por liberarse.
—¡SUELTAME, TU NO SABES LO QUE HIZO ESTA LOCA! —Gritó furiosa pataleando con la esperanza de que alguno de sus golpes llegara a darle a esa indeseable mujer— ¡SE LAS VA A VER CONMIGO!
—¿¡LOCA YO¡? ESTO LO HICE POR TODOS —Se excusó la mujer dando un fuerte pisotón en el suelo—
—Eres una cínica. Todo lo que haces es por ti y solo por ti. ¡NUNCA TE HA IMPORTADO LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS!
—¡CALLENSE!
Ambas mujeres guardaron silencio sin dejar de mirarse con pistolas en los ojos. Taehyung soltó a Yeji, misma que arregló su ropa con brusquedad y se posicionó a sus espaldas fulminando a la señora Kim con las más grandes ganas de molerle la cara a golpes convertidas en expresión facial, sin embargo era la madre de Taehyung, y de cierto modo agradecía que hubiera llegado a tiempo ya que de no ser así las cosas habrían acabado verdaderamente mal.
—¿Qué pasó? —Preguntó sin rodeos esperando una buena explicación para que estuvieran casi a punto de matarse—
—Que te cuente ella, a ver si tiene agallas —Retó Yeji elevando el mentón—
