• Personaje menor de edad relacionado con un personaje mayor.
⟨⟨𝐌𝐮𝐦𝐦𝐲𝐝𝐨𝐧'𝐭𝐤𝐧𝐨𝐰𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲'𝐬𝐠𝐞𝐭𝐭𝐢𝐧𝐠𝐡𝐨𝐭⟩⟩
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Pintoresco restaurante aromático se encontraba inmerso en un circundante silencio acogedor, variados clientes degustando con notoria pasión de sus jugosos pedidos fragantes, mientras un habilidoso cocinero observaba con intensidad la principal entrada que ofrecía camino hacía los interiores del aromatizado negocio.
—¿Por qué estarán demorándose tanto?
Frunciendo vigorosamente sus negruzcas cejas, expresión impaciente perturbando su rosáceo faz, aquel ingenioso cocinero murmuró enfadado. Hallándose molesto debido a la evidente tardanza de ciertos jóvenes adolescentes que trabajaban como apasionados repartidores para ese demonio cerdo.
—Relájate querido amigo. Posiblemente no faltará mucho para que lleguen.
Manteniendo despreocupado una relajada sonrisa en sus afilados labiales, consumiendo gustoso un tentador platillo de sabrosos fideos, respondió vagamente un hombre adulto que demostraba ser un impresionante glotón. En el exquisito proceso de comer aquel fragante plato de fideos, ese joven masculino arregló la posición de unas redondas gafas que habían descendido por el fino puente de su cautivada nariz.
—¡Tienen pedidos que entregar y aún no están presentes! —rugió enfurecido ese rosáceo varón diligente.
—Sabes que están siendo entrenados por Monkey King. —joven adulto terminó recordándole al quejoso dueño de un próspero negocio— Ambos no pueden negarse cuando el Gran Sabio solicita horas de entrenamientos.
Ante la mención del venerado rey mono, criatura inmortalizada que residía en una legendaria montaña, aquel disgustado cerdo antropomórfico soltó un resonante bufido. Naciente desconfianza, debido a ese arrogante simio, escalando por su robusta espalda.
Sin embargo, impidiendo que palabras hirientes brotaran de los fruncidos labios del cerdo humanoide, la vigilada entrada principal de ese enriquecido restaurante acabó siendo bruscamente abierta por una repentina figura masculina. Audibles jadeos escapando apresuradamente de la temblorosa bocasa del recién llegado varón.
—¡Ya estoy aquí, Pigsy! —sonriendo forzadamente, ante un evidente cansancio, exclamó con fuerza un jovenzuelo de heredados poderes místicos. Bandana escarlata adornando su cabeza de oscuros mechones castaños.
