Capitulo 27

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Todo empieza aquí...

Adriano de Fabbri

Seguimos avanzando por la carretera, vamos en gran velocidad como siempre, pienso llevarla a un restaurante de un socio, espero que haga un buen trabajo con su gente, sera una velada tranquila.

- A donde iremos? - se gira a verme

- impaciente doctora ?-

-no, solo que me subí al coche de un desconocido sin saber la destinación  -

- vaya error doctora, te arrepientes ?-hablamos sarcásticamente , estoy conduciendo pero me le quedo mirando como un idiota- quien diría que la gran doctora, Bianca de Santis se sube a los coches de desconocidos - se rie por sarcasmo, mi mano no se quito de su pierna desde que empiece a conducir .

- lo siento, de verdad, cumpliré mi castigo  - esta vez soy yo quien ríe- ahora si, que haremos esta tarde, me mata la curiosidad saber lo que planea el rey de la mafia italiana-

- No te mueras  porque ya llegamos- despega su mirada  de mi y la posa en su alrededor- un viejo amigo me ofreció comer en su restaurante por primera vez , pense que estaría bien si tuviera compañía- se da la vuelta para volver a posar su mirada en mi , pero quedamos demasiado cerca- que dices dolcezza ( cariño )- no se aparta solo me sonrie sonrojada por nuestra cercanía.

-Sarà un piacere cenare con te King(Será un placer cenar contigo Rey)-su acento italiano me calienta. Su tono es curioso, cada palabra que dice parece ser un doble sentidos y eso me vuelve loco.

Se aleja y baja del coche cuando el guardia le abre  la puerta, hacen lo mismo conmigo, me acerco a ella y la tomo de la mano, ella solo sonríe mirando el lugar.El lugar esta lleno de luces y gente, todos con pareja o amigos, hay un ambiente muy familiar que digamos.

El hombre que me invito sale de su restaurante corriendo hacia nosotros, lleva puesto su delantal con el logo del restaurante.

- Buenos noches mi señores ! - besa mi mano y después se para delante de la doctora -  vaya, que hermosa mujer, señor si me permite, tengo que decirle que hoy tiene una muy buena compañía-

- Gracias- me limito a decir.

- Adelante! No se queden aquí parados, todo esta listo para ustedes - empezamos a caminar, llamando la atención de los habitantes, ella parece  no importarle solo mira el lugar con dulzura. Las grandes puertas se abren dejando ver el interior de restaurante. Es muy luminoso, hay luces por todas partes, las mesas son de cuatro excepto la nuestra. Los trabajadores se paran en fila saludándome como siempre.

Nos adentramos en el lugar ,nuestras manos siguen juntas, no nos importan las miradas y los susurros de la gente.

Nos sentamos en nuestra mesa,se ve hermosa, no solo porque sonríe , también porque el vestido le da un toque de dulzura a su rostro.

- Señores- se para de nuevo mi socio- vuestra comida esta lista dentro de algunos segundos-  se retira  sin esperar una respuesta.

-Que bonito lugar - dice mirando a su alrededor.

- Quise venir aquí desde hace tiempo, pero no encontré el momento-

- No me asombra, gente rica como tú no comerá en lugares de mala calidad- se burla una vez más

- Estás equivocada, te recuerdo aquella noche donde comimos con mi gente-

- Quieres  decir comiste - recalca la última palabra riendo-

- No se que pasó ese día, pero hubo un gran error, espero que no pienses que se hace de costumbre-veo su sonrisa en su cara mientras habla.

- nunca pensé eso, fue muy gracioso ver tu cara de enojo contra esa chica, fue raro al principio pero gracioso  al final-

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora