Capitulo 77

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Adriano de fabbri

Mato  a todos los guardias que se me cruzan en el camino, no me detengo, tomo  mi arma y los mato, entre puñetazos, sangre, se escuchan sus gritos de  dolor y súplicas.

Fueron  inútiles, no los protegieron, por sus culpas, ahora, Iker está casi  muerto.No me lo creí cuando llegue al hospital, pensé que solo era una  de las bromas del ruso, pero cuando llegue y lo vi conectado a máquinas  supe que nada era una broma que está entre la vida y la muerte.

Intentan detenerme, el japonés me toma de los brazos echándome de un fuerte empujón para atrás, haciendo que mi arma caiga.

-Quítate  antes de que tú seas el próximo muerto!- no mido mis palabras, solo  dejo que ellas salgan con rencor, la noticia está en un bucle en mi  cabeza, se repite en ella, dejándome enloquecer por no haber llegado a  tiempo.

¡-Te recuerdo  que no le temo a la muerte italiano- sigue sin soltarme, me muevo  fuertemente para poder saltarme, pero él me agarra bien- deja de  moverte! ¡No conseguirás nada con esto! Matando a tu gente no lo traerás  de vuelta!-

-Suéltame!-  sigo con las ilusiones de que pueda acabar con todos- déjame matarlos  para que así sientan lo que es morir!- no lo hace aprieta cada vez más  su agarre. Van recogiendo los cadáveres, como escorias que son, dejan un  largo recorrido de sangre.

-Si te quedas quieto y recapacitas bien, te dejaré!-grita serio.

-está  bien, suéltame!- intento que lo haga, pero no es tonto el saber que aún  sigo con intenciones de querer matar a todos. Me relajo, cierro los  ojos, intento calmarme, pero aun así no hay nada en mí que me ayude.

  Ver la doctora llorar, Iker en el suelo casi muerto, sangre, lloros,  todo hace que quiera explotar, todo hace que me den ganas de matarlos  por ser tan inútiles.

Nunca  esto había ocurrido, en todos mis años en la mafia, ningún  francotirador pudo dar con algunos de nosotros, porque antes de tener  intenciones de hacerlo, ya estaba muerto, pero hoy, ha sido todo lo  contrario, lo hicieron en menos de tres segundos.

Cierro  los ojos con más fuerza, pero solo veo a la doctora llorar por su  amigo, todo era un caos a su alrededor, todo era la peor situación para  ella, verla llorar, gritar y suplicar, me rompió más por dentro. Quería  ir y decirle que todo estará bien, que me lo deje a mí, pero una vez  más, ellos me lo impidieron, diciendo" es un gran riesgo para ella, será  una gran carga de emociones si sales y apareces así de la nada después  de tantos meses", no solo fueron palabras, sino también fue la presión  de ver a Iker en el suelo en ese estado tan grave, todo fue complicado,  así que lo hice todo como una sombra.

Ella  no me veía, pero yo sí, estaba detrás de ella despejando su camino,  contrate el mejor personal médico para que la ayuden en todo, una mejor  seguridad para Iker, deje que ella haga lo que podía, yo solo me moría  por dentro viéndola trabajar entre lágrimas.

Sus  brazos se van relajando poco a poco, hasta que los quita, pero no baja  la guardia, me miran a la cara, pero yo solo me siento en una silla en  medio del pasillo. Mis manos se van directas a mi cabeza, todo duele, no  hay nada en mí que vaya bien, tengo heridas que si nos las curo se  infectarán de la peor manera, todo mi cuerpo está agotado, fueron noche  sin dormir, días sin dejar de pensar, mi alma se siente cansada, pero  tampoco quiere descasar, porque sé que no podré hacerlo.

Cierro los ojos, pero todo se repite en mi cabeza.

Todo  se repite una y otra vez, sin dejar que mi mente quiera explotar.  Remuevo mi pelo con frustración. ¿Qué hago? ¿Me quedo aquí con los  brazos cruzados, cando mi mejor amigo lucha por su vida y la mujer que  amo sufre por nuestra culpa? Eso es lo que debo de hacer?.

El Rey y su MedicinaWhere stories live. Discover now