Capítulo 20: Una Promesa

339 60 8
                                    

— Este es un lugar muy bonito. — dijo Junkyu interrumpiendo el silencio que hasta entonces los invadía.

Haruto volteó a verlo. Lo había llevado al parque, en la cima de una pequeña colina estaban sentados sobre el césped viendo las estrellas. El japonés podía jurar que los ojitos de Junkyu resplandecían incluso más bajo la luz de la luna.

— Me alegra que te gustara. Eres la primera persona con la que estoy aquí. — respondió tomando la mano del omega.

Junkyu sonrió y Haruto se acercó a él abrazando su cintura. El mayor recostó su cabeza sobre el hombro del otro y ambos levantaron a la par sus manos entre lazadas.

— Me pone feliz que mañana regresaremos a Corea, pero también me pone triste. Voy a extrañar todo lo lindo que me enseñaste aquí. — dijo Junkyu. — Excepto nuestra pelea. Me gustaría olvidarla.

— A mí también. — respondió el otro. — Por favor, perdóname por aquel día. Fui un patán contigo y tú no merecías nada de eso.

— Ya te perdone. — Junkyu levantó la cabeza dedicándole una sonrisa. — Te perdono, Haruto.

— Lo haces porque tienes un corazón muy puro, pero no me voy a cansar nunca de pedirte perdón. No sé cómo pude gritarte cuando nada era tu culpa. Si quiero ser digno de ti, quiero ser todo lo que te mereces.

— ¿Digno de mí?

Haruto se puso frente a él y tomó sus dos manos.

— Junkyu, ya no puedo callarme más, tengo que decírtelo.

Junkyu sonrió con ternura al escuchar sus palabras, pero en el momento en que Haruto iba a hablar, el teléfono de Junkyu empezó a sonar. El omega soltó sus manos y sacó su teléfono.

— Es mi papá... Puedo decirle que espere, o...

— No, está bien. Contesta. Son tu familia. — dijo el otro.

Junkyu contestó y Haruto volvió a su lugar anterior.

Miró a su alrededor. Habían unas cuantas parejas ahí. Caminaban juntos tomados de la mano, dedicándose besos cortos y otras muestras de cariño.

Haruto levantó la mirada hacia las estrellas y por un momento se puso a pensar en él y en Junkyu. Tenían que regresar mañana a Corea y volvería con su familia.

Está era su única y tal vez última oportunidad sin que los Eun los interrumpiera de manera directa, pues al regresar a Corea, todos serían un impedimento al dejarlos solos. Sólo tenía una oportunidad y la estaba dejando ir.

Dudoso movía sus manos con nerviosismo, pero ya estaba cansado de ocultar sus sentimientos. Y si Junkyu lo rechazaba, estaba preparado para recibir una bofetada y tal vez una patada en la entre pierna. Pero si no, estaba listo para tener al omega que amaba en sus brazos.

Haruto volteó con el otro y tomó su rostro en manos. En un rápido movimiento se acercó a él y plantó un beso en sus labios.

Junkyu soltó su teléfono por la sorpresa y se quedó quieto sintiendo como la vergüenza lo invadía. Pero poco a poco sus ojos se fueron cerrando y finalmente le correspondió abrazando su cuello.

Ahora al menos sabía que no recibiría una patada ni una bofetada.

Haruto se separo de él y acomodó el cabello del omega con una mano, mientras que su otra mano era tomada por las manos del otro.

— Te quiero Junkyu, pero no te quiero como a un amigo o a un hermano. Te quiero de una manera diferente, algo más grande que eso. Te quiero como un alfa quiere a un omega y ya no podía seguir ocultandolo. — acarició su mejilla y después dio un toque sobre su nariz. — Y no sé por qué. No sé qué pasó o cuándo pasó. Sólo sé que un día ya no te veía más como un amigo... Te quiero Junkyu, y no sabes cuanto lo hago. Mi corazón se siente cálido cuando estoy contigo, perdóname por robarte por un beso, pero si no lo hacía ahora, no lo iba a hacer nunca.

— Yo también te quiero, Haruto. — Junkyu abrazó la mano de Haruto contra su pecho y con una gran sonrisa en sus labios siguió hablando. — Te quiero más que a un amigo y no sabes lo feliz que me pone que mis sentimientos sean correspondidos.

— Junkyu, realmente quiero pedirte que empecemos una relación, pero antes de hacerlo quiero demostrarte que te merezco, quiero disculparme con tus papás por como te traté antes y quiero que estés seguro cuando te lo pregunte.

— Haruto, pero no tienes que disculparte, tú no hiciste nada malo. — respondió el omega.

— Si lo hice y aún no me lo perdono. — interrumpió. Haruto dejó un beso en las manos de Junkyu y después volteó a él nuevamente. — No quiero que te sientas inseguro cuando una situación como esta se vuelva a repetir, porque no fue tu culpa, yo no manejé mis emociones y te hice llorar. Si vamos a estar juntos, quiero que tengamos confianza mutua. Si voy a ser tu primer novio, quiero que sea la experiencia más hermosa para ti.

Junkyu se lanzó contra él y lo abrazó tirandolo al césped.

— Si lo piensas bien, es tu culpa haberme enamorado de ti. Eres demasiado bueno. — acusó Junkyu.

— Y si lo ves de mi punto de vista, es tu culpa. Tienes un corazón demasiado hermoso.

Y ahora sólo estaban dos chicos halagandose mutuamente, enamorados y queriendo vivir un momento hermoso en sus vidas, por otro lado, en el teléfono sin colgar había un padre que lo había escuchado todo.

El alfa "Perfecto" - [HaruKyu]Where stories live. Discover now