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—¿Estás enamorado de él?
Subin miraba expectante a su amigo quien jugaba con su teléfono sin prestarle atención a su alrededor.
—Eso fue lo que le dije estando ebrio. —contestó el ahora pelinegro encogiéndose de hombros.
—¿Y no es verdad?
Jimin suspiró.
—Cuando estamos ebrios decimos cosas estúpidas.
El peligris no estaba convencido por las palabras de su amigo, pero sabía lo terco y cerrado que era su amigo para esas cosas.
—¿Y Jungkook lo entendió? ¿se lo explicaste?
—Subin, deja de preguntar tanto.
—No puedo, te conozco y hay algo que te molesta ¿acaso no confías en mí? si hay algo que pueda hacer para ayudarte, ten por seguro que lo haré.
Jimin estaba frustrado, pero entendía la preocupación de Subin, él era ese tipo de persona que no pararía hasta sacarte una sonrisa.
El pelinegro admitía sentirse avergonzado por la confesión que le había hecho a Jungkook, no entendía cómo pudo haberle dicho semejantes cosas si ni siquiera estaba seguro de lo que sentía.
—Técnicamente le dije que estaba enamorado de él y que como su amigo pondría su felicidad sobre la mía. —Confesó sintiendo de nuevo ese nudo en su garganta— Jungkook adora a Hyunsang, si vieras lo feliz que es cuando esta con él.
—Pero no es justo para ti Minnie. —Dijo Subin acariciando los cabellos desordenados del menor— Si lo amas tienes que luchar por él, al menos deberías intentarlo y ver qué pasa. —Aconsejó. Jimin lo miro pensativo.
—¿Estás diciendo que debería ir a confesarme de nuevo, solo que esta vez lo haga estando sobrio?
Subin asintió.
—No, por supuesto que no. —Negó repetidamente Jimin— Yo no soy así, el romance no va conmigo.
—Lo sé, pero si en verdad lo quieres debes tratar y aclarar todas tus dudas de una vez.
