Loquito de mercurio y Yandere de Jupiter

Capítulo 121

Un mal demasiado insoportable para mirar de frente.

Gu Xizhou ayudó a Wang Ao a sostener su maletín y Wang Ao sacó su teléfono para llamar a Wang Shu.

Wang Shu era la hija de Wang Ao. Tenía la misma edad que Gu Ji Ji, solo unos días mayor que él. Gu Xizhou ha visto una foto grupal de Gu Ji Ji y Wang Shu en casa. Aparentemente ella era doctora.

Wang Ao podría ser considerado un medias el padre de Gu Ji Ji. Desde que los padres de Gu Ji Ji no estaban, este tío siempre lo había cuidado, por lo que Gu Ji Ji tenía una relación bastante buena con Wang Shu. Antes, Wang Ao tenía la intención de hacer de casamentero y convertirlos en un par de amigos de la infancia convertidos en novios, pero desafortunadamente estos dos simplemente no eran compatibles y discutían cada vez que se encontraban.

"Du——"

"Du--"

Las cejas de Wang Ao se fruncieron. Su esposa y su yerno le enviaron un mensaje cuando no pudieron contactar a su hija, pero hoy debería haber terminado el trabajo y regresar a casa después de recoger a su nieto como de costumbre. Ella ya debería haber llegado, así que ¿por qué no ha regresado todavía?

El teléfono zumbó con su incesante tono de ocupado. Claramente, el teléfono de Wang Shu no estaba apagado. Wang Ao se arrepintió de que su corazón se saltaba un latido sin motivo. Sabía que cuando su hija estaba en el trabajo, ocasionalmente no contestaba su teléfono y luego enviaba un mensaje de voz para preguntar. En otras ocasiones, ella era como otros jóvenes con su teléfono en sus manos en todo momento, y cada vez que recibía una llamada telefónica o un mensaje de WeChat, ¡respondía en segundos!

"La persona a la que ha llamado está ocupada actualmente. Vuelva a intentarlo dentro de un rato".

Al escuchar la suave voz en el teléfono, las cejas de Wang Ao no se relajaron. En cambio, se fruncieron en forma de '川'. Llamó una segunda vez, y una tercera, y una cuarta...

"Du--"

"D--"

Al escuchar otro tono ocupado, Gu Xizhou frunció el ceño. El tío Wang había llamado una docena de veces, e incluso alguien lento ya lo habría encontrado. Y hoy en día, ¿quién no es adicto al teléfono? Los tampoco adictos a los teléfonos celulares dejarían que sus teléfonos mueran. Además, las llamadas de Wang Ao obviamente se estaban realizando, por lo que su teléfono no estaba muerto.

Justo cuando Gu Xizhou pensó que nadie contestaría esta vez, ¡la llamada telefónica se realizó de repente!

"Xiao Shu, ¿por qué no contestaste el teléfono? ¡Tu mamá y Huo Zheng estaban preocupados por ti y me hicieron llamarte!" Wang Ao regañó por teléfono.

"Oh, oficial Wang, no, este es el jefe Wang".

Había un hombre al otro lado del teléfono. Su voz era muy corriente, sin cualidades distintivas. Wang Ao estaba desconcertado. Esta voz no le era familiar en absoluto. Él preguntó: "¿Quién eres?"

Una voz oscura y triste respondió: "Tut tut tut, parece que ya te has olvidado de mí".

"¿Quién eres en realidad?" Wang Ao estaba un poco aprensivo. La extraña risa del hombre le dio una indescriptible sensación de familiaridad en sus entrañas.

"Puede que me hayas olvidado, pero yo siempre te he recordado. Estas últimas décadas, tu rostro siempre estuvo en mi mente. Todos los días, deseaba poder moler tus huesos hasta convertirlos en polvo. Durante los últimos veinte años he estado en prisión, cada vez que los otros presos me golpeaban, todo en lo que pensaba era en ti. Cada vez que quería morir, recordaba el día que me arrestaron. Te dije--"