saturday drip ✰𝗺𝗮𝗿𝗸𝗵𝘆𝘂𝗰𝗸

✰ u say pt. 2

Hyuck acercó su mano para sostener la de Mark, no sabía lo que el otro estaba sintiendo, pero se sintió obligado a sostener su mano, aunque fuera por un corto tiempo. No surgieron otras conversaciones, excepto las tácitas en sus cabezas. Juraron guardarlos para una fecha posterior y, en cambio, disfrutaron de la esencia del otro, sin saber lo que les esperaba al día siguiente.

-¿De qué se trata esto?.-pequeñas pero nerviosas risitas brotaron del pecho del mayor mientras observaba los dedos regordetes envueltos alrededor de los suyos delgados.

-Mmm, no lo sé. Pero aún no te has soltado.-Donghyuck rodó sobre su espalda una vez más, exhalando un aliento que no sabía que estaba conteniendo. Las estrellas parecían salir más esta noche, sus ojos seguían con curiosidad los rastros de las constelaciones una por una. Le hablaron, le dijeron que no dedicaba suficiente tiempo a reducir la velocidad y disfrutar de las cosas pequeñas, le dijeron que la vida era una ruta constante con un par de baches aquí y allá. Esas bolas ardientes de rocas lo hacían sentir tan pequeño. Apretó su otra mano, que no estaba abrazando la de Mark, quitando un mechón plateado de su visión periférica para poder ver lo que estaba haciendo el otro. Se sorprendió gratamente al ver que el mayor le devolvía la mirada, con los ojos muy abiertos y algo aturdido. Donghyuck hizo un sonido de sorpresa desde el fondo de su garganta, sus ojos de cierva aumentaron de tamaño mientras la mirada de Mark cautivaba su voz, haciéndolo incapaz de hablar.

-¿Eh, el gato te comió la lengua?.-el cabello azabache de Mark había caído sobre sus ojos mientras se acercaba, haciendo que su exterior fuera más intimidante para el otro. Cuanto más se acercaba, más parecía que todo se movía tan lento.

Era un cliché, mucho, pero el joven podía sentir su ropa, cada puntada que recorría su piel. Podía escuchar cada pequeño respiro que él y el otro compartían. Podía oler el alcohol persistente en su lengua. Se sintió, vigorizado . Así que decidió acelerar el proceso y cerrar la brecha, su lengua bailaba sobre sus labios en un intento de curar la caries. No había besado a mucha gente, pero sabía lo básico, recordó cerrar lentamente el ojo-

-¡Ah!.-un aullido agudo alejó a los dos niños mientras miraban frenéticamente a su alrededor en busca de la fuente de dicha interrupción.

-¡Maldita sea, Lucas! ¿Tienes que ser tan jodido aguafiestas?.- Mark murmuró con los dientes apretados mientras se ponía de pie para lidiar con su amigo, quien notó Donghyuck, tenía un exterior enorme en comparación con el pequeño cuerpo de Mark.

El mayor había comenzado a agredir físicamente al intruso, lanzándole puñetazos en los bíceps, a lo que el maltratado se rió con ganas, levantando las manos para defenderse débilmente mientras se desplomaba en el suelo entre carcajadas. Eso solo enfureció más al más pequeño, sus ojos se oscurecieron cuando golpeó todo su cuerpo, el codo izquierdo primero, contra el montón de extremidades debajo de él.

Donghyuck se tomó este tiempo para mirar y observar a Mark. La forma en que su camisa subió por su estómago, mostrando un poco de piel debajo de su ombligo, la forma en que sus manos se volvieron venosas cuando agarró el cuello de Lucas en un intento de estrangularlo, la sonrisa malvada que adornó sus labios mientras movía su cuerpo. meticulosamente para mantener al otro inmovilizado. Parecía que esto sucedió muchas veces por la forma en que lucharon, Lucas apenas lo intentaba y Mark ponía todo en dicha actividad.

-¡Está bien, Lucas, vamos!.

La voz, aguda pero suave, vino de la nada, pero Lucas, como un perro bien entrenado, se puso de pie de un salto y corrió en la dirección del sonido como si estuviera en trance. Donghyuck supuso que era su novio y sonrió, el comportamiento contrastaba muy bien con su estatura. En el proceso de correr hacia su otra mitad, se había quitado de encima al chico canadiense, se tumbó en el césped, jadeando por aire porque agotó toda su energía.

-¿Qué pasó, el gato te comió la lengua?.-el más joven decidió levantarse y viajar hacia Mark, de pie sobre él como para afirmar su dominio sobre el otro, quien solo sonrió débilmente mientras se levantaba, gruñendo por la forma en que la vegetación debajo de él se frotaba contra su piel, marcándola de rojo. .

-Sí, tú eres el gato.-el mayor se rió de vuelta.

Donghyuck se rió entre dientes, su brazo salió disparado exigiendo que el otro lo tomara para ayudarse a sí mismo, lo cual hizo.

-Ahora, ¿dónde estábamos?.

Y estaba ese ligero cosquilleo en el estómago del más joven, definitivamente más fuerte de lo que había sido toda la noche. Vibró por todo su ser, casi derribándolo y agarró la muñeca de Mark en un intento de castigarse. Esto era real, estaba sucediendo.

Los ojos de Mark se estaban cerrando y sus anteojos habían desaparecido.

Sus labios; ligeramente ágape, rosado, brillante, suave.

Suave, aterciopelado, afelpado y enredado.

Sus bocas bailaron juntas, una rutina que ambos parecían tener en su mayor parte menos la cantidad infinita de dientes chocando y chocando la nariz. Necesitaba un ajuste fino, ambos compartían ese pensamiento.

El alcohol que habían consumido antes, ahora se hacía más vibrante en sus venas, el coraje líquido los llevaba a dejar vagar sus dedos. Las manos de Donghyuck volaron hacia el cabello de Mark, los rizos se tragaron las yemas de sus dedos, los zumbidos resonaron profundamente en su garganta, los ágiles dedos de Mark se enroscaron rápidamente en la parte baja de la espalda desnuda de Hyuck, disfrutando del calor que lo quemaba.

Pareció durar una eternidad, así que soltaron, sin aliento y emocionados. Mejillas rosadas, vergüenza, sentimientos.

-Me divertí.-Hyuck susurró, sus labios moviéndose para acurrucarse en el hueco del hombro expuesto de Mark, la camiseta blanca que lucía era demasiado grande para su cuerpo.

-Yo también.-Mark suspiró en el cabello del joven, alcanzando el punto sensible de su cuello.